Consideraciones sobre la baja médica
Por la última tragedia aeronáutica nos hemos enterado de que la gestión que se hace con las bajas médicas en Alemania es muy similar a la del sistema español: queda a voluntad-responsabilidad del paciente el comunicarlo a su empresa. Se constata así que en ciertas circunstancias el protocolo está cojo: cuando el enfermo se niega a aceptar sus carencias y desea seguir trabajando en un puesto que, de no estar en plena forma, genera riesgos para terceros; cuando su enfermedad requiere de algún tipo de aislamiento o cuando tiene el síndrome del workalcoholic, entre otros. Asunto difícil que la Administración sanitaria podría corregir informando simultáneamente de la baja concedida a la empresa del afectado. En compañías de cierto nivel, al igual que con las instituciones del Estado, no parece difícil de resolver; sí en microempresas o con los autónomos (“no trabajas, no ingresas”).
Arbitrar nuevas normas resulta imprescindible con el fin de impedir que algún enfermo trabaje, entre ellas la de liberar a los asalariados de realizar el papel de “mensajeros”. Y los legisladores deberían buscar soluciones legales para los implicados: facultativos, Administración, empresas y trabajadores, incluidos autónomos por su precaria situación económica ante la enfermedad.— Joan V. Llàcer Mont.