17 fotosVida en comunión con la AmazoníaLos asháninkas son partidarios del progreso, pero quieren mantener a la vez una vida respetuosa con el medio que les rodeaMarta MoreirasPerú - 26 feb 2015 - 12:05CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinBlueskyCopiar enlaceVista general de Samaria, comunidad asháninka situada en el distrito de Mazamari, uno de los ocho distritos pertenecientes a la provincia de Satipo.Marta MoreirasEn la cultura asháninka los roles en la unidad familiar están bien definidos (a pesar de que muchas veces se comparten las distintas tareas del hogar) y las mujeres generalmente hacen la comida mientras los hombres han salido a cazar y a pescar lo que constituye el alimento para toda la familia.Marta MoreirasEva tiene 12 años y ayuda mucho en su casa tanto en la cocina como en el cuidado de sus hermanos pequeños. Muchas veces se encarga de la cena y confiesa que disfruta mucho cocinando.Marta MoreirasBenjamín y su hijo Diego descansan un rato minutos antes de cenar.Marta MoreirasEva y su hermana Ana Sha hacen los deberes que les pusieron en la escuela. Entre las materias que cursan se encuentra inglés (solo a partir de los 13 años), ciencia y ambiente, matemáticas, comunicación en castellano y en asháninka, personal social, religión, educación física y arte. La educación es una pieza clave de la cultura asháninka, un requisito imprescindible para poder adaptarse y entender el mundo globalizado en el que viven, a pesar de residir en la selva. En la cultura asháninka la educación en idiomas y en medio ambiente tienen un valor esencial.Marta MoreirasVista general de Samaria desde el campo de juegos donde los niños de la aldea se reúnen cada día después de la escuela para jugar.Marta MoreirasComo en casi todas las culturas, los asháninkas se arreglan y se preparan con mucha ilusión para las fiestas y eventos sociales que celebran en las comunidades, momentos en los que aprovechan para vestirse con su cushma (vestido) preferido o hacerse nuevos peinados.Marta MoreirasComo cada día, todos los niños de la comunidad se reúnen en el campo de fútbol para jugar e inventar nuevas formas de divertirse.Marta MoreirasEva y su tía Airontsi se disponen a adentrarse en la selva para buscar leña.Marta MoreirasColegio de Samaria, una pequeña comunidad situada en el distrito de Mazamari que consta de una escuela con nivel inicial (de tres a cinco años) y nivel primario (de 6 a 13 años). En Samaria hay un total de 32 alumnos entre inicial y primaria. El castellano se comienza a aprender desde el nivel inicial, a los tres años.Marta MoreirasUn grupo de alumnos de la escuela inicial de Samaria con la profesora, Mercedes. Pocas veces los asháninkas tienen profesores asháninka debido a su escasa formación.Sin embargo, esto no es un problema para ellos ya que no consideran necesario ser asháninka para ser aceptado en la comunidad. En la actualidad prefieren que los profesores sean de fuera porque eso garantiza su grado de formación y conocimiento.Marta MoreirasOlinda es madre de cinco hijos y fue víctima del terror de Sendero, como muchos asháninkas. Cuando tenía siete años un grupo de senderistas entró en su comunidad y asesinó a toda su familia, quedando huérfana y desprotegida. Un helicóptero la encontró días después y la llevó a un campo de refugiados de la Cruz Roja, donde vivió hasta los 15 años. Todavía pasa miedo por las noches cuando oye algún ruido extraño y casi nunca quiere hablar de lo ocurrido. Solo desea que sus hijos no tengan que pasar por lo mismo.Marta MoreirasKoakiti corta la vegetación que día a día crece e invade su casa. Es una actividad habitual en las comunidades. Hay que cortar la hierba muy a menudo para despejar un poco el terreno que rodea sus cabañas y evitar así que la selva se coma el poblado. La humedad y el calor hacen que el ritmo de crecimiento de la vegetación sea imparable y meteórico.Marta MoreirasLos niños se entretienen viendo películas en DVD que, de vez en cuando, alguno de sus familiares trae después de un viaje a Lima o a Satipo. Les encantan las películas y disfrutan mucho viéndolas, a pesar de que a veces no entiendan lo que hablan.Marta MoreirasBenjamín descansa mientras su familia duerme bajo la mosquitera. A pesar del peligro de malaria y de la inmensa cantidad de mosquitos, arañas y otros bichos que te pueden picar en la selva, no todos los asháninkas tienen la suerte de contar con una mosquitera para protegerse cuando duermen.Marta MoreirasAirontsi elabora masato antes de que anochezca. El masato es la bebida de la selva, se hace con yuca fermentada con la saliva de las mujeres de la comunidad. La forma de hacer masato es un arte y el sabor es muy apreciado entre las comunidades. Cuando un forastero visita la comunidad, siempre se le ofrece masato como muestra de bienvenida.Marta Moreiras