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¿"Victoria pírrica" viene de Pirri? Y otros clichés de los locutores de fútbol

Chema Abad ('Radiogaceta de los deportes') y Jesús Gallego ('Carrusel deportivo') diseccionan los muchos tics de su profesión, narrar partidos

Un altavoz, un balón, alguien narrando con pasión lo que hacen 22 tipos en calzoncillos... Para muchos, el paraíso.
Un altavoz, un balón, alguien narrando con pasión lo que hacen 22 tipos en calzoncillos... Para muchos, el paraíso.Getty

“El vídeo mató a la estrella de la radio”. Eso decía el pegajoso estribillo de una canción de los Buggles, grupo británico que, allá por 1979, creyó ver en el auge de lo audiovisual una sentencia de muerte para el medio radiofónico. Se equivocó de lleno. Treinta y seis años después, la radio no solo goza de una excelente salud sino que su influencia ha aumentado gracias a inventos como los podcasts o la redes sociales. Según el último Estudio General de Medios, casi todas las radios españolas han ganado audiencia en el último año. Y, en ellas, los programas deportivos brillan con luz propia.

Ahí está, por ejemplo, la Radiogaceta de los deportes (RNE), que tiene más de 100.000 oyentes diarios. En antena desde 1952, el programa es el más longevo de la radio española. Está dirigido y presentado por Chema Abad, un veterano de las ondas con 26 años de carrera y 2.500 partidos a sus espaldas. "Para mi este trabajo es vocacional. Desde que tenía 12 años sabía que quería dedicarme a él. Jamás he ido a un logopeda ni a cursos de ningún tipo. Debe ser una cuestión genética. Si aprendí de alguien fue de los comentaristas latinoamericanos, que son los mejores. Mi locutor favorito es Víctor Hugo Morales”, señala Abad.

Otro programa clásico es Carrusel deportivo, que se come buena parte de la programación del fin de semana en la Cadena SER. El humor y el estilo peculiar de los colaboradores del programa lo han convertido en líder absoluto del fin de semana deportivo, con 1.107.000 oyentes. Su director, Jesús Gallego, reflexiona sobre su profesión: “Para ser locutor deportivo, en primer lugar te tiene que gustar el deporte, pero luego te tienes que hacer con el oficio. José Ramón de la Morena o Paco González me gustan mucho, pero si he tenido un maestro, ha sido Iñaki Gabilondo. Antes de ejercer de locutor, he sido reportero, guionista y productor, algo muy útil a la hora de orquestar un equipo tan grande”.

Estas dos estrellas de la radio española van a acompañarnos en nuestro viaje al centro de esa fascinante y singular profesión que consiste en narrar lo que sucede en el terreno de juego. ¡Empieza el partido!

Faltaaaa, penaltiiiiii

El del comentarista deportivo es un oficio sufrido y estresante. Según dicen los que lo practican, lo más difícil es llenar a golpe de voz tiempos muertos entre partido y partido, entre gol y gol, entre pitos y faltas... Los respiros y los silencios resultan intolerables en esta profesión. Uno no puede quedarse en blanco ni, muchísimo menos, quedarse mudo. Chema Abad: “Antes de los partidos es mejor no salir de copas, descansar bien la noche anterior, no fumar y hablar lo justo”. Y reconoce: “Para gritar un gol es preciso poner cierto tono, pero no hace falta respirar con el esófago. Yo me voy dosificando según la jugada, y así llego bien a los goles”.

En esos momentos tan emotivos, el locutor debe hacer de tripas corazón y moderar su tono, recordando que, ante todo, es un periodista a quien se le presupone cierta objetividad: “Tengo simpatía por algunos equipos, claro, pero narro el partido tal y como es. Mi misión es situar la pelota en el campo para que la gente pueda ver el partido por la radio. No te puedes inventar lo que está pasando. Al contar lo que ocurre debes ser muy aséptico. Por ejemplo, no me gusta nada el recurso de estirar las vocales y gritar “falttaaa” o “penaltiiiii”.

