Humor, pop y trolls contra el Estado Islámico
Hay gente que planta cara al ISIS, pero no precisamente con balas
El Estado Islámico (ISIS en sus siglas anglosajonas): esa maquinaria terrorista cuyo funcionamiento aún no acabamos de comprender completamente. Claro que no estamos solos, los líderes mundiales no acaban de pillarle el tranquillo y, ¿acaso no fue la mismísima CNN la que hace unos meses confundió una bandera negra con dibujos de consoladores por la del Estado Islámico en el último Orgullo Gay de Londres?
Pero mientras los occidentales nos rompemos la cabeza intentado asimilar la complejidad y repercusiones de quienes dominan ya en Irak y Siria un territorio más grande que Reino Unido, otros llevan tiempo plantándoles cara. Y no precisamente con balas.
La guerra contra el Estado Islámico está constantemente documentada, en los grandes medios, pero también en primera persona gracias a las redes sociales y a blogs como bijikurdistan y m4zlum donde los propios protagonistas kurdos relatan periódicamente sus vivencias.
En una lucha en la que el 40% del YPG (Unidades de Protección Popular de Kurdistán) es femenino, es precisamente otra mujer la que ha decidido tomar su voz y el pop como misil para alentar a sus compatriotas (y al mundo entero) a resistir al enemigo.
Helly Luv nació en Irán en 1988, de niña, huyó con su familia del asedio de Saddam Hussein al pueblo kurdo refugiándose en Finlandia, se mudó a Los Ángeles a los 18 años para cumplir su sueño de ser cantante, y ahora vuelve a su tierra natal para motivar con pop y letras de unidad y fuerza la lucha de sus compatriotas.
En el videoclip de Revolution, grabado a menos de dos kilómetros del ejército del Estado Islámico, una Luv guerrera de pelo en llamas y maquillaje contundente le planta cara a los tanques y las balas con tambores, ritmos pegadizos y coreografía militar como única arma.
La cantante, bautizada por la prensa internacional como la Shakira kurda, afirma no tener miedo a la represalias que el Estado Islámico pueda tomar contra ella, a pesar de la multitud de amenazas de muerte que ha recibido tanto ella como su familia.
No es la única que ha decidido armarse de pop para defender su pueblo, ahí están ejemplos como Hozan Alin, que también representa a las fuerzas de resistencia femeninas kurdas en su videoclip para Bilbilê Dilşad, en el que, por alguna extraña razón que no somos capaces de descifrar, la cantante se deja rodear de varios individuos con la careta del asesino de la saga Scream.
Puede ser perfectamente una muestra más del humor como arma bélica.
Cuando el legendario programa de humor norteamericano Saturday Night Live emitió una pieza humorística sobre los adolescentes occidentales que se unían al grupo terrorista, gran parte de su audiencia temió reírse ante la duda: ¿se pueden hacer bromas con esto? Tal es el cacao mental que tenemos con el Estado Islámico que aún no tenemos claro hasta qué punto podemos reírnos a o no si él está en la ecuación.
Pero, debates sobre los límites del humor a parte, éste puede ser un arma compleja e incisiva capaz de infligir más daño que cualquier tanque. Especialmente si la broma va dirigida inequívocamente a hacer sátira del objetivo principal y se convierte en un fenómeno viral. Esto es precisamente lo que le pasó a una serie de videos creados en Oriente Medio que utilizaban los himnos yihadistas que el grupo terrorista utiliza en sus videos de propaganda como fondo de las más ridículas imágenes posibles: bailes esperpénticamente hilarantes, animales danzarines, flash mobs y hasta una versión ardillizada que seguro que a los miembros del Estado Islámico, al contrario que a gran parte de la red, no les hizo ninguna gracia.
Como estamos seguros de que tampoco les hizo ninguna gracia el chasco que se llevaron al descubrir que las novias por correo que habían pedido vía internet, no pensaban llegar nunca.
Es lo que tienen las redes sociales. Nunca sabes si la chica a la que has convencido para que deje su vida en Rusia y se una a ti en cuerpo y alma, es en realidad un troll que, tras recibir el dinero enviado para la compra de pasajes a Siria, te bloqueará para pasar a la siguiente víctima.
Desconocemos hasta qué punto la estrategia de las tres chicas chechenas que timaron de esta manera a militantes del Estado Islámico miles de euros, estaba motivada por la lucha no armada con el estado de terror impuesto por sus víctimas, o por un simple afán monetario. Lo que sí sabemos es que, consciente o inconscientemente, han puesto su granito de arena en la lucha no balística contra el gigante terrorista.
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