Pastora Soler: “Claro que volveré a los escenarios”

Hace un año, después de haberse desmayado dos veces durante una gira de conciertos, Pastora Soler (Sevilla, 1978) anunció su “retirada temporal” de los escenarios debido al pánico escénico. Semanas después, Joaquín Sabina sintió lo mismo y no dudó en decir al instante: “Me dio un Pastora Soler”. No son ellos los primeros a los que les ocurre, pero la representante de España en el Festival de Eurovisión 2012 (quedó en 10ª posición) no quiere ahondar en el tema. “De eso no hablo”, advierte de manera tajante, poco antes de inaugurar la primera tienda de Cóndor en Madrid, especializada en ropa para niños. En septiembre pasado dio a luz a su primera hija, Estrella, y afirma que planea retomar su carrera artística “muy poquito a poco.”

Pregunta. Recientemente la hemos visto en Canal Sur y en Telecinco, en programas sobre talentos musicales infantiles. ¿Le apetecía recordar sus inicios?

Respuesta. Ha sido una experiencia que me ha devuelto un poco a esa niña de 8 años que fui y que cantaba coplas por primera vez ante el público. Lo mejor ha sido revivir la ilusión con la que uno da el primer paso en esta profesión.

P. Su marido [Francis Viñolo] es coreógrafo y usted, cantante, ¿no será que los dos están pensando en montar una escuela para formar artistas?

R. La verdad es que no es algo que descartemos. Él trabaja en una escuela de artes escénicas en Málaga, de donde salen buenos artistas. Pero cuando uno ve lo que hacen ahí y es tan bueno dices: quizá sea imposible superar esto. Además, soy muy poco didáctica, no serviría para explicar lo que sé a una persona que empieza.

P. Ahora que ya no tiene el ajetreo de antes, ¿no ha pensado en terminar la carrera de Historia del Arte que dejó para dedicarse a la música?

R. Me quedé en tercero y me faltaron dos años. ¿Retomarla? No sé, es que ahora soy madre y, aunque no esté de gira, no dejo de hacer cosas.

P. Seguramente no faltará la música en la educación de su hija.

R. A mi hija le he puesto de todo desde que estaba en mi barriga. Y le sigo poniendo muchas canciones que a mí me gustan, como las de Alejandro Sanz o las de Pablo López, que tiene una nana muy bonita. Le he puesto mucho a Mozart, porque está comprobado que a los niños les relaja mucho la música clásica. También le pongo a Paco de Lucía. Quiero que crezca escuchando mucha música porque eso enriquece a una persona.

P. Usted empezó cantando coplas y, cuando parecía que se iba a consolidar como “la nueva folklórica”, se cambió al pop.

R. Bueno, la tierra te tira y tú te dejas llevar por lo que ves en tu casa y el entorno, entonces lleno de coplas. Luego, conforme fui creciendo, otros estilos me llamaron la atención y quise probar suerte y, por fortuna, no me fue mal.

P. Es conocida como Pastora Soler, pero se llama Pilar Sánchez Luque, ¿ya nadie la llama así?

R. Sí, muchos. En mi casa me llaman Pili. Incluso en la profesión, quien ya me conoce más, también termina llamándome así.

P. ¿Y a usted le gusta más que la llamen Pili o Pastora?

R. Bueno, mi nombre artístico no lo elegí yo. Cuando empecé veían que mi nombre no tenía mucha fuerza. Y me pusieron Pastora, un nombre con mucha raza. Y Soler, que es también un apellido muy sonoro, pero no está vinculado al sur. Soler es más catalán y más valenciano. Pero, oye, me gusta.

P. Con ese nombre se ha hecho famosa hasta en Turquía.

R. Eso fue porque saqué un tema que era una mezcla de sonidos árabes y flamenco. Se llamó Dámelo ya y fui de promoción a Turquía porque les llamó mucho la atención e incluso hice un concierto allí. Pero nada más.

P. No ha dejado de tomar clases de canto. ¿O sea que ya está planeando volver a los escenarios?

R. A ver: soy muy pesada con lo que es la gimnasia vocal. Creo que un cantante no puede dejar de entrenarse. Si lo dejas, después es muy difícil recuperar ese músculo. Y claro que volveré a los escenarios. No creo que pueda estar sin hacer lo que he hecho desde pequeñita. Para mí la música ha sido y es algo vocacional.