_
_
_
_

La reaparición de Lula... vestido de presidiario

Las manifestaciones contra el Gobierno popularizan un muñeco del expresidente

Antonio Jiménez Barca

El pasado 16 de agosto, en el transcurso de una manifestación en Brasilia contra el Gobierno de Dilma Rousseff, nació el Pixuleco.Es un muñeco hinchable, de 12 metros de alto, que representa a Lula, con traje a rayas de presidiario, con cara de circunstancia y un número de serie en el pecho. La intención del grupo que lo promovió era criticar al carismático expresidente brasileño aludiendo a su posible —aunque aún no probada en ningún sitio— relación con la trama corrupta de Petrobras. El nombre del muñecote alude precisamente a la mordida o soborno que los altos cargos de la petrolera se llevaban a casa por permitir determinados contratos.

Dada la polarización política que envenena el país y la crispación política que vive la sociedad brasileña, el muñeco cobró fama rápido y fue reproducido en cientos de chistes y bromitas en Facebook y así. Tanta fama ganó que en una salida pública, esta vez en São Paulo, unos días después, el Pixuleco fue rajado por defensores del expresidente Lula en un conato de riña con los detractores. El globo quedó, desinflado y mustio, tirado en la calle, como víctima muda de esa polarización.

Pero revivió hace poco en Brasilia. Y acompañado de Pinóquia, una muñeca del mismo tamaño que representaba a la presidenta Dilma Rousseff y cuyo nombre no necesita mucha explicación. Los dos se alzaron unos minutos al aire de Brasilia, pero se desinflaron pronto, esta vez sin que nadie les pinchase: simplemente los organizadores no lograron mantenerlos de pie mucho más tiempo por pura física. El suficiente, con todo, para que los periódicos y las televisiones los registrasen y Pixuleco y su compañera aparecieran por todos lados simbolizando la protesta.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

La crisis brasileña, con la calificación del país al nivel del bono basura según un reciente dictamen de Standard & Poor’s, no es asunto de broma. O sí. Que se lo digan a los inventores de Pixuleco, que ahora venden el muñeco, en una versión reducida, por 20 reales (cinco euros).

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_