_
_
_
_
Porque lo digo yo
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Media faena

Daba miedo el fervor agresivo por lancear un toro, pero, acto seguido, también helaba la sangre el ministro de Justicia, Rafael Catalá, que sin ningún asomo de duda definía esta burricie como una tradición histórica y cultural

Elvira Lindo

Ver a la masa defendiendo la brutalidad provoca escalofríos. A algunos el espectáculo de la crueldad colectiva nos vuelve niños y tenemos que vencer ese miedo paralizante para defender aquello que pensamos. La brutalidad, ayer, estaba en Tordesillas.

Da igual que un pueblo, ¿qué es un pueblo?, apoye esta tradición vergonzosa a pesar de esos quinientos años con los que pretenden hacerla digerible. Veíamos en las noticias a los que, venciendo el miedo atávico a la masa, se presentaron el día de la siniestra celebración para tratar un año más de pararla. Daba miedo el fervor agresivo por lancear un toro, pero, acto seguido, también helaba la sangre el ministro de Justicia, Rafael Catalá, que sin ningún asomo de duda definía esta burricie como una tradición histórica y cultural.

Cultura es, para el gobierno, cualquier cosa. Cultura, según parece, es que los ciudadanos pongamos esta noche la tele que un día mereció el adjetivo de pública y nos encontremos con que se nos ofrece un mano a mano entre Bertín y Jesulín. Un acontecimiento cultural anunciado durante toda la semana como la entrevista al diestro “ídolo de las mujeres”.

Habrá a quien le interese creer que España es eso, que Andalucía es eso, que las niñas siguen soñando con toreros y las señoras con supuestos cantantes melódicos. Habrá, imagino, a quien le compense este espectáculo cañí para apuntalar la idea de la España rancia, pero no creo que sea esto lo que el espectador espera ver en una televisión pública.

El partido socialista ha prometido, si llega al poder, defender la ley contra el maltrato animal, pero sin sancionar al alcalde de Tordesillas. Lo que viene siendo dejar la faena a medias.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Elvira Lindo
Es escritora y guionista. Trabajó en RNE toda la década de los 80. Ganó el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil por 'Los Trapos Sucios' y el Biblioteca Breve por 'Una palabra tuya'. Otras novelas suyas son: 'Lo que me queda por vivir' y 'A corazón abierto'. Su último libro es 'En la boca del lobo'. Colabora en EL PAÍS y la Cadena SER.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_