En Carrusel deportivo, Jesús Gallego se apoya aún más en su equipo, que ronda las 70 personas: “Hay 12 comentaristas en estadios de primera división, 12 más en otros campos, corresponsales, publicistas… Ten en cuenta que el programa dura nueve horas, debido a la dispersión de partidos, y solo suele haber uno de primera división. El gol es la cumbre del periodismo radiofónico y la emoción es muy importante, pero no puede haber emoción continua durante nueve horas; por eso es necesario un trabajo previo para preparar contenidos, guionizarlos, grabarlos… También utilizo mucha música, sobre todo rock alternativo de ahora, como Black Keys, Arctic Monkeys, Muse… aunque también cae algún clásico tipo AC/DC”. La larga duración del Carrusel deportivo hace que se produzcan situaciones realmente insólitas: “En una ocasión tuve un ataque de lumbago y me vi obligado a estar todo el programa de pie. Y luego están las cenas, que son como picnics: uno con una pizza, otro con un táper… A veces tengo que darle la palabra a alguien y estoy masticando”.

DISECCIONANDO TÓPICOS FUTBOLEROS

Los tiempos muertos y la ausencia de acontecimientos también provocan otro fenómeno que, aunque se produce en todo el periodismo deportivo, llega a su apoteosis en las retransmisiones de partidos de fútbol: el cliché o la frase hecha. Jesús Gallego lo justifica: “Cuatro segundos de silencio en la radio son una eternidad, y es algo que te puede pasar si estás en directo. Para hacerlo bien tienes que tener un lenguaje muy fluido, y mucha gente echa mano de coletillas”. Veamos unas cuantas.

- “Bombardeo sobre el área”: lenguaje bélico

Dos leyendas, Pirri y Beckenbauer, en un España-Alemania de 1976.
Dos leyendas, Pirri y Beckenbauer, en un España-Alemania de 1976.Cordon

Las metáforas bélicas son muy comunes en el fútbol. Se usa y abusa de frases de destrucción masiva como “ha lanzado un obús”, “la guerra de los mejores”, “12 contra 12” o “un partido en el infierno”. Chema Abad recuerda: “Jorge Verstrynge, que sabe mucho de guerras, me dijo que lo de los partidos de fútbol es como una gran batalla. Y tiene razón, esto es una auténtica lucha de poder, por eso se usan tanto este tipo de metáforas”.

- “Pase de la muerte”: más guerra

Las sentencias dramáticas e incluso apocalípticas, como esta o “un partido en el infierno”, son lógicas, si tenemos en cuenta que en el fútbol se pone en juego mucho dinero y la emoción colectiva de millones de personas. Y eso que el llamado “pase de la muerte” cada vez se ve menos en el fútbol moderno. Jesús lo explica así: “Este movimiento, que se produce cuando un jugador va hasta la línea de fondo y da el pase hacia atrás, se ve poco hoy en día porque hay que ser muy bueno para hacerlo. Últimamente los futbolistas que entran por banda no llegan a la línea de fondo. Por desgracia, se ha perdido mucha improvisación en el fútbol. Ahora hay partidos donde los dos equipos están más basados en las instrucciones tácticas del entrenador que en el talento. Antes también había táctica pero pesaban más las decisiones de los jugadores”.

No soporto que se utilice mal el castellano. Esto de comerse los artículos, que se hace cada vez más, queda muy feo y, total, solo se ahorra una décima de segundo” Chema Abad, conductor de 'Radiogaceta de los deportes'

- “Victoria pírrica”: nada que ver con Pirri, sino como el rey de Epiro

Aunque parezca mentira, este sonoro cliché no tiene nada que ver con el mítico central del Real Madrid y de la selección, José Martínez Sánchez Pirri, sino con Pirro, rey de Epiro, quien logró una victoria sobre los romanos pero perdió miles de hombres. Jesús lo considera “un término muy cultureta, aunque muchos lo utilizan sin saber su origen. En cualquier caso, viene bien para definir un partido que se ha ganado en malas condiciones, por ejemplo con muchos jugadores lesionados”. Chema, por su parte, no es muy partidario del “pirrismo” y prefiere usar la expresión “victoria dolorosa”.

- “Gol de la honra”: las migajas

Cuando dos equipos van, pongamos, 5-0 y el que va perdiendo mete gol, no es un gol cualquiera: es un “gol de la honra”, porque se supone que la derrota es menos aplastante si se logra colar al menos un balón. Chema no puede explicarnos el porqué de esta expresión pues “nunca la he entendido y nunca la he utilizado. No me gusta”.

