No la llames "la novia de Robert Pattinson", llámala FKA twigs

“Un día me levanté y mi teléfono estaba lleno de tweets agresivos.... Es una locura que hoy en día siga existiendo abusos racistas, pero si eres un artista tienes que sacar beneficio de todo, incluso del dolor”. Así narraba para la Rolling Stone el acoso y los ataques racistas que FKA twigs (pronúnciese tuics) sufría desde que se hiciera pública su relación con el actor Robert Pattinson (Londres, 29 años). “Un mono es más bello que tú”. Es uno de los insultos que los seguidores del protagonista de Crepúsculo le dicen a ella vía redes sociales. Es odio y racismo, sumado al fanatismo descontrolado de uno de los hombres con mayor legión de fans del planeta. La duda es si estos episodios pueden afectar a la carrera de una de las artistas de música pop más interesantes de los últimos tiempos

Remontémonos unos meses atrás. Concretamente a agosto de 2014. El final de vacaciones trajo consigo a una chica menuda, de pronunciados rasgos raciales y un estilo inclasificable. “Dio la impresión de que apareciera de la nada, pero en realidad llevaba mucho tiempo trabajando en los clubes de Londres”, apunta Mark Kitcatt, director de Everlasting, la discográfica que lanzó su álbum de debut en España. Y añade: “Luchó mucho para conseguir un sonido y una imagen con los que sentirse identificada, incorporando música, baile y moda, todo de una pieza. Y de forma muy original”.

Un mono es más bello que tú”. Es uno de los insultos racistas que le dicen en las redes sociales los fanáticos de su novio, Robert Pattinson

Tahliah Debrett Barnett, más famosa como FKA twigs (las siglas FKA, Formerly Known As -anteriormente conocida como- se deben a la existencia de otra cantante con el nombre de twigs) dejó a crítica y público entusiasmados con la publicación de LP1 (2014). Un álbum de debut (su único largo hasta la fecha) avalado por varias nominaciones a los Grammy y los Premios Británicos de la música. The Guardian catapultó a la compositora, bailarina y cantante de 27 años como “uno de los rostros más enigmáticos de la música británica, a la altura de Kate Bush o Aaliyah”.

De acoso en el colegio a diva del pop experimental

Nacida en Gloucestershire, Reino Unido (1988), la mezcla de estilos que fluyen en su música concuerda con su genética mestiza. Hija de un bailarín de jazz jamaicano y una gimnasta de ascendencia española, con 17 años se mudó a Londres para seguir los pasos profesionales de su padre, al que no conocía. Trabajó a las órdenes de Kylie Minogue y Taio Cruz, pero su visita cada vez más frecuente a clubes locales regentados por artistas del ragga -la versión electrónica del reggae- le descubrieron su talento musical.

Su primer hito mediático fue la portada de la revista i-D en 2012, cuando comenzaba a hacer ruido en Internet con varios EPs. En esa sesión de fotos, donde pequeños mechones de pelo se ensortijaban en su frente formando la palabra Love, el fotógrafo londinense Matthew Stone ya dibujó el estrellato pop que auguraba a la artista. “Vi en ella madera de estrella. Tenía cierto paralelismo con otras artistas de híbrido atractivo como Björk, capaces de crear un modo experimental, transgresor y creativo de acercarse a su música”, señala Stone. Hasta aquí, la historia de chica anónima, procedente de una familia desestructurada, que en el colegio recibía las burlas de sus compañeros y que al final consiguió devolvérselas convirtiéndose en estrella.

Algo tan onírico que puede oler a producto de la industria musical. “FKA twigs es una artista interesante y su debut, LP1, está bien, pero el revuelo tiene más que ver con la necesidad hoy en día de vender cosas aparentemente novedosas que con la realidad. Hay muchas solistas femeninas -digamos- extravagantes haciendo música. Todas tienen su presencia, pero no la misma importancia. Y hay que hacerlas despuntar como sea. Ella tiene algunas buenas canciones, pero no ha inventado nada. Hasta ahora no es más que un nombre destacado en un océano de nombres destacados”, señala Rafa Cervera, periodista musical. La influyente cabecera Spin, que puntuó su disco con un 9 sobre 10, es mucho más contundente cuando habla de la música de FKA twigs: "Amenazadora, incandescente. Es un sonido que no está haciendo nadie en todo el mundo".

Un sonido amenazador e incandescente. Es una música que no está haciendo nadie en todo el mundo", afirma la web musical 'Spin'

Estética singular... ¿O un refrito de muchas cosas?

Seguro que su estilo te recuerda a algo, pero no sabes discernir qué es si no estás muy versado en materia de cultura de moda. “La tendencia estética y musical que representa FKA twigs ya estaba presente en los 90, sobre todo en la escena londinense de la que proviene. Manicura y trenzas salidas de un gueto, mechones acaracolados en la frente, piercings tribales... Toda esa estética rave no es nada nuevo ya que lo ves en la calle, en redes sociales como Tumbrl y en desfiles de jóvenes diseñadores. Pero ella tiene mucha más visibilidad y repercusión que el resto. Por lo tanto, para el gran público se ha convertido en precursora de ese estilo”, comenta la estilista Mapi Vidal. “Pero tiene una imagen impecable, no intenta ajustarse al paradigma de belleza convencional”.

Un estilo cuya autenticidad levanta tantas pasiones -Google no dudó en contar con ella para la campaña de sus gafas- como detractores. “Hay un exceso de efectismo; la identificas rápidamente con otras divas encumbradas. Es más, recuerda a un producto ya vendido y comprado”, apunta María Viñas, asesora de imagen de músicos. “La polémica que genera con su estilismo es la clave de su éxito. Busca generar reacciones en los demás: utiliza la moda como medio de expresión”, añade.

FKA twigs declara que todo es cuestión de confianza: “Lo que me diferencia del resto es que tengo una idea y la hago. De pequeña me di cuenta de que si dejas tu vida en manos de otros no llegas a nada”. Prueba de ello ha sido protagonizar una portada semi desnuda en la revista V o simular una tripa de embarazada para su último vídeo, Glass & Patron, que ella misma dirige. En las redes sociales tampoco se deja intimidar, subiendo una foto en Instagram metida en la bañera y con sólo el anillo de pedida que le regaló "Patty", como llama a su prometido. Su relación confirmada desde septiembre de 2014 apunta a un enlace no menos sorprendente, “en un pub si es posible”, según recoge revista People. Hasta entonces toca disfrutar de su música.

FKA twigs actúa en Barcelona, en el Sonar, el sábado 20 de junio.