Cursillo de iniciación a la Liga española para 'dummies'

Para cualquier buen aficionado al fútbol ha terminado el periodo de hibernación: empieza la Liga. Durante los próximos nueve meses, nombres de cracks, fichajes de última hora, viejas rivalidades y polémicas arbitrales serán el pan nuestro de cada día para millones de hinchas. Mientras, la otra mitad de la población, la que nunca ha llegado a entender del todo qué es eso del fuera de juego, soportará estoicamente resúmenes informativos y airadas charlas de bar asintiendo educadamente sin comprender de qué se habla. Si está usted entre estos últimos, aquí tiene la guía definitiva para no quedarse (ejem) en fuera de juego.

¿Qué rayos es eso de las WAG?

Si en general el nivel de inglés en España es medio-alto (o sea, bajo) no es por el fútbol: en los estadios la lengua de Shakespeare se chapurrea constantemente. Pregunte a un aficionado al azar qué significa mister, corner o penalty y le responderá sin dudar que “entrenador”, “saque de esquina” y “penalti”. El último palabro que hay que manejar en este mundillo es WAG: si lo escucha en un bar no es que alguien se esté atragantando con un hueso de aceituna (bueno, a lo mejor sí), sino que se refiere a wives and girlfriends, o sea, las esposas y novias de los futbolistas.

En lo que a WAGs se refiere, esta temporada se han producido algunos cambios importantes: con las marchas de Iker Casillas y Mario Suárez a ligas extranjeras, nos hemos despedido de Sara Carbonero y Malena Costa. Pero eso no quiere decir que hayamos quedado huérfanos de WAGs: Sergio Ramos permanece finalmente en Madrid, lo mismo que su pareja, Pilar Rubio. Daniela Ospina (esposa de James Rodríguez), Sofía Balbi (de Luis Suárez), Erika Choperena (novia de Antoine Griezmann) y Yaiza Navarro (del valencianista Rodrigo Moreno) tampoco se han mudado esta temporada. ¿Nuevas incorporaciones? Izabel Andrijanic, novia de Mateo Kovacic, nuevo fichaje del Real Madrid, empieza a atraer muchas miradas. Se conocieron en una iglesia y ella dejó la carrera de Economía para seguir a su chico por el mundo. Sin perder de vista a las modelos Agustina Bascerano (novia de Pezzella, del Betis) y Sidonie Bienmont (del sevillista Rami).

¿Por qué el tamaño importa (en los auriculares)?

La vida del futbolista es dura: cada vez que se baja de un autobús se encuentra inevitablemente con hordas de seguidores coreando su nombre (y algunos, más osados, pretendiendo un selfie). Menos mal que existen los auriculares, cuya finalidad principal no es llevar música a sus oídos sino aislar del mundanal ruido; es decir, poner una barrera (acústica) entre la estrella del balón y la plebe. ¿No sería más educado dedicar cinco minutillos a firmar autógrafos a los pacientes fans y no ser un maledudado que pasa como un rayo con sus auriculares puestos para ignorar a los seguidores?

Hasta este nimio gadget está envuelto en polémica, como tantas cosas del fútbol. En el Mundial del Brasil del año pasado la FIFA prohibió a los jugadores que usaran los de la marca Beats (diseñados por el rapero Dr. Dre) porque Sony era uno de sus patrocinadores. Este mismo verano, el entrenador del Stuttgart alemán les ha dicho a sus pupilos que ni se les ocurra ponerse eso en las orejas: en su opinión, unos auriculares XXL en jugadores de 1,70 es absolutamente ridículo.

¡Cuide ese lenguaje!

El fútbol tiene sus propios códigos, incluso lingüísticos. Por ejemplo, es habitual referirse al conjunto de jugadores de un equipo por los colores de su camiseta: “los blancos”, “los rojiblancos” o “los blanquiazules”. Sin embargo, cuando la referencia es a los futbolistas del FC Barcelona, la referencia se hace casi siempre en singular: “los azulgrana” (aunque la fundación Fundéu, asesorada por la RAE, recomiende el plural: pero “el fútbol es así”). Por cierto, evite describir el color del Getafe como azul: es “azulón” y no se hable más. Ponga cuidado también en elegir el artículo antes de mencionar un equipo: coloquialmente se habla de “el Betis” o “el Sporting”, pero cuando se trata de Osasuna más vale ahorrárselo: “Gran primera parte de Osasuna”, mandan los cánones radiofónicos. Pequeños detalles que distinguen a un seguidor avezado de un espectador ocasional.

