Arquitectos ampliando su profesión 2: de Seúl a Nueva York
Casa en Seul para los actores Lee Bo Young y Ji Sung de Iván Pazos
Iván Pazos (Pontevedra, 1973) vive en Nueva York, pero trabaja en medio mundo. Es un arquitecto de su tiempo. Lo ha probado casi todo: trabajar para una firma grande como Skidmore Owings y Merrill (SOM) y formar parte de un estudio de los denominados creativos, como el de Peter Eisenman. Da clase y construye. Tiene estudio propio y se ha especializado en interiorismo
¿Qué le llevo a trabajar fuera? Al terminar arquitectura y tras trabajar brevemente en España, me fui a Nueva York a estudiar un máster. Al terminarlo encontré trabajo allí y permanecí 10 años. En 2010 me ofrecieron dar clases de arquitectura en Seúl y me fui a Asia. Hoy en día compagino mis actividades entre Seúl, Tokio y Nueva York.
¿Qué tipo de trabajo hace? He trabajado en oficinas grandes de arquitectura, dando clases en la universidad y en mi propia práctica profesional. En Nueva York trabajé para Peter Eisenman y Skidmore, Owings and Merrill (SOM) como jefe de equipo. He sido profesor asociado de proyectos y representación arquitectónica en Corea del Sur y, en mi práctica independiente profesional, hago mayoritariamente proyectos de interiorismo en Seúl y Tokio.
¿Es más difícil conseguir clientes en un país que no es el suyo? Es complicado, mucho más en otro país. Al principio fui capaz de conseguir algún trabajillo pequeño a través de contactos personales, pero posteriormente decidí especializar mi practica en interiorismo comercial y hacer marketing activo a través de internet, intentando contactar con gente que pudiera ser cliente potencial, incluso participé en programas de televisión y poco a poco fueron saliendo cosas. Con todo, aún me veo obligado a compaginar mis propios proyectos con trabajos de colaboración con otros arquitectos.
¿Por qué cree que lo eligieron a usted? En principio por las cualificaciones y relaciones profesionales que he ido desarrollando a lo largo de mi carrera. Haber estudiado un máster en Columbia University y el hecho de que tengo licencia de arquitecto Nueva York me han abierto muchísimas puertas tanto en los EEUU como en Asia.
¿Está bien remunerado? Siempre he estado bastante bien remunerado, tanto en EEUU como en Asia, aunque dentro de los baremos de un sueldo. No he sentido ninguna discriminación salarial o de oportunidades por ser extranjero, aunque hay que decir que el haber estudiado en el país donde se trabaja, y el tener cualificaciones profesionales en dicho país marca una gran diferencia. Fui unos de los jefes de contratación en SOM en Nueva York y les pagábamos lo mismo a los extranjeros que a los americanos, las diferencias salariales se basaban en las cualificaciones profesionales y experiencias previas, no en la nacionalidad.
¿Qué ha sido mejor y que peor de lo que esperaba? La verdad es que nunca esperé nada en particular al irme. Me fui en los buenos momentos de la arquitectura española, en medio de la burbuja inmobiliaria. No fue por necesidad fue más por la aventura. Al principio siempre es difícil, lo importante es adaptarse a la cultura en la que vives y trabajar duro, ser humilde y tratar de integrarte y entender sus puntos de vista.
¿Ha cambiado trabajar fuera su idea de lo que es la arquitectura? Si, muchísimo. En la Escuela, en España, nos ensenaban a ver las cosas de una sola manera, como si solo hubiera una forma correcta de hacer arquitectura. En Nueva York, mi visión de la arquitectura cambió totalmente, y en Asia cambio de nuevo. Aprendí que hay muchos puntos de vista diferentes, y que todos pueden ser correctos o erróneos.
¿Ha crecido más profesional o personalmente? Ambos. Personalmente, he conocido a mucha gente en muchísimos países, entiendo y respeto profundamente culturas muy diferentes. Profesionalmente, he tenido la oportunidad de trabajar con gente fantástica, en proyectos increíbles por todo el mundo.
¿Espera volver a trabajar en España? De momento pienso mantener mis actividades profesionales entre Tokio, Seúl y Nueva York. Creo que en España hay en estos momentos un exceso de arquitectos y que las oportunidades son limitadas.
¿Qué cambiaria en los planes de estudios, que les diría a los alumnos? En España la carrera es muy dura, pero se exige mucho y se enseña poco, debido principalmente a que las Escuelas están muy masificadas. En los EEUU me sorprendió muchísimo que fuéramos solo 10 alumnos por clase, y los profesores eran afables, se volcaban en enseñar y no suspendían a la gente. Mi experiencia de profesor en Corea del Sur ha sido parecida. Hay entre 10 y 15 alumnos por clase. El trato es cordial y nos esforzamos por motivar al alumnado y crear en ellos interés por los proyectos y las asignaturas. Soy un defensor de un sistema educativo donde se valore la motivación, la innovación, el emprendimiento, el dialogo profesor-alumno al mismo nivel y donde básicamente se aprenda y se disfrute aprendiendo.
Galería de arte Tally Beck. Nueva York obra de Iván Pazos
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