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Tentaciones
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“No le debemos nada a ningún partido”

Pablo Und Destruktion se enorgullece de no rendir pleitesía a ninguna organización o estado. Hoy lleva a Madrid su canción politizada y dandi

Hay muy pocos músicos que puedan combinar anarquismo y dandismo en un discurso sólido, y uno de ellos llega desde la Asturias rural. Pablo Und Destruktion sorprendió con su interpretación visceral de la figura del cantautor con Animal con parachoques (2012) y, sobre todo, con un Sangrín (2014) en los que convivían el poeta y político ruso Limónov, el Rey Pelayo y la maltrecha historia de España. Vigorexia emocional le da una vuelta de tuerca más a su discurso, tratando desde la perspectiva de crooner decadente el tema del amor y, muy especialmente, del desamor. Antes de su concierto de Madrid (11 de junio, Teatro Lara), hablamos con este antiguo estudiante de veterinaria (“elegí esa carrera porque era científica y práctica y la dejé cuando me di cuenta de que yo era poético e inútil”) de contradicción, religión y de por qué todas las canciones son políticas.

Se ha comentado mucho que, si Sangrín era un disco político, Vigorexia emocional está más centrado en el amor y el desamor. ¿Necesitas que cada disco esté basado en tus experiencias personales del momento?

La experiencia personal me ayuda a transformar mis inquietudes en canciones. Suelo pasar varios meses dando vueltas a ciertas ideas que me rondan por la mente y que alimento con libros, música, cine y otras referencias, pero que no acabo de comprender hasta que las vivo intensamente gracias a experiencias reales y no solo simbólicas.

Durante este proceso vital suelen aparecer ángeles y demonios que me acompañan y que cada vez se hacen más grandes. Yo siento que ellos van creciendo, sentados en mis hombros durante todo la fase de estudio, y que solo me abandonan cuando consigo hacer la canción y terminar la catarsis.

Muchos músicos han introducido temas políticos o sociales en su obra en los últimos años. Que lo hagan ahora, ¿es una tendencia que pasará, o está cambiando dentro de la música pop la reticencia a hablar de este tipo de temas?

Creo que es algo cíclico y que no podemos evitar ser políticos. Para mí todas las canciones son políticas y nos muestran una forma de entender y organizar el mundo. Una canción de gangster rap te está dando una visión política del mundo, igual que el hedonismo del bakalao o el romanticismo de Chenoa. Todo es doctrina. Ahora estamos en una fase en la que algunos grupos hacen música política con voluntad transformadora y lo asumen públicamente. Tienen sus razones y son respetables y útiles para ese cambio pero, como todo en la vida, pasará y se transformará en otra cosa para dentro de unos años volver y continuar con la rueda de la fortuna.

¿Por qué crees que ha existido en tantos círculos esa reticencia a que la música toque temáticas abiertamente políticas? Recuerdo lo que contaba Nacho Vegas de que en Eliminator Jr. Le gritaban “¡panfleto!” cuando hablaba de insumisión o de huelgas.

Esa gente estaba siendo política, estaba reclamando su derecho a la fiesta y al hedonismo extremo, algo contrario a lo propuesto por las políticas de izquierda de la época y que las ha transformado. Creo que ese momento de hedonismo y liberalismo ha repercutido positivamente en el discurso social y lo ha humanizado profundamente. Los partidos de izquierda se dieron cuenta de que era importante cuidar las formas y el mensaje y de que se debía respetar la libertad individual en cuestiones culturales si se quería ganar votos o fieles. Por otra parte, los individuos de clase trabajadora se dieron cuenta de que el hedonismo permanente era insostenible y de que debían encontrar un camino común para defenderse de los más poderosos. Creo que en esos conciertos y en esas borracheras se estaba produciendo un diálogo instintivo serio y que ha tenido repercusión social.

Hemos pasado de un panorama en el que la política era algo casi tabú en ciertos círculos a un momento en el que está presente en todas las conversaciones, en la TV, etc. Tú has criticado esa “utilización” de la política. ¿Por qué solo se asocia política a “partidos políticos”? ¿Cómo se puede cambiar esa percepción?

"Yo no rindo pleitesía a ningún estado u organización, velo por mis intereses y los de mi tribu"

Creo que la política explica todas nuestras relaciones sociales ya que están impregnadas, en mayor o menor medida, por el poder. Yo no rindo pleitesía a ningún estado u organización y velo por mis intereses y los de mi tribu, la gente que realmente está dispuesta a limpiarme el culo y a darme de comer si realmente lo necesito. Por eso me doy cuenta de que la política no está solo dentro de los palacios y de los parlamentos, está en mi local de ensayo, en las fábricas, en los garajes. Yo asumo una posición de defensa y desconfianza total que no es dolorosa pero que te obliga a organizarte, autogestionarte y luchar por tus intereses y los de la gente que te ha demostrado lealtad, amor y respeto. Creo que así es la vida y que nadie nos va a venir a solucionar nuestros problemas de forma gratuita. Luego pasarán la factura y yo no quiero estar en deuda con nadie, porque esa es la base de la moderna esclavitud.

