Reciclar materiales y rescatar sensaciones

 FOTO:David Frutos/ BISimages 

La Casa De La Tercia, en Cehegín (Murcia), era el lugar donde se recaudaban los diezmos que pagaban los habitantes de la villa a la Orden de Santiago. En la planta semisótano de ese edificio con fachada barroca del siglo XVII había una bodega de planta rectangular. Estaba quebrada en dos tramos de galería y tenía una cubierta abovedada construida con mampostería y mortero de cal. Junto a la bodega había además otra galería menor adosada en la que se alienaban las tinajas donde se guardaba el vino recaudado. En ese marco, el arquitecto José Luis López Ibáñez, de Inmat Arquitectos, ha construido una escuela en la que aprender sobre el vino.

López ha hecho visible la antigua bodega en el suelo del acceso a las aulas y junto a un paramento de vidrio. Los muros laterales, ahora restaurados, incluyen los canales y los conductos de madera que sirvieron para la distribución y el vertido del vino. Todo ese pasado puede verse sigilosamente, casi sin que él se enfrente al visitante, gracias a la iluminación, proyectada de forma rasante y ascendente sobre la bóveda, que logra una atmosfera limpia.

El inmueble llegó a albergar un cuartel de la Guardia Civil y hoy se utiliza en parte también como asilo de ancianos. Pero en la parte baja, la Escuela de vino ocupa la antigua bodega. A los pies de las aulas, bajo un suelo transparente, pueden verse los restos de la construcción original. En la tercera galería, la de menor tamaño, está ubicada la sala de preparación de catas y la zona de venta de producto. Aquí, el pavimento deja de ser de vidrio –el que permite convivir con las antiguas ruinas- y pasa a ser un entablillado.

Con suelo de madera, en esta tercera galería está también la cocina, un espacio de preparación y un almacén. La empleada en esta escuela es una arquitectura de rescate y reciclaje. Ha buscado, sin embargo, recuperar más de sensaciones que de materiales.

Coste de la intervención por metro cuadrado según arquitectos: 800 euros