Los grandes olvidados
Soy una de esas personas mayores de 50 años (54) que para las instituciones parece que han dejado de existir. Somos personas que por circunstancias ajenas a nosotros estamos en el paro, muchos de larga duración, como es mi caso (cuatro años). Pedimos trabajo, el que sea, aunque no corresponda ni se ajuste a nuestro perfil; solo eso, un trabajo para poder seguir siendo persona y no sentir que eres un apestado. Para más desgracia, las ayudas estatales se acaban, ya no podemos ni acceder al subsidio de mayores de 55 años cuando los cumplamos porque no hemos generado prestaciones para ello. Dicen que tenemos que haber trabajado seis meses para poder acceder a ese subsidio. Pero ¿cómo vamos a trabajar si no nos quiere nadie?
Por favor, que algún político honrado y sensato se ponga en nuestra situación e intente corregir este drama que padecemos miles de españoles.— José Sebastián Gómez Jiménez.
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