Por esa razón los partidos políticos me parecen cosas de palacio, útiles en esa esfera de poder pero muy poco representativos en la intimidad política. Para cambiar esa percepción y apropiarse de la política es necesario pasar a la acción, perder el miedo y ganar un profundo sentimiento de dignidad. Durante estos años yo me he enfrentado a la falta de expectativas laborales, a la pobreza, a los males de amores y a la traiciones, a la muerte y gracias a ello les he perdido el miedo y me he dado cuenta de que se puede vivir en otros términos y con otras normas más humanas y dignas que nunca estarán escritas y que solo se comprenderán por medio de la experiencia consciente. Creo que millones de personas han experimentado de forma consciente lo mismo que yo y otras cosas mucho más duras, y que esa es la razón del cambio que está aconteciendo en nuestro país. No le debemos nada a ningún partido, si España cambia lo hace por las personas que han sufrido y se han hartado.

En este sentido creo que el resultado de las últimas elecciones demuestra que las personas se fían más de agrupaciones ciudadanas, como las que han triunfado en Madrid o Barcelona, que de partidos políticos nuevos o viejos. Me alegra el giro que ha tomado la política pero creo que siguen siendo cosas de palacio. Me alegra, de la misma forma que me alegra que Letizia compre libros de Alan Moore, pero no creo que por sí mismo vaya a cambiar el enorme problema social, político y cultural que vivimos en España y en el mundo, en el mejor de los casos será una herramienta más para ese cambio que es responsabilidad de cada humano que pisa el planeta.

Otra reticencia histórica del pop español es incluir elementos del folclore popular, algo que tu has hecho de manera muy visible. ¿De dónde crees que nace ese rechazo a la tradición popular propia, sustituido por un sonido anglosajón?

Cuando terminó la Segunda Guerra Mundial, Estado Unidos comenzó una campaña pública de “Guerra Blanda” basada en la invasión cultural de todos los rincones del mundo. El rock and roll se expandió gracias a las base americanas, como la de Torrejón de Ardoz, que fue la primera que emitió ese estilo de música en España. Esa es la explicación del rechazo a nuestra cultura: nos han lavado el cerebro y encima hemos aplaudido.

Has pasado por Madrid y Berlín, pero siempre se te relaciona más con Asturias y zonas rurales. ¿Por qué tienes una conexión más profunda con esos entornos que con las grandes ciudades?

Las grandes ciudades son inventos recientes creados para mejorar la productividad de las grandes fábrica y empresas. No son la forma natural de organización del ser humano y no se han creado de forma natural y voluntaria. Por esa razón noto que la gente de ciudad está viciada en cierto sentido. No toda la gente de pueblo es igual, pero mi experiencia en las aldeas asturianas me ha mostrado a gente noble, con la manos como robles y dispuestos a arreglarte el coche, darte unas berzas o partirte la cara. Los aldeanos astures suelen ser personas de acción, y eso es algo admirable.

Has comentado trabajas “buscando la autenticidad”. ¿Cómo se reconoce? ¿Existe como un concepto independiente, o la autenticidad es algo distinto para cada persona?

"La renuncia es la gran olvidada de nuestra sociedad, no somos conscientes de hasta qué punto nos pudren los excesos"

La forma en que se manifiesta es distinta para cada persona, pero yo creo que tiene que ver con la libertad y el altruismo. Esos momentos de pureza y de comunión desinteresada con otras personas o con tu entorno natural me parecen los más preciados. Para mí ese es el objetivo de la vida, pero me resulta muy interesante observar que circunstancias ajenas o propias me alejan de ese objetivo y también es auténtico y honesto contarlo sin filtro.

En Un busero español hablas sobre un viaje en autobús a Colonia. Ese método de transporte, el autobús, marca un viaje de manera distinta a cualquier otro. ¿Cambiarían tus canciones si pudieses viajar con más comodidad, tener más medios a tu alcance… en definitiva, teniendo más dinero?

No creo que la abundancia económica traiga consigo nada bueno. Yo necesito tiempo, comida y techo, el resto me pesa y me convierte en peor persona. Afortunadamente nunca he vivido en la abundancia ni en la necesidad extrema y gracias a ese equilibrio he podido desarrollarme como persona en unas buenas condiciones. Creo que la renuncia es la gran olvidada de nuestra sociedad y que no somos conscientes de hasta qué punto nos pudren los excesos de todo tipo: dinero, sexo, drogas, pertenencias. Son cadenas que no solo nos atan a nosotros sino que condenan a todas las personas que viven en la miseria para garantizar la abundancia de otros. No tiene sentido, no gana nadie.

