Transmitir calma sin tener luz
FOTO: David Cardelús
El cliente del interiorista Agustí Costa es una empresa que se autodefine como “promotora de salud por procedimientos pacíficos”, una especie de centro de homeopatía que le pidió transformar un garaje en una consulta de medicina alternativa. Lo que Costa hizo fue intentar trasladar ese carácter sano y alternativo a los espacios con “soluciones directas sobre las maltratadas superficies del antiguo garaje”. También buscó iluminar con la escasa luz que entraba por la zona de acceso y evitar que el espacio interior se leyera como un espacio encerrado. Así, sin borrar huellas y rescatando texturas, con más color que preciosismo, Costa rompió el carácter anodino y neutro de las consultas médicas.
Las sensaciones priman en esta consulta por encima del impacto. Fue el bajo presupuesto lo que exigió que el propio Costa se implicara, como suele hacer, en el diseño de los muebles y en la elección de los asientos. Así, la parte económica terminó de decidir la intervención: ni falsos techos ni reconstrucción de paramentos. Limpieza, saneamiento y pintura. Para el techo, Costa empleó esterilla de madera natural ignífuga. Los descuelgues parabólicos alojan los aparatos de climatización, que desaguan a través de unos tubos negros. Los revestimientos verticales, en algunas paredes interiores, son de DM ignífugo y están retroiluminados. También las cortinas son ignífugas. El resto de la iluminación va colgada -con bombillas esféricas de fluorescencia- o está empotrada –con LEDS en el travesaño superior de las puertas-. El resultado es un espacio ambientado pero sin disfraz en el que la low tech aspira a una alta sutileza.
Toda la intervención es desmontable. Eso permitirá, si es necesario, introducir cambios con facilidad.
Coste del proyecto según interiorista: 572 euros por metro cuadrado incluidas instalaciones y mobiliario.
Babelia
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