Camiseta de jamón contra camiseta de brócoli

Arranca el campeonato y es momento de acudir al estadio con la camiseta de su equipo, recién lavada y planchada, y prácticamente nueva, porque no hace ni un año que pagó 100 euros por ella. Y, sin embargo, cuando los jugadores saltan al césped, ¡sorpresa!: la camiseta oficial ha cambiado. De hecho, puede que se parezca bastante poco a esa que usted luce con orgullo y devoción. Sí, las camisetas de los equipos son como los teléfonos móviles: algo en lo que uno invierte una respetable cantidad de dinero sabiendo que al poco tiempo quedará obsoleto.

Esta temporada los cambios son sustanciales. La elástica del FC Barcelona sitúa las franjas azules y granates en horizontal. La del Atlético de Madrid es completamente roja por detrás (sin rayas blancas), lo que hace que, de espaldas, sus jugadores se confundan con los del Osasuna. Para liarla más, la segunda equipación del Sevilla sí que es rojiblanca. Ah, el tema de las segundas equipaciones: la del Rayo Vallecano, negra, incluye una franja diagonal arcoíris, en apoyo de diversas causas sociales. Aunque ninguna puede compararse a la del Elche (2ª división), una bandera de España.

En lo que a diseño se refiere, las divisiones inferiores son como las pasarelas de moda alternativas: vivero de la experimentación. Los jugadores del CD Guijuelo (2ª división B) se enfundarán un apetitoso estampado de lonchas de jamón, mientras que los de La Hoya Lorca CF añaden a su estampado de brócoli (en serio) el inquietante mensaje: “Necesitamos agua”. (Aunque también milita en 2ª B, La Hoya lo hace en un grupo distinto al Guijuelo, lo que impide que podamos asistir a un duelo gastronómico de primer nivel). El colmo de lo kitch, el uniforme del AD Caravaca, de la 3ª división: un homenaje a la fiesta de los Caballos del Vino, que simula un pañuelo al cuello y un fajín en el pantalón.

Las ausencias de Casillas y Xavi

Si esta temporada no escucha en las frenéticas retransmisiones deportivas los nombres de Iker Casillas y Xavi Hernández no es por un fallo en su receptor: estos dos grandes del fútbol español han hecho las maletas rumbo a ligas internacionales. El emblemático guardameta se fue de una forma bastante chusca del Real Madrid, donde había desarrollado toda su carrera, y ahora defiende la portería del Oporto. Mientras, su amigo Xavi, tras 17 años en el FC Barcelona, despliega su talento en el Al Sadd de Qatar. Recordemos que juntos ganaron un Mundial y dos Eurocopas.

¿Cada cuánto se dan el tinte Griezmann y Torres?

Mucho se critica el acicalamiento capilar del madridista Cristiano Ronaldo, pero ¿qué pasa en su eterno rival? ¿Han recibido en el vestuario a una vendedora de L’Oreal París? Excepto por la reciente incorporación del colombiano Jackson Martínez, los cabellos rubios predominan en la delantera del Atlético de Madrid. El francés Antoine Griezmann opta por el pelo corto por los lados y una especie de cola de castor en la parte superior de color rubio platino, mientras que Fernando Torres, que parece haber donado su cabeza a la peluquería, recurre habitualmente a unas mechas rubio ceniza muy británicas. En una tarde soleada los destellos de ambos probablemente interfieran en la visibilidad del guardameta rival.

Los hijos pródigos

Unos se van y otros regresan. Roberto Soldado, futbolista nómada donde los haya (Valencia, Real Madrid, Getafe, Osasuna), vuelve para jugar en el Villarreal después de dos años en el Tottenham Hotspur de la Liga inglesa. El lateral izquierdo brasileño Filipe Luis, que abandonó la disciplina (curiosa expresión) del Atlético de Madrid el verano pasado para cumplir su sueño de jugar también en Inglaterra (en el Chelsea), ha retornado al equipo rojiblanco. Otro viejo conocido es el holandés Rafael Van der Vaart, que levantó pasiones en el Bernabéu, y ha firmado un contrato con el Betis. Pendientes de resolución están los casos de David De Gea, canterano del Atlético que se largó al Manchester United y ahora puede regresar a Madrid (solo que al equipo rival), y el mítico Joaquín, hasta ahora en la Fiorentina, y al que echan mucho de menos en el Betis.

Pocos fichajes rimbombantes

¿Es que ya no quedan cracks a quienes fichar? Real Madrid y FC Barcelona, que cada verano contratan a un buen número de fenómenos mundiales, este verano han sido comedidos (de momento) en sus fichajes. El Barça por imperativo legal: la FIFA lo sancionó sin poder fichar durante 2015, y aun así se ha hecho con los servicios de Arda Turan y Aleix Vidal (aunque no podrán jugar hasta enero). Kovacic y Danilo han sido los fichajes estrella del Real Madrid (a la espera de que resuelva el atascado traspaso de De Gea). Así las cosas, Atlético y Valencia han sido los más espléndidos a la hora de rascarse el bolsillo: el club del Manzanares contratando al colombiano Jackson Martínez y recuperando a Filipe Luis, y el equipo de Mestalla trayéndose a media plantilla del Benfica y haciendo efectivo el fichaje de Negredo (que ya jugó cedido la temporada pasada).

