Faltaban ellas
Podrían reflexionar por qué la foto siempre es del mismo género, aunque los experimentos capilares estén cambiando
Faltaba él, el presidente. Pero no es necesario dedicarle muchas líneas al asunto, abundan los análisis sobre el atril vacío. Tenemos un presidente al que le disgustan los debates. Bravo. Pero no solo faltaba él. Faltábamos nosotras, las mujeres, esa mitad más uno de la población que sigue siendo tratada como si fuera una minoría a la que de vez en cuando hay que ceder la palabra. Hubo una pregunta referida a nuestra inmensa minoría: “¿de qué manera actuarán ustedes, si llegan al poder, para que los sueldos de las mujeres se igualen a los de los hombres?” Esa pregunta y la violencia doméstica fueron nuestros minutitos de gloria. Pero a ninguno de los candidatos se le pasó por la cabeza apuntar que aquel era un debate clamorosamente masculino. Digo yo, que tan igualitarios como son, tan preocupados como se muestran por dar voz a quienes no la tienen, podrían reflexionar por qué la foto siempre es del mismo género, aunque los experimentos capilares estén cambiando. Tal vez piensen, de manera inconfesable, que están ahí por ser los mejores. Puede que sus madres contribuyeran a esa idea, ay. Pero yo les animo a que reconsideren esa creencia y se enfrenten a la verdad, por dolorosa que esta sea: su condición masculina les allana el camino. Tampoco estaría de más que el batallón de analistas reflexionara acerca de la avasalladora presencia de varones que pontifica sobre la campaña. A todos ellos, quiero transmitirles mi más sincera enhorabuena. La vida sigue igual: ellos a pensar lo denso; nosotras, a dar el toque simpático.
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