¿Reconocer las lenguas regionales? ‘Pas du tout’
Francia entierra de un plumazo el proyecto de ley para proteger sus idiomas minoritarios

Más que nunca, los Pirineos limitan estos días al sur con el país europeo con más tendencias secesionistas y al norte con el más centralista. El mismo día en que Artur Mas y sus socios abrían la ruta para desconectara Cataluña de España, la jacobina Francia enterraba el proyecto de ley para reconocer oficialmente sus lenguas regionales. De un carpetazo. Sin debate en el Parlamento.
La República ha hecho oídos sordos a la media docena de manifestaciones regionalistas el 24 de octubre. De Alsacia a Córcega, pasando por el País Vasco francés, Bretaña y Provenza, unas 20.000 personas exigieron el reconocimiento de dialectos alsacianos, el corso, el euskera, el bretón o el catalán. El francés seguirá siendo la única lengua oficial. Francia suscribió en 1999 la Carta Europea de Lenguas Regionales, que obliga a sus firmantes, España entre ellos, a reconocer esas lenguas, protegerlas y facilitar su enseñanza. París no ha movido un dedo para su ratificación, que implicaría modificar su Constitución, cuyo artículo 2 dice: “La lengua de la República es el francés”. Punto.
A pocas semanas de las elecciones regionales, que auguran un desastre para los socialistas, el Gobierno creyó llegado el momento de saldar esa deuda… y pescar votos. Envió el proyecto al Parlamento. El Senado, controlado por el centroderecha, lo rechazó el día 27 sin discutirlo; por 180 votos frente a 153. Para Bruno Retailleau, líder del partido de Sarkozy en la Cámara, el proyecto zarandea “el modelo republicano”. Sus correligionarios recordaron “la unidad e indivisibilidad” del Estado. La senadora socialista Frédérique Espagnac, defensora del euskera, ya había advertido de que todo estaba “cocinado”.
Acertó. Era fácil tratándose de Francia. Hace un año, el Gobierno rehízo el mapa regional. Se pasó de 24 a 13 regiones sin atender las aspiraciones regionalistas. Solo Bretaña se salvó de la quema. Conserva sus fronteras “históricas” por empeño del ministro de Defensa, Yves Le-Drian, bretón, amigo del presidente François Hollande… y hoy candidato a presidir la región. Votos, sí. Regionalismos, ni uno.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma

Archivado En
Últimas noticias
CC OO se suma al acuerdo del ERE de Telefónica
Los sindicatos sanitarios piden más tiempo para revisar el estatuto marco y descartan paros mientras los médicos siguen en pie de guerra
El Ministerio de Transportes recupera el tramo de Cercanías hasta Buñol, que dañó la dana
Putin amenaza: “No habrá nuevas operaciones militares mientras Occidente respete nuestros intereses”
Lo más visto
- El Supremo condena a ‘Okdiario’ y a Eduardo Inda por intromisión en el honor de Iglesias al acusarle de cobrar de Venezuela
- Los hijos de Isak Andic negocian un acuerdo para pagar 27 millones a la pareja del empresario y cerrar el conflicto por el legado
- Irene Escolar: “Si la gente se droga es porque encuentra en ello una anestesia que necesita. Negarlo es absurdo”
- Eduardo Casanova anuncia que tiene VIH: “Hoy rompo este silencio tan doloroso”
- “No podemos hacer nada”: la IA permite copiar en exámenes de universidad con una facilidad nunca vista




























