¿Por qué los futbolistas se tatúan el antebrazo y la pierna contraria?

Seguramente nada hace más gracia en el vestuario de un equipo de fútbol que un jugador sin tatuajes. La piel tintada es inherente a la estrella del balompié, y resulta fácil imaginar esas escenas al borde de las duchas en las que los futbolistas, en íntima masculinidad, comentan, comparan y miden las obras de arte que exhiben en diversas partes de su anatomía. Una de las ventajas que tienen es que pueden tatuarse su herramienta de trabajo, cosa difícil en otros gremios. Es más, da la impresión de que quien se tatúa la pierna derecha elige el brazo izquierdo para decorárselo, y viceversa. Tal vez se debe a alguna de sus muchas supersticiones, una simple manía (como la de los bailarines que se remangan exclusivamente una pernera) o a una constatación científica: quién sabe si la tinta acumulada solo en una mitad del cuerpo podría perjudicar su estabilidad.

El lío de las retransmisiones

Dónde echan los partidos de fútbol es un asunto de cierta enjundia. ¡En el bar de abajo!, dirán algunos. Vale, sí. En el fondo es más complicado: las plataformas de televisión de pago (Movistar+, Vodafone, Orange) apuran ofertas y rebajas para atraer suscriptores. TVE retransmitirá un partido en abierto cada semana, pero nunca de los equipos que disputan competiciones europeas. Y luego está el conflicto de los resúmenes: solo TVE tiene los derechos, aunque la Liga permite al resto de canales emitir un máximo de 90 segundos de cada partido. ¿Se imagina un marcador de 5-5 y la rapidez con que veríamos los goles en el resumen? Programas como el de los Manolos, de Cuatro, que se basan en analizar multitud de pequeños detalles de cada encuentro, están que trinan.

El primer chino de la Liga

Tantos años aprendiendo chino pueden servir de algo si vive en Vallecas. Podrá pedirle un autógrafo en su lengua materna a Zhang Chengdong, de 26 años, extremo derecho y primer chino que disputará la Liga española. Experiencia no le falta: ha pasado por Italia, Portugal y Alemania antes de recalar en el aguerrido equipo madrileño. Le precede la controversia: al parecer, su incorporación ha sido impuesta por el nuevo patrocinador del equipo, la empresa china de tecnología móvil QBao, cuyo indescifrable logo también adorna la camiseta de la Real Sociedad. Si jugará algún minuto es algo que está por ver: el entrenador del Rayo, Paco Jémez, ha dicho que su fichaje le ha “sentado como un tiro”. Pobre Zhang, qué culpa tendrá él.

¿Cuántas horas a la semana entrenan el baile de celebración James y Marcelo?

No se sabe bien por qué, pero después de marcar un gol a algunos jugadores les da por ponerse a bailar. ¿Se imaginan a CR7 ejecutando una polka o a Messi y Neymar girando en un vals? Igual de absurdo es verlos bailando el ras tas tas, la coreografía que James, Marcelo y Cristiano Ronaldo han realizado sobre el césped en más de una ocasión. Por si no lo sabe, el ras tas tas es un ritmo que puso de moda en Colombia el grupo Cali Flow Latino. Por favor, que alguien haga desaparecer ese iPod pernicioso del vestuario blanco. Nos queda una duda: solo un minucioso ensayo previo permite la perfecta sincronía a la hora de perpetrar estos bailes. ¿Dónde lo ensayan? ¿De verdad que eso ocurre en los vestuarios? Entre los ensayos y la gomina, ¿queda tiempo para una ducha rápida?

¿Qué significa lo de fair play financiero?

Allá donde vayamos, la palabra “financiero” nos persigue: también en el fútbol. Esto del fair play de las cuentas del fútbol es algo que se ha sacado de la manga la UEFA para exigir a los clubes que a partir de ahora se corten un pelo con lo que gastan en fichajes. La clave, según el organismo que preside Michel Platini, es ingresar más de lo que se gasta. Hasta ahora había equipos que gastaban y gastaban, se endeudaban… con la única consecuencia de, apoyados en sus millonarias plantillas, se paseaban en las competiciones. ¿Casta balompédica? Puede ser. Si se respeta ese juego limpio monetario igual hasta hay más igualdad en los torneos.