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Bajo el síndrome de la ‘croqueta atómica’ iraní

Israel estuvo a punto de atacar a Irán en tres ocasiones durante los últimos años

Juan Carlos Sanz
Cartel anunciador de la película `Atomic Falafel´ en el centro de Tel Aviv.
Cartel anunciador de la película `Atomic Falafel´ en el centro de Tel Aviv.AHMAD GHARABLI (AFP)

“La Embajada de Irán en Israel abrirá pronto aquí sus puertas”. Un cartel que cubría una fachada en pleno centro de Tel Aviv desató la polémica la semana pasada después de más de 35 años de ruptura de relaciones con la República Islámica. Pronto se descubrió que se trataba de la estrategia publicitaria de los distribuidores de Atomic Falafel (La croqueta atómica), una película israelí en clave de humor sobre la relación en las redes sociales de una joven judía y una muchacha iraní para intentar evitar un enfrentamiento entre sus respectivas naciones.

“Es solo una comedia satírica que se burla del militarismo”, explicó Abraham Pirchi, productor del filme que se estrena el próximo 10 de septiembre. Los israelíes, con su primer ministro, Benjamín Netanyahu, a la cabeza, desconfían del acuerdo nuclear suscrito con Irán. Un 74% cree que Teherán acabará contando con el arma atómica, y un 47% se muestra partidario de impedírselo mediante una acción militar.

El anuncio gigante de Atomic Falafel ha coincidido con la revelación de que Israel estuvo a punto de atacar a Irán al menos en tres ocasiones, aunque el Gobierno de Netanyahu dio marcha atrás. Así se desprende del testimonio del entonces ministro de Defensa Ehud Barak en una grabación aireada por la televisión israelí. La cinta estaba en manos de los biógrafos de Barak, que también fue jefe del Estado Mayor del Ejército y primer ministro, y su difusión fue inusualmente autorizada por la censura militar.

Netanyahu y Barak ya habían dado luz verde a un ataque en 2010, pero los responsables de las Fuerzas Armadas argumentaron que no contaban aún con “capacidad operativa”. El Ejército dijo estar preparado en 2011. Sin embargo, dos ministros, entre ellos el actual titular de Defensa, Moshe Yaalon, bloquearon con su voto el ataque. En 2012 no había ningún impedimento, salvo que fuerzas de EE UU participaban en ese momento en unas maniobras conjuntas con Israel. “No podíamos ir en contra de los intereses norteamericanos”, admite Barak en la grabación para explicar la última suspensión conocida de un ataque israelí a Irán.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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