Más dificultades para la justicia

El Gobierno ha introducido un cambio en la Ley de Enjuiciamiento Criminal que acorta la instrucción de los procesos judiciales. A seis meses las causas ordinarias y hasta 18 las más complejas. Conociendo cómo se alargan algunos casos de gente importante por los recursos y por las tácticas dilatorias de equipos de abogados que solo ellos pueden pagar, uno piensa inocentemente que es una buena noticia.

Pero resulta que no, que no se ponen más medios humanos, económicos y tecnológicos para agilizar las investigaciones, ni se frenan las maniobras obstruccionistas. Simplemente se le da al juez menos tiempo para hacer su investigación, manteniendo el déficit de personal, y facilitando así que algunas causas importantes no puedan acabar de demostrarse. Es cierto que prevé alargar excepcionalmente el plazo, pero no a demanda del juez que investiga, sino de la fiscalía del Estado, que controla así en qué procesos se puede profundizar o no. Si a esto juntamos las maniobras que hemos visto para retirar a los jueces que se atreven con los poderosos, ciertamente, estos pueden estar de enhorabuena— Xavier Riu Sala.