Siempre hay un sentimiento de visceralidad relacionado con Pablo und Destruktion. ¿Es algo planeado, o que simplemente se aprecia así por contraste con música demasiado despersonalizada a la que estamos expuestos?

" Hemos convertido el arte en un gran McDonald’s"

No puedo ser de otra forma y me ha llevado mucho tiempo asumirlo. Soy visceral y humano y si me quitan eso me quitan la vida. Intento no juzgar a los artistas que viven en la planicie, pero creo que lo hacen por miedo y comodidad. Hemos convertido el arte en un gran McDonald’s al que todo el mundo acude para encontrar la misma basura prefabricada y sentirse seguro mientras sacian su adicción al consumo de todo lo que existe, incluidas las almas. Siempre lo he considerado un error imperdonable y por eso huyo de eso mostrando lo poco que tengo: mis entrañas.

En otros momentos también has hablado de la importancia de la religión, y su papel en la reciente crisis, oponiendo cristianismo frente a protestantismo. ¿Hasta qué punto nos sigue influyendo nuestra tradición cristiana?

El cristianismo sigue presente de la misma forma que catedrales siguen en pie, eso sí, ahora te cobran entrada para poder acceder a ellas. El cristianismo ha creado la civilización occidental y esta se ha convertido en puro mercado capaz de convertir todo en baratijas, incluso a las religiones. Creo que solo ha sobrevivido lo peor del cristianismo y que nos estamos perdiendo los valores de libertad extrema, solidaridad incondicional y consciencia del todo, presentes también en la cultura cristiana. La interpretación católica del cristianismo nos ha desprovisto de la iniciativa y la acción que llevamos dentro para conformarnos con la queja continua y con la delegación de las responsabilidades. En España, si un hijo sale yonki es culpa de la sociedad y la familia se rasga las vestiduras por él. No es así, hay una gran parte de responsabilidad individual en todos nuestros actos y creo que la cultura protestante es más consciente de ello.

También has comentado que te gusta que haya muchas capas de contradicción en lo que haces. ¿Es por eso que te atrae alguien como Limónov? ¿Qué otras personalidades caóticas y contradictorias han influido en lo que haces?

No me fío de la gente que se cree en posesión de la verdad y mucho menos si esa persona soy yo. La Historia ha demostrado que casi todas las verdades se han tumbado por otros nuevos conceptos. Por eso me gusta lo contradictorio, especialmente si asume su condición. En ese sentido hay otros muchos artistas que me interesan y me he hecho amigo de casi todos para poder comprender en profundidad su obra. Algunos serían Fee Reega, Wences Lamas, Ángel Kaplan, Javier Bejarano, Servando Rocha, Nacho Vegas, Alberto Acinas, Krapoola, Rodrigo García, Agustín Castilla- Ávila, etc.

La teatralidad parece un elemento importante en tus directos y vídeos. Venimos de unos años en los que el común denominador en el mundo del pop y el rock en España es que no haya grandes personajes sobre el escenario, simplemente alguien que se sube a cantar y tocar. ¿Por qué sientes esa necesidad de construir algo parecido a un “personaje escénico”?

No hay grandes personajes en ningún sitio, no solo en los escenarios, y creo que se ha sustituido por los lugares comunes y la mediocridad. Las convenciones sociales han creado un estructura opresiva en la que todo el mundo debe ser plano e inexpresivo si quiere conseguir sus objetivos, la mayor parte de las veces bajos y vulgares. Yo utilizo el teatro para mostrarme como realmente soy, no para crear un personaje artificial. Trato de romper esa convención impuesta para crear un mundo de aceptación y libertad en el que expresarme y comprender lo que me rodea.

Otros crooners son posibles

En Vigorexia emocional, Pablo Und Destruktion adopta la imagen del crooner tradicional, a la que añade su propia vuelta de tuerca, anarquista y astur. Le pedimos que eligiese para nosotros cinco ejemplos de crooners atípicos que merezcan su admiración.

Edith Piaf

Que una mujer así reventara los teatros de su época, que ahora consideramos machista y represora, nos puede decir mucho del mundo en el que vivimos. Adoro como alguien realmente feo se pudo convertir en una de las personas más bellas de la Historia.

Serge Gainsbourg

Es algo parecido a Edith Piaf y además manejó una gran variedad de recursos musicales y alcanzó una enorme libertad creativa. Lo mismo hacía un dub, que un rock and roll o chanson.

Blixa Bargeld

Es el crooner del ruido y la destrucción. Una vez más se convierte el despojo en arte y en belleza y además crea toda una mitología propia de lo artístico y lo verdadero.

John Cooper Clarke

Ese aire macarra y poético anclado en el punk y la poesía rebelde lo hace genial.

Above the tree

Este italiano con cabeza de pájaro crea un mundo paralelo y te lo muestra con actitudes de crooner surreal que capta tu atención y rompe las reglas.

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