A la hija de Kurt Cobain no le gusta Nirvana
A punto de estrenarse un documental sobre el músico, Frances Bean Cobain quiere que se conozca a su padre más allá de su leyenda
Frances Bean Cobain nació famosa. Y aunque ha intentado mantenerse alejada de los escándalos, la vida alocada, disfuncional pero también exitosa de sus padres —Kurt Cobain y Courtney Love— la ha perseguido desde su nacimiento. Por más que quiera desligarse del legado de su padre, el cantante de Nirvana, nunca ha podido. “Tenía 15 años cuando me di cuenta que no podía escapar de él”, ha confesado ahora a la revista Rolling Stone. “Incluso cuando estoy dentro del coche y tengo encendida la radio allí está mi padre. Él es más grande que la vida misma, sobre todo en nuestra cultura obsesionada con la muerte de los músicos. Adoramos ponerlos en un pedestal. Quizá sería diferente si Kurt hubiese sido otro chico más que abandona a su familia de una manera horrible… Pero él no fue así”, añade.
Es la primera entrevista en la que la joven, de 22 años, habla sobre el suicidio de su padre a los medios y en ella deja claro que la relación que tiene con su progenitor es compleja. Primero destaca que el músico sacrificó todo "para ser la voz de una generación". Luego asegura que desearía que estuviera vivo porque "tendría un papá. Y eso sería una experiencia increíble".
Unas declaraciones que se publican en un momento crucial, pues se conmemora el aniversario número 21 de la muerte del músico y además está a punto de estrenarse (en mayo en Estados Unidos) en televisión el documental Cobain: Montage of Heck, del director Brett Morgen, que gira en torno a la figura de la música grunge.
Pero la declaración acerca de “querer escapar” de la sombra de su padre no fue precisamente la que más ha llamado la atención. Sino la confesión de que a la hija de Kurt Cobain y Courtney Love realmente “no le gusta mucho Nirvana”. “Disculpen promotores de Universal. Me gusta más Mercury Rev, Oasis, Brian Jonestown Massacre. La escena del grunge no es lo que me interesa”, revela. Sin embargo, aunque el grunge no sea lo suyo, hay canciones de su padre que aprecia. “Territorial Pissings, es un tema grandioso. Y con Dumb lloró cada vez que la oigo. Es una versión muy triste que ejemplifica cómo se miraba Kurt a sí mismo. De él con las drogas, de sentir la responsabilidad de ser él la voz de una generación”, explica.
Frances Bean Cobain se define como una artista visual y es la heredera de unos 140 millones de euros de la fortuna que aún genera su padre. Además, ella tiene el control sobre los derechos de imagen del músico, que se suicidó el 5 abril de 1994. La única hija del legendario músico también aprovecha la entrevista para hablar de la reunión que mantuvo con Dave Grohl, Krist Novoselic, Pat Smear, exintegrantes de Nirvana. “Era la primera vez que ellos se juntaban después de mucho tiempo”, cuenta. “Su impresión fue como si estuvieran viendo un fantasma”, dice haciendo referencia al gran parecido que tiene con su padre.
En cuanto a su relación con el director del documental, Brett Morgen, Frances Bean explica que la primera vez que lo vio él le preguntó qué quería que se supiera de su padre, cómo quería que fuera representado. “Yo le dije que no quería que hiciera un mito de él. Porque incluso después de la terrible manera en la que murió la gente sigue llenando de romanticismo lo que le pasó, porque siempre tendrá 27 años”. Aunque es muy dura con sus declaraciones, también entiende por qué mucha gente lo adora, aunque ella preferiría que conocieran al hombre que hay detrás, no a la leyenda. “La vida útil de un artista o músico no es particularmente larga. Kurt es un icono porque nunca envejecerá".
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