_
_
_
_
_
EL ACENTO
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Un buen gesto real hacia los republicanos

Los Reyes rinden homenaje a los españoles que lucharon contra Franco y liberaron París en la II Guerra Mundial

Felipe VI y la reina Letizia protagonizaron ayer un acto de reconocimiento a aquellos españoles que fueron derrotados por el ejército franquista y cuya memoria ha permanecido aplastada durante decenios, primero por el peso de la dictadura, y después por la tenaz resistencia de muchos —durante la democracia— a dar los pasos que deberían haber cerrado para siempre las heridas provocadas por la ya lejana Guerra Civil.

En realidad, el gesto de los reyes es doble. No solo homenajean a los republicanos españoles que se convirtieron en vanguardia de las tropas que liberaron París en la II Guerra Mundial, sino que les rescatan del olvido en que la República francesa había incurrido respecto a los primeros libertadores de la capital, dominada por el ejército hitleriano. Porque no fueron estadounidenses ni franceses los primeros soldados que entraron por la Porte de l’Italie al atardecer del 24 de agosto de 1944 y no cejaron hasta alcanzar el corazón de la ciudad. La unidad que lo hizo estaba encuadrada en la Segunda División Blindada de las fuerzas francesas libres, mandada por el general Leclerc; pero aquella compañía de choque se llamaba La Nueve, estaba formada en su gran mayoría por republicanos españoles y marchaban a bordo de vehículos rotulados con los nombres de Ebro, Guernica, Teruel, Guadalajara…

El homenaje les llega muy tarde, cuando solo quedan dos supervivientes. Y probablemente habría sido imposible sin la tenacidad de la escritora Evelyn Mesquida, que reconstruyó y publicó la historia de la compañía. Tampoco sin el empeño de una hija de inmigrantes españoles en Francia, Anne Hidalgo, actual alcaldesa de París, que no ha parado hasta lograr la inauguración del Jardin des Combattants de La Nueve (Jardín de los Combatientes de La Nueve), con el nombre de la unidad rotulado en español.

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

Nada habría impedido que ese espacio tuviera existencia pública sin la asistencia de altas autoridades. Pero la presencia del jefe del Estado español es precisamente lo que da mayor valor simbólico al acto, en la estela de aquel encuentro entre el rey don Juan Carlos y Dolores Rivas de Cheriff, viuda de Manuel Azaña, el último jefe de Estado constitucional antes de la dictadura. Aquella reunión se produjo en México en 1979 y en su momento se convirtió en un gesto fuerte de reconciliación. Muchos años más tarde, Felipe VI da otro paso en la misma dirección de unir a la España exiliada y la sociedad civil y política que constituye la España del presente.

Los poderes de la Jefatura del Estado son simbólicos. No obstante, sin espectacularidad ni estridencia, empujan en el sentido de una maduración moral de la sociedad para dar definitivamente por terminadas las secuelas del ya lejano conflicto civil. Por eso, la inauguración del jardín parisino dedicado a la memoria de La Nueve no ha sido el acto más espectacular de los muchos protagonizados por los reyes de España durante su viaje a Francia, pero sí el más emotivo.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_