Rajoy: "Hemos presentado muchas iniciativas sobre la pobreza".

Por Natalia Jiménez Laserna y María V. Paúl de CIECODE (@CIECODE).

Mariano Rajoy lidera las declaraciones políticas sobre desarrollo. Foto: R. Gutiérrez/El País.

Naciones Unidas aprobará durante este fin de semana la nueva agenda para los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que debe servir como hoja de ruta para los próximos 15 años en la lucha global contra la pobreza y por la protección del planeta. Unas metas que se plantean más ambiciosas que los anteriores Objetivos del Milenio y que se debaten durante estos días en Nueva York. El Rey Felipe VI interviene hoy en la Asamblea General representando a España y exponiendo la posición de nuestro país en esta cumbre ¿Pero cuál es esa posición y qué está haciendo realmente nuestro país en la lucha contra la pobreza?

Mariano Rajoy quiso defender hace unas semanas la actuación de su Gobierno en materia de Cooperación al Desarrollo en un acto del Partido Popular: “Hay que actuar sobre las causas que generan estas situaciones, sobre los conflictos, sobre la pobreza y sobre la falta de oportunidades en esos países. Hemos presentado muchas iniciativas formales, yo lo he hecho personalmente en las instituciones europeas”.

Pero lo cierto es que el Gobierno ha desmantelado la cooperación española con un recorte del 70% de su presupuesto y ni siquiera ha cumplido su obligación de aprobar el II Plan de Derechos Humanos, aún contando con mayoría absoluta en el Congreso. De hecho, esa mayoría absoluta ha rechazado el 60 por ciento de la iniciativas parlamentarias registradas en esta legislatura que contenían algún tipo de propuesta favorable al desarrollo, según datos de Proyecto Avizor.

¿Cómo puede entonces presumir nuestro Presidente de liderar iniciativas para luchar contra la pobreza? Seguramente cuenta con que nadie se va a preocupar de averiguar si sus afirmaciones en estas “cuestiones menores” son ciertas. Se equivoca.

Pero no acaba ahí la crónica negra del escenario político español en esta materia. Según la plataforma Polétika -que viene haciendo seguimiento de los compromisos de los candidatos a las elecciones generales desde mayo de 2015- es Mariano Rajoy el que más ha hablado de desarrollo de entre todos los candidatos a La Moncloa y el resto no se han comprometido con absolutamente nada para mejorar la actuación del Gobierno en materia de cooperación y lucha contra la pobreza.

Eso sí, cuando se trata de opinar sobre la actual crisis de refugiados, todos apuestan por las soluciones en los países de origen, más allá de las medidas urgentes a corto plazo. Sin embargo, aún no sabemos cuáles son esas soluciones ni cómo pretenden implementarlas sin defender las herramientas políticas y presupuestarias de las que nuestro país dispone para intervenir en estas complejas cuestiones.

España, por su situación geográfica, su historia y la solidaridad que sus ciudadanos demuestran, tiene una oportunidad histórica para liderar unas iniciativas que, desde Naciones Unidas, consideran imprescindibles si queremos mejorar nuestro futuro común en el planeta. Falta que nuestros políticos dejen su visión cortoplacista a un lado, interesándose sólo por aquello que les da más réditos electorales, y decidan de una vez por todas comprometerse con los derechos humanos y el desarrollo sostenible.

Necesitamos líderes a los que nos podamos creer, congruentes con lo que se dice a los ciudadanos y lo que realmente hacen y defienden en las instituciones. Necesitamos políticos coherentes en el Gobierno y gobiernos coherentes con el desarrollo.