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red de expertos planeta futuro
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Compartamos costes, compartamos beneficios

Si no averigüamos cómo financiar las acciones para lograr los ODS, estos quedarán en una simple lista de deseos y aspiraciones

Los miembros del Club de Madrid han seguido con gran interés el proceso de la Agenda Post-2015 y el proceso de la Financiación para el Desarrollo. Este momento es una oportunidad irrepetible para establecer una visión positiva, justa, inclusiva, sin dejar a nadie atrás y en pleno respeto por el planeta para los próximos 15 años. Estamos ilusionados por los progresos alcanzados en las negociaciones y felicitamos a todos los que han participado en ellas. Sin embargo, somos también conscientes de que la tercera sesión de negociaciones sobre el documento final de la Cumbre de Financiación para el Desarrollo no ha sido capaz, a pesar de las sesiones extras de trabajo, de finalizar el proceso de redacción.

Como co-presidentes del Proyecto del Club de Madrid por una Sociedad Inclusiva, reconocemos los esfuerzos que se están realizado y, en este sentido, exhortamos a los Estados miembros a mantener en el centro de sus negociaciones el principio de la búsqueda de un resultado eficaz y duradero sólo realizable a través de un enfoque incluyente que refleje plenamente las preocupaciones e intereses de todas las partes interesadas. Nos parece especialmente alentador el reconocimiento repetido en las negociaciones de la importancia que tiene la participación, el respeto a los intereses de todos los sectores de la sociedad, o, como se dice, a "la construcción de una Sociedad Inclusiva". Creemos que es a través de un enfoque inclusivo se pueden alcanzar los objetivos en los años por venir.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible propuestos y la Agenda ya reflejan ese enfoque, y parecen ser susceptibles de recibir aceptación en la Cumbre de las Naciones Unidas en el mes de septiembre. Sin embargo, se ha reconocido desde hace tiempo que el mayor desafío que enfrenta el proceso de desarrollo Post-2015 es la cuestión de la financiación, por lo que todavía existe mucha incertidumbre sobre cómo se financiarán las acciones necesarias para alcanzar los Objetivos. Lamentablemente, si no somos capaces de responder a esa pregunta, corremos el riesgo de que los objetivos se conviertan en una simple lista de deseos y aspiraciones.

Por lo tanto, los debates actuales sobre la Financiación para el Desarrollo son fundamentales y la Cumbre en Addis Abeba de julio representará una de las últimas oportunidades, si no la última, para llegar a un consenso sobre el camino a seguir.

Los debates sobre la Financiación para el Desarrollo son fundamentales

Instamos a todos los participantes en este proceso a trabajar para que este sea un momento decisivo en el progreso de nuestro planeta, capaz de dejar un legado en beneficio de las generaciones futuras. Asímismo, nos tomamos la libertad de hacer algunos comentarios sobre los medios necesarios para resolver los asuntos pendientes.

Nuevas perspectivas sobre los desafíos

Como resultado de las discusiones en curso con participantes claves en el proceso Post-2015 reconocemos que existe muy buena voluntad entre los Estados para crear un marco de largo plazo para la Financiación para el Desarrollo.

Sin embargo identificamos una serie de modos de pensar que inhiben el progreso hacia un resultado exitoso.

1. Nos preocupa la propensión de algunas partes a presentar sus argumentos en términos de su solución específica, lo que normalmente significa responsabilizar a los demás: las economías desarrolladas deben comprometerse a brindar ayuda al desarrollo en el extranjero en el nivel del 0,7% del PIB; las economías en desarrollo deben aumentar su base impositiva; el sector empresarial tiene que contribuir más, tanto a través de mayor inversión como de la filantropía; o ampliar la economía social y solidaria.

Las negociaciones podrían fácilmente quedarse bloqueadas en enfrentamientos entre estas y otras perspectivas. Sin embargo, ninguna estrategia única generará el nivel de financiación necesario. Tampoco es razonable esperar que algunas partes de la comunidad internacional asuman los costes del desarrollo, si otros grupos de interés no están dispuestos a aportar su contribución.

Por eso es importante que las partes aseguren que el debate continúa siendo una preocupación compartida que requerirá un resultado múltiple en varios niveles.

