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Columna
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Mañana

Como si no pasara nada, por el cielo de Cataluña, buscando el sur, cruzarán en forma de lanza las aves migratorias

Manuel Vicent

Como si no pasara nada, mañana lunes, 28 de septiembre de 2015, saldrá el sol en Cataluña a las 7.42 e iluminará las cimas del Canigó y las del Montseny, cumbres sagradas, y también el corazón de los valles donde habitan todavía los espíritus de la tribu. Como si no pasara nada, por el cielo de Cataluña, buscando el sur, cruzarán en forma de lanza las aves migratorias, tordos y garzas, que el sol al amanecer encenderá solo de lado, como ascuas, mitad oro o sangre, mitad tinieblas. Los primeros rayos partirán la sombra de los bosques del Pirineo hasta el humus fermentado donde asoman ahora las setas su cabeza escarlata, alguna de ellas sumamente venenosa, como la patria. Mañana lunes en las ciudades de Cataluña, a las 7.42 en punto el sol, que llega mojado por los mares de Grecia y de Italia, iluminará sobre el asfalto las banderas victoriosas o derrotadas, las pancartas, las voces épicas, amenazantes, airadas, fervorosas, idealistas, pragmáticas, ya inertes, y pisándolas todas los ciudadanos catalanes irán al trabajo. En las paradas de autobús, en los andenes del metro, en las estaciones de los trenes, en los atascos de las autopistas los catalanes, cada uno con su problema particular a cuestas, pulsarán nerviosos el teclado de los móviles en busca de una solución privada a sus vidas y tal vez la angustia por llegar a fin de mes se impondrá a cualquier emoción patriótica. Ayer se celebraron unas elecciones por la independencia de Cataluña. Unos creerán haber ganado; otros pensarán que han perdido. Pero, ¿podrán ir juntos como antaño en pandilla a buscar setas este otoño, aunque alguno muera envenenado? Sea Cataluña en el futuro cabeza de león o cola de ratón, mañana el sol se ocultará a las 19.42 por tierras de Castilla y en la oscuridad de la noche los sueños de los catalanes serán como los de todos los días.

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Sobre la firma

Manuel Vicent
Escritor y periodista. Ganador, entre otros, de los premios de novela Alfaguara y Nadal. Como periodista empezó en el diario 'Madrid' y las revistas 'Hermano Lobo' y 'Triunfo'. Se incorporó a EL PAÍS como cronista parlamentario. Desde entonces ha publicado artículos, crónicas de viajes, reportajes y daguerrotipos de diferentes personalidades.

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