Arquitectura a ras de suelo
FOTO: Héctor Santos-Díez /BISimages
Desde no se recuerda cuándo, los jueves y los domingos hay mercado en Noia. Así ha sido durante décadas en este municipio coruñés tanto que, al final, la vitalidad del centro de la ciudad ha terminado por deteriorar la Praza do Curro.
Hasta allí han ido llegando nuevos “e insolentes edificios”, cuentan los arquitectos Santiago Rey, Alfonso Salgado y Francisco Liñares, para explicar que muchos de los inmuebles que han sustituido a los antiguos están fuera de escala. Esa mezcla ecléctica tenía un eco en el pavimento, hecho de pedazos y parches, sobre el que la ubicua presencia de los coches no hacía más que confirmar la paulatina transformación de la plaza en aparcamiento.
Ese era el estado de la plaza “un conjunto de retales inconexos que sobrevive” cuando este estudio se puso a tratar de mejorarla. Enseguida entendieron que sólo la contundencia podía hacerle sombra a la vulgaridad (de los nuevos edificios), pero esa contundencia no debía ocupar el espacio, el gran activo de la plaza.
Fue este último punto es el que imprimió carácter a la intervención. Más allá de la limpieza espacial, el nuevo rostro de la plaza es el conglomerado de su suelo. Y su suelo es, además de reclamo y memoria del lugar –se reutilizaron numerosas losas de granito-, también mensaje: el reciclaje como método y el pasado para asentar el futuro. Así, el antiguo granito lo combinaron con un pavimento de piedra-hormigón lavado –y realizado con cuidado, casi a mano- con la singularidad suficiente como para hablar en voz alta.
Precio de la intervención por metro cuadrado según los arquitectos: 159 euros.
Estado inicial y proceso del proyecto:
Babelia
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