9 fotos que demuestran el extraño gusto de las estrellas de la NBA
Prendas imposibles, vino y joyas, la tapicería de mi avión... James Harden, Lebron James y otros utilizan Instagram para mostrar su dudosa elegancia
El mundo de la celebridad en Instagram tiene, como el infierno de Dante, distintas esferas. Están las modelos, los diseñadores, los futbolistas, sus familias, las estrellas del reggaeton y los protagonistas de reality show. También hay una clase superior que, en los últimos años, está haciendo acopio de likes a golpe de selfie: son los jugadores de la NBA, que cuentan con muchos puntos a su favor. Son estrellas del deporte, ganan miles de dólares a la semana, las marcas los adoran y retransmitir su vida diaria no les supone problema alguno. Por ello no sorprende encontrar en sus cuentas de Instagram recursos y poses que antes estaban restringidas a la más vilipendiada de las tribus digitales: los blogueros de moda. Ahora que ha terminado la temporada con la victoria de los Golden State Warriors sobre los Cleveland Cavaliers mostramos nueve ejemplos que demuestran que las estrellas de la NBA tienen un dudoso gusto estético.
1. Que hablen mal, pero que hablen
Uno no se hace merecedor del título de #Fashionking por nada. El base del Oklahoma City Thunder Russell Westbrook lleva ganándoselo a pulso desde hace años gracias a osadías como este abrigo de pieles con el que acudió a un evento de presentación de su colección para Barneys New York. Aquí el objetivo no es crear un look perfecto (no sabemos si estas pieles le van muy bien a la camisa de Ann Demeulemeester que lleva), sino reclamar atención y reivindicar que la moda, a veces, consiste en un “más es más”.
2. El Saludo al Sol de los 'bloggers': mirarse los pies
Cuando las blogueras de moda se encontraron por primera vez con la negativa de sus asistentes / novios / sufridores a seguir disparando instantáneas, tuvieron que buscar formatos fotográficos más autónomos e independientes. Antes de que el palo selfie llegara a nuestras vidas, la categoría reina era esta: las fotos de pies. Aquí Chris Paul, de Los Angeles Clippers, hace lo propio para presumir de zapatillas nuevas. Rápido, sencillo y agradecido.
3. Crea bodegones como quien no quiere la cosa
La cuestión es tomar una fotografía que parezca casual y que no lo sea en absoluto. Aquí Lebron James da pleno sentido al verbo bodegonizar y celebra una noche libre con una copa de vino, bolso de marca y decoración de lujo. ¿Le parece espontáneo? Cuente las marcas que identifica a simple vista. Añádale una biografía de Steve Jobs y una generosa ración de joyería en primer plano y tendrá el resultado que esperaba: una obra maestra del emplazamiento publicitario casual.
4. Mejor con amigos (siempre que vayan peor vestidos)
A James Harden le llaman La Barba Divina. Aquí coincide con sus colegas y aprovecha para hacerse una foto y, de paso, ganarles por goleada. Su sudadera oversize es más moderna, la chaqueta le queda mejor y su combinación capilar (tupé y barba) le favorece más que las gorras de sus amigos, que no parecen molestos en absoluto: posiblemente hayan asumido que no se puede molar tanto como James Harden.
5. No te cabrees, Lebron
La única excepción a la norma anterior son los estilistas. Como las mascotas, las estrellas los utilizan a modo de demostración indirecta de personalidad y carácter que no corre el riesgo de competir con el verdadero protagonista. El de Lebron James es el barbero Slick Nick, célebre por utilizar la maquinilla como si fuese un aerógrafo. Y es suficientemente molón como para robarle planos a King James sin que éste se ofenda.
6. Que tu aspecto refleje tu estado de ánimo
Las estrellas de la NBA también emplean esa técnica fotográfica consistente en posar frente a un espejo tratando de ocultar la mano que sostiene el teléfono móvil. Este caso, además, es especialmente significativo, ya que hizo que, por unos días, Lebron James dejara de ser King para convertirse en drama queen: después de fallar dos tiros libres, su equipo perdió frente a los Houston Rockers. La estrella de los Cavaliers, por supuesto, estaba compungido, y se vistió de forma acorde: ni marcas ostentosas ni pieles ni metal ni estridencias. Pantalones oscuros, camiseta de algodón y sobrecamisa. Para un jugador de la NBA es lo más parecido a vestir de luto.
7. Mira la tapicería de mi avión
¿Qué gracia tiene viajar en primera clase si nadie se entera de ello? James Harden da buena fe de ello en esta fotografía: la amplitud de campo deja ver el avión vacío y la calidad de las tapicerías. Si a ello le añadimos el hashtag #YoungSwagChamp (joven, swag y campeón), el resultado es una ostentación nada modesta.
8. Que se vea claramente el reloj
Carmelo Anthony es uno de los jugadores de la NBA que más en serio se toma su faceta de prescriptor de estilo. Además de haber ejercido como modelo, tiene su propio portal de estilo de vida y un cierto gusto para combinar piezas imposibles, sastrería y lujo que, como era de esperar, funciona muy bien. Aquí adopta una postura clásica con una única finalidad: que el reloj se vea claramente y que, al mismo tiempo, parezca algo casual. ¿Demasiado retorcido? Se llama oficio.
9. El destello que todo lo arregla
¿Mala luz? Hay dos opciones que conoce bien todo instagrammer: filtro Valencia o elegir el ángulo adecuado para que se cuele un reflejo que aporte un aire elegantemente retro. Acompáñelo con camisa con pechera, cochazo, urbanización y cita trascendente (“No soy nadie sin el de arriba”), y ya lo tiene todo.
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