- “Los partidos duran 90 minutos”: la perogrullada

Esta auténtica perogrullada, pues no debe haber muchos aficionados que desconozcan cuál es la duración oficial de un partido de fútbol, se utiliza para decir que, por desigual que sea un resultado, aún queda tiempo para que cambien las tornas. Jesús opina que “refleja a una generación que ya ha sido superada, puesto que ahora hay equipos de comentaristas que no tienen que recurrir a una frase tan obvia y gastada”.

 

- “Juega por banda”: los artículos se comen

La eliminación de artículos en la locución deportiva es un vicio tan extendido que ha contagiado a otros tipos de periodismo. Por ejemplo, lo le decir “juega por banda” en vez de “juega por la banda”. Chema lo condena sin paliativos: “No soporto que se utilice mal el castellano. Esto de comerse los artículos, que se hace cada vez más, queda muy feo y, total, solo se ahorra una décima de segundo”. Jesús está de acuerdo y añade: “Yo no sé si es una moda que llegó de los locutores hispanoamericanos y fue imitada aquí, pero sería conveniente que se recuperaran los artículos. Yo valoro que el locutor diga más con menos palabras, pero no a costa de sacrificar artículos. Aún así, ahora el lenguaje está degradado en todas partes, desde el WhatsApp hasta Twitter”.

- “Hoy en día ya no hay equipos pequeños”: respeto al rival

Supone un toque de atención a los gigantes del fútbol, puesto que, como bien dice Chema, “existen equipos menores, que pelean por subir a primera división, pero si los menosprecias te pueden llegar a ganar. En deporte no te puedes relajar, porque unas óptimas cualidades físicas pueden igualar la mejor de las técnicas. Siempre hay que respetar al rival, y los periodistas lo hacemos”.

- “El fútbol es así”: esa mítica frase

Una frase de lo más banal que trata de poner énfasis en el carácter imprevisible del balompié, donde siempre hay imprevistos que influyen en el resultado. Pero Jesús rompe una lanza por los locutores que la usan: “Si otros sectores de la radio hicieran un programa de muchas horas, a ver cómo hablaban. Por ejemplo, los que cubren jornadas electorales afrontan retransmisiones de cuatro horas con mucha palabrería, porque hasta que no hay recuentos no se producen hechos noticiables”. La democracia es así.

- “Se emborrachó de balón”: es que estaba de parranda

Pese a la legendaria fama de crápulas de muchos futbolistas, esta sentencia no indica que el jugador estuviera ebrio ni que el balón tenga propiedades etílicas, sino que el jugador ha hecho tropecientos regates y ha acaparado el balón durante largos minutos. Chema le da su bendición a esta frase porque “es muy gráfica y transmites al oyente lo que ocurre con pocas palabras”.

- “El balón baja con lluvia”: pero no te mojas

Aunque el campo esté más seco que una mojama, esta frase es muy utilizada por locutores deportivos para, según dice Jesús, “describir un pelotazo que ha ido tan alto que, en sentido figurado, ha traspasado las nubes y ha bajado con lluvia”. En los partidos invernales, también se suele decir “el balón baja con nieve”.

- “Merecieron mejor resultado”: seamos objetivos

¿Estamos ante un flagrante caso de falta de objetividad cuando un locutor utiliza esta frase hecha? No siempre, pues “hay veces que un equipo juega bien y merece ganar, pero tiene mala suerte. Normalmente el que juega bien gana, pero también hay un elemento de azar”, aclara Chema.

- “Esto se acaba, señores”: y las señoras, qué

Mucho más lapidaria que “final del partido” o similares, “esto se acaba” expresa el “acabose” en clave tragicómica, y suele usarse cuando queda menos de un minuto para que todo termine. Lo de “señores” queda un poco antiguo, sobre todo porque, según las encuestas, cada vez son más las mujeres aficionadas al balompié. A Chema tampoco le convence mucho esta frase, pues “siempre pueden pasar cosas, hasta el último segundo, porque el equipo que va perdiendo se va a esforzar a muerte hasta el final”.

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