Sobre ‘El deterioro de la Universidad’
Son muchas las informaciones y los argumentos que nos llegan sobre las reformas que el Gobierno ha puesto en marcha y que afectan a la duración de los estudios universitarios. El argumento fundamental —y falaz— es un abaratamiento de su coste. Para contrarrestarlo, puede alegarse algo fácil de probar: que un altísimo porcentaje de estudiantes tarda en terminar la carrera bastantes más años de los previstos. Lograr reducir esa demora, con la colaboración y las propuestas de quienes imparten esas enseñanzas, supondría desde luego un verdadero abaratamiento.
Como se destaca en el razonable artículo publicado recientemente por la profesora Cortina, las urgentes medidas que deben tomarse para frenar el deterioro de la Universidad deberían tener como finalidad esencial —obviada durante tantos años— lograr unos profesionales bien formados y desde luego con valores cívicos, comprometidos con la mejora de la sociedad. Y si además se consigue que no tarden seis o incluso ocho años en finalizar los cuatro previstos, ¡miel sobre hojuelas!— Raquel Rico Linage.
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