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El padre Roca, misionero salesiano de 81 años, atiende un concurso de preguntas y respuestas entre institutos celebrado las pasadas navidades en el centro juvenil de Don Bosco, en Adigrat, al norte de Etiopía. Este sacerdote llegó a esta misión a los 53 años y lleva 28 ayudando a las personas más vulnerables de esta ciudad a salir de la pobreza. Quiere acabar sus días aquí.
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Las tareas del padre Roca

Un sacerdote de mi edad puede celebrar misa, hacer confesiones y poca cosa más. Si vuelvo a España seré un retirado

Lola Hierro
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