2. Un segundo peligro es que el debate se reduzca a cómo desbloquear fuentes adicionales de financiación, sin tener en cuento que la arquitectura financiera global existente drena fondos fuera del sistema y en particular fuera de los países en desarrollo. Si bien existen numerosas referencias a estas cuestiones en el proyecto actual, nos decepciona que haya decidido eliminar de los últimos borradores una frase clave en el apartado 1 del Proyecto Zero, que parecía resumir el objetivo de todo el proceso Post-2015 y que lo distinguía del proceso de Desarrollo del Milenio:

“Nos comprometemos.... a construir un sistema económico mundial incluyente y equitativo, donde ningún país o persona sea dejado atrás”.

Los paraísos fiscales, las cláusulas abusivas de comercio, los sistemas débiles de gobernanza mundial y nacional, la corrupción, la ausencia de contabilidad de costos ambientales en los proyectos públicos y privados son sólo algunas de las razones por las que los recursos son apartados del desarrollo. Esto es importante no sólo para pensar en correcciones, sino también para considerar las causas de la falta de fondos a fin de encontrar respuestas políticas y jurídicas adecuadas.

De ello se desprende que también deben existir mecanismos sólidos e inclusivos para facilitar la aplicación y revisión de las medidas que se acuerden.

3. En tercer lugar, existe el peligro de que el suministro de recursos para el desarrollo (ya sea a través de la AOD, la fiscalidad o como parte de la responsabilidad social empresarial), se percibe como una carga más que una oportunidad. Si la Financiación para el Desarrollo es vista como una carga, o si se presenta a los Estados, contribuyentes, empresas y accionistas como un deber moral, el apoyo será entonces a regañadientes y en un nivel mínimo. También se justifica como un medio para lograr el reconocimiento público o ventaja económica y política como resultado de la generosidad. Tales actitudes no estimulan la Financiación para el Desarrollo, así que es importante presentarla de una manera positiva y como algo que generará beneficios no sólo en el destinatario de los fondos para el desarrollo, sino para todos nosotros, destacando los beneficios para las generaciones futuras.

Existe una amplia evidencia de que todos nos beneficiamos si los países más pobres y los grupos más desfavorecidos dentro de todos los países, son capaces de lograr progreso económico y social: los mercados se expanden, las tensiones sociales y los problemas de seguridad se reducen, y la resiliencia aumenta junto a una correspondiente disminución en la necesidad y la dependencia de la ayuda humanitaria. En consecuencia, existe un retorno efectivo humano y económico de la inversión y del apoyo proporcionado.

Creemos que la manera de superar estos desafíos es a través de un enfoque positivo, multifacético e incluyente a la Financiación para el Desarrollo, que podría propiciar un fuerte apoyo y facilitar así el resultado deseado de la Cumbre. Este enfoque integrador ha sido un objetivo permanente de los miembros del Club de Madrid, y a través de su Proyecto por una Sociedad Inclusiva, se ha preocupado de construir sociedades más inclusivas a nivel nacional y una comunidad global más inclusiva.

Con sus socios, Friedrich Ebert Stiftung y el Centre of Concern, el Proyecto por una Sociedad Inclusiva convocó a expertos de las principales organizaciones intergubernamentales globales y regionales, quienes en conjunto desarrollaron el documento Agenda Global por una Sociedad Inclusiva en el que se recogen los puntos principales de este nuevo marco. Recomendamos vivamente esta Agenda a la Cumbre pues aborda las amenazas ya esbozadas en esta carta. Sólo queda mencionar que no pretende ser un proyecto terminado y listo para ser puesto en práctica, sino una referencia sobre la forma que podría tomar dicha Agenda si se negociara por los Estados partes.

En conclusión, y para reiterar nuestro mensaje central, hacemos un llamamiento a los Estados partes a garantizar que los debates finales sobre la Financiación para el Desarrollo persigan soluciones a varios niveles, inclusivas y multidisciplinares, ya que esta es la base sobre la que se podría alcanzar un resultado positivo.

Valdis Birkavs es Primer Ministro de Letonia (1993-1994) y Miembro del Club de Madrid

Chandrika Kumaratunga es Presidenta de Sri Lanka (1994-2005) y Miembro del Club de Madrid

Cassan Uteem es Presidente de la República de Mauricio (1992-1997; 1997-2002) y Miembro del Club de Madrid

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