En estos días de “dependencia” informática, resulta difícil tener tiempo para lo más importante. Dejar nuestra cómoda mesa de trabajo y el aire acondicionado y salir al terreno resulta fundamental para entender por qué y cómo hacemos nuestro trabajo, para poder hablar con las comunidades que atendemos y conocer sus necesidades y el impacto de nuestra labor. Y no basta con hacerlo de vez en cuando, es conveniente visitar las poblaciones durante distintas épocas del año, especialmente cuando es más difícil acceder a ellas, como por ejemplo, durante la estación de lluvias, cuando muchos caminos se vuelven intransitables. Y si además te va la aventura, miel sobre hojuelas… De las imágenes que comparto a diario en mi Twitter @diegofgphoto, he seleccionado las de viajes al campo. 2007, Darfur, Sudán. En ocasiones, la inaccesibilidad del terreno durante la estación de lluvias, la inseguridad, o las largas distancias, nos obligan a hacer algunos de nuestros desplazamientos en helicóptero. Este es uno de los ríos estacionales de Darfur que solo fluyen durante unos días en la estación de lluvias. Darfur está localizado en el Sahel, una zona muy árida y yerma. Paradójicamente, las lluvias convierten a los márgenes de estos lechos en zonas muy fértiles. Las frutas que producen son, de hecho, mucho más ricas y dulces que las que podemos encontrar en nuestros supermercados.