La misteriosa niñera que se convirtió en fotógrafa de culto
La galería Bernal Espacio expone estos días las obras de Vivian Maier. Pero ¿hasta qué punto estamos desligando la obra de artista de su historia?
Su historia no es cualquier historia. Una niñera solitaria y outsider que hacía fotos compulsivamente con una Rolleiflex y que acumuló un material tan interesante como talentoso. Hasta el 26 de septiembre pueden verse algunas de ellas en la Galería Bernal Espacio. Pero para entender la importancia de Maier más allá del documental que se le dedicó, 'Finding Vivian maier', hace falta entender esto:
1. Lo importante son sus fotos. Sí, hay una muy buena historia detrás de Vivian Maier, vendible y atrayente, que ha sido capaz de generar titulares y llenar páginas de periódicos. Sin embargo, no hay que olvidar que lo importante de Maier es que tenía un talento y una pasión, y que dedicó toda su vida a explorarla dejando una herencia de increíbles fotografías, que han sido comparadas a las obras de Robert Frank, Mary Ellen Mark, Helen Levitt o Lisette Model.
2. Vivian Maier falleció en 2009 y muchos de sus negativos no habían sido revelados. ¿Estaría contenta con la difusión que se está haciendo de sus obras? Es difícil de saber. Pero más allá de esto es necesario tener en consideración que la fotógrafa no ha seleccionado o editado las fotografías que vemos y que si ella fuera la editora tal vez la selección sería dramáticamente distinta. Las obras suyas que vemos son el resultado conjunto de su inmenso archivo de fotos –más de 150.000 imágenes– y la selección que de ellas han hecho otras personas.
3. El descubridor, John Maloof, estuvo en el momento adecuado en el lugar adecuado y por azar se hizo con una primera caja de negativos de Maier sin saber muy bien el valor que estos tenían. No tardó en darse cuenta de la gran oportunidad que se presentó delante de su vida y pronto se volcó en la misión de promover y adquirir toda la obra de la niñera. La parte turbia de todo esto es ver dónde se posiciona él dentro de la historia. El documental “Finding Vivian Maier” lo aclara, él es el absoluto protagonista.
4. Vivian Maier tiene un hermano. No en el sentido literal, pero hay un caso que la precede con el que tiene muchas similitudes y que merece la pena sacar a relucir. Se trata de Mike Disfarmer, un fotógrafo de estudio, que retrataba a todos los habitantes de Heber Springs (Arkansas) con resultados que trascienden lo que sería un retrato de de estudio convencional. Dicen que era poco amable, tal vez esto tenga que ver con la inquietud que reflejan sus fotografías. En 1970 el fotógrafo Peter Miller descubrió todos sus negativos y se encargó de preservarlos, catalogarlos y difundirlos. Como Vivian, los dos arrastran una historia envuelta de algunas nebulosidades y es más que probable que ninguno de los dos se imaginara que sus obras serían catalogadas como arte.
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