Retrato del padre moderno en siete conflictos cotidianos

Le gustan las batallitas, el rock clásico, las luces apagadas y los vídeos de YouTube del año pasado. Te dirá que mires el tiempo antes de viajar, que revises la subida del IBI, que hagas deporte, que tengas a mano una caja de herramientas. Es el Padre, esa figura construida a lo largo de generaciones, en equilibrio entre la ausencia y la sobrecompensación. El progenitor, el pater familias, el rey de la casa, el tipo importante que te grita en los partidos y observa con orgullo cuando haces algo bien.

Y la revista Dad lo tiene todo para él. Reportajes sobre los insondables misterios de Internet, trucos para no volver a fallar en San Valentín, largas quejas en torno a lo bueno que era todo antes y lo ridículamente distinto que es todo ahora. No, no está en los kioskos, aunque se anuncie por 3,99 dólares. Dad es ficticia. Solo existen sus portadas, protagonizadas por Padres random del mundo en poses vergonzosas (“Papá, para”) y se distribuye en la web cómica The Toast.

Aunque el creador de Dads se inspira en las frases y tics de su propio padre, su éxito ha demostrado que hay algo de universal en su retrato

Su creador, Matt Lubchansky, la fundó hace más de un año como una simple broma, y prepara ya un libro en torno al tema. Aunque se inspira en las frases y tics de su propio padre, su éxito ha demostrado que hay algo de universal (u occidental) en su retrato. “Tienen cosas con las que se obsesionan, ya sea un hobby o algo como apagar las luces”, decía Lubchansky en un artículo de opinión en The New York Times, “El padre arquetípico es una persona muy rara”. Pero resulta que a este ser, mitad pintoresco mamífero, mitad criatura mitológica, le define muy bien esta parodia de la revista que no existe. Es más, si se analizan sus principales titulares, se puede hacer un retrato robot bastante entrañable.

1. Tiene autoridad, solo que menos de la que se piensa

Dieta. Come todo lo que quieras del plato de tu hijo, estás pagando tú (diciembre 2014) o Nuestra lista completa de cosas que no salen del suelo (septiembre de 2014). Siglos de patriarcado le han hecho evolucionar hacia una dictadura poco disimulada. El Padre cree tener la capacidad de decidir qué se come los domingos o de reprobar el supuesto despilfarro de los miembros de la familia (no vamos a repetir que el dinero, los zapatos y demás productos de consumo no sale del suelo). La incorporación de la mujer al trabajo y la (lenta) educación feminista de los hijos le han ido destronando poco a poco. O, como dirían ellos: “Ya no se respeta ni la hora de la siesta”.

2. La tecnología es atractiva pero últimamente la hacen incomprensible

Primero fue el mando a distancia, ese objeto del demonio, luego la cámara de vídeo (“Papá, muévete, no es una foto”). Ahora su archienemigo es la web. En este rasgo, el padre común sufre una extraña mutación hacia el cuñado o hacia Teófila Martínez: un Padre nunca aceptará que Internet le supera (eso significaría perder autoridad frente a la tropa, ver punto siguiente) aunque esté anunciando con alegría la fantástica página de artículos de segunda mano que acaba de descubrir llamada eBay.

Para más información, consultar Nuestra guía del nuevo Internet (enero de 2015), ¿Qué diablos es un 'meme'? Preguntamos a nuestros hijos para que no tengas que preguntar a los tuyos o Tienes que ver esto. Vídeos de YouTube del año pasado (junio de 2014).

3. La tecnología ya no es tan simple como antes

Un Padre debe estar versado sobre el mayor número de temas posibles: encendido de barbacoas, horarios de autobuses, convocatoria de oposiciones, tarifas eléctricas. No solo controla su vida, sino que sabe cómo debes controlar la tuya. Es un superpoder que le dieron con el Carné de Padre y al que no piensa renunciar, aunque él mismo esté sumido en el caos vital más profundo. Algunos artículos sobre el tema: Fríe el pavo. Claro que puedes, lo tienes controlado (noviembre de 2014), ¿Llegas a tiempo? Un alarmante estudio dice que dos horas de antelación pueden no ser suficientes (agosto de 2014) o El Mercado. Hablemos de ello (julio de 2014).

4. El pasado está muy lejos, pero llama mucho

Aunque un Padre nunca envejece, como bien demuestran sus bailoteos de fin de año a ritmo de "allí me planté y en tu fiesta me colé", el progenitor masculino sufre una extraña fascinación por el pasado. Ah, los vinilos, las chaquetas con coderas, antes todo esto era campo, yo a tu edad. Dad recoge esta fijación en ¡Coches antiguos! (enero de 2015), ¿A dónde han ido los solos de saxofón? Investigamos o Especial nostalgia. Escuchamos tus batallitas (marzo de 2015). El cambio generacional permite suponer que en el futuro las historias de la mili serán sustituidas por las de la Erasmus. Pero sí, es lo mismo.

5. Lo del padre ausente es un tópico que el mundo provoca todos los días

Año nuevo, padre nuevo. Decídete a hacer eso que dijiste que harías (enero de 2015), Especial vuelta al cole: ¿cuánto te has gastado en ese cuaderno?, Trucos para recordar en qué curso está tu hijo (septiembre de 2014). El padre ausente es un estereotipo tan gastado como la madre sobreprotectora. A los Padres del mundo se les sigue permitiendo una cierta lejanía de los hijos, mientras que las madres deben ser dedicarse a sus criaturas si no quieren ser tachadas de brujas, como poco. Mientras ellas tratan de librarse de esta carga (el Club de las Malas Madres reivindica el derecho a la independencia y al error), ellos se adaptan lentamente. En 2014, los hombres decían dedicar algo más de 8 horas de media a la semana a cuidar a los miembros de la familia, mientas que las mujeres superaban las 16 horas, según el CIS. Tu padre puede no saber qué edad tienes, qué estudias o cuándo es tu cumpleaños. A tu madre nunca se le permitiría.

6. Tienes que dirigir un mundo, el de tus hijos, que no acabas de entender

Cómo saber si eres un padre enrollado (Tranquilo, seguro que lo eres) (agosto de 2014). “Lo soy, ¿verdad?” *sonido de grillos* “Pero si no llego a los 35, llevo camisetas de Doctor Who y tengo 2.346 seguidores en Twitter” *sonido de grillos* ¿Recuerdas esa foto de tu padre en los ochenta? Eso eres tú ahora.

7. Y vives en un estado constante de preocupación

En el fondo, el Padre es un ser profundamente aterrorizado. Frecuentemente no quiere ser como su padre (o como ese padre de antes, emocionalmente ausente, aislado, o violento en el peor de los casos) y rara vez se cree capaz de llevar a buen puerto esa persona extraña y cagona que antes vivía en un útero. Por eso, incluso los neopadres, buscan respuestas en revistas. Por eso algunas, como Felipe G. Gil, escriben cosas como: "Acojona saber que mientras que el mundo se revoluciona ahí fuera, tu tienes tu propia revolución en casa. Tu combate con la vida desde la Retaguardia. Tu inversión por un mundo mejor es un proyecto de persona que ojo, no puede ni querrá ser programada. Así que tú tienes que vivir tu vida lo mejor posible, siendo todo lo ético que puedas, mostrándote ejemplar pero no demasiado como para dejarle espacio y que cree su propio modelo, siendo consciente de que su modelo probablemente ponga en cuestión el tuyo en un futuro. Y criarla en un país machista, racista y corrupto como es España. ¡Vaya Reto!”.