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La paradoja y el estilo
Columna
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Las que se van

Este nuevo elenco de políticas en el limbo deberían emplear en sí mismas esa palabra que tanto hemos utilizado para sobrevivir la crisis: reinventarse

Boris Izaguirre
El 'meme' difundido por las redes sociales con la película de Álmodovar 'protagonizada' por Rita Barberá, María Dolores de Cospedal, Esperanza Aguirre y Soraya Sáez de Santamaría.
El 'meme' difundido por las redes sociales con la película de Álmodovar 'protagonizada' por Rita Barberá, María Dolores de Cospedal, Esperanza Aguirre y Soraya Sáez de Santamaría.

Es muy simpático el meme que recurre al cartel original del clásico almodovariano Mujeres al borde de un ataque de nervios reemplazando los rostros de las chicas Almodóvar por los de las candidatas del PP que han quedado en el limbo tras las elecciones. Las Chicas Rajoy. Es simpatiquísimo pero no veraz. Porque Esperanza Aguirre, Rita Barberá, Luisa Fernanda Rudi y María Dolores de Cospedal merecen su propia película, su propio cartel. Tampoco son las chicas de oro, son las que se van. Pero que nadie les quite lo bailao.

También en Suiza andan nerviosísimos con los hombres de la FIFA perseguidos por presuntos sobornos millonarios justo cuando su presidente, ese enigmático señor Blatter, se preparaba para otra reelección. Llama la atención que Blatter lleve 24 años presidiendo la institución y nadie se haya percatado de lo que ahora se investiga. Es más o menos el mismo tiempo que Rita Barberá estuvo al frente del Consistorio de Valencia o que el Ayuntamiento de Madrid ha estado en poder del PP. Como si el 24 fuera el número del cambio o la fecha de caducidad.

En el caso de Esperanza Aguirre pareciera que hubiera ganado las elecciones pero perdido el juicio. Su emocionada acusación de unos soviets dentro del programa de Manuela Carmena ha generado casi un programa de humor en Twitter. Este nuevo elenco de políticas en el limbo deberían emplear en sí mismas esa palabra que tanto hemos utilizado para sobrevivir la crisis: reinventarse.

Esperanza que se refugie en la empresa privada, con su sueldazo de 300.000 euros para descubrir nuevos talentos. Rita Barberá podría dedicar un rato a recibir terapias macrobióticas en algún spa en Alicante, codearse con jequesas y comparar vuittons los lunes al sol. Rita, ¡sabías que los bolsos durarían mucho más que unos votos!

María Dolores y Luisa Fernanda son mujeres con la casa, retiro y cabeza arregladas. Luisa Fernanda podría conseguir que el color rojo lleve su nombre. Pocos se lo reconocen, pero Rudi ha hecho más fácil para las españolas, morenas o rubias, vestirse de escarlata. Al lado del rojo Valentino debería estar el rojo Rudi. Quizás con María Dolores suceda lo mismo que con Ira de Fürstenberg en Mónaco. Cuando Rainiero intentó hacer de Fürstenberg una segunda Grace, la princesa Margarita de Inglaterra sentenció que “Ira es demasiado grande para un país tan pequeño”. Piénsalo María Dolores, crea tu propio partido. Puedes llamarlo “Que Cada Palo Aguante Su Vela”. Que no te pase lo mismo que a Ancelotti.

Claro que nos preocupa lo de Carlo Ancelotti, pero porque pensamos en ese ático que se compró en el edificio más caro de España. Con tecnología domótica que lo hace tan deseado como incómodo. Cuando salió en Vanity Fair algunos vecinos comentaron que el teclado digital que organiza la casa es complicadísimo. Cuando quieres encender las luces, se bajan las persianas. Cuando quieres bajar la temperatura, se enciende el horno. ¡Es muy difícil dominar eso y al mismo tiempo dirigir un equipo de Primera División! Aunque se parecen, estos problemas no son los mismos que los de Isabel Pantoja, que podría salir de la cárcel por cuatro días, colapsando cualquier domótica que se le acerque.

Cerca de todo esto, está Mariano Rajoy. Para entender un poco más a Rajoy, me fijo mucho en mi marido. Ambos son gallegos. Uno es de Pontevedra, el otro, de Vigo. Peces de aguas frías. Puede ser que el presidente tenga una inteligencia considerable pero no más que la de mi cónyuge. Aunque ninguno de los dos lo crean se llevarían mejor de lo que suponen. Son intuitivos pero con problemas de comunicación. Cuando lo hacen conmigo, se comunican estupendamente, pero luego Mariano no se comunica bien con los españoles y Rubén no siempre se comunica bien con los venezolanos. Eso puede ser porque ninguno se ve suficientemente en el espejo. Yo que me veo constantemente en cualquier superficie pulida, me comunico mucho mejor que ellos. Por eso siempre digo, en plan varón dandi, hay que mirarse más en el espejo. Con los resultados electorales en la mano, el barón del PP en Castilla y León, Juan Vicente Herrera, se lo ha dicho al presidente: “Mírate en el espejo y respóndete”.

Pero, ¿por qué no lo hace en el espejo de Leticia Sabater? La presentadora ha recuperado su virginidad, tras mirarse una mañana y darse cuenta que necesitaba un cambio. Declara estar muy feliz, porque la primera la perdió sin darse cuenta y esta segunda, gracias a una intervención quirúrgica en Miami, la va a disfrutar más. Su recuperada virginidad es el símbolo de la renovación. De que ella y Mariano, si opera bien, no serán de los que se van sino de los que se recuperan.

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