Halle Berry admite que ha tenido la tentación de hacerse un retoque

La polémica que desató el mal logrado maquillaje de Uma Thurman la semana pasada ha vuelto a abrir el debate sobre el modo en que la industria del entretenimiento trata a las mujeres obsesionadas por parecer más jóvenes en un mundo que venera la juventud. Incluso hay algunas famosas que consideran que esta estigmatización de la mujer operada no se limita a Hollywood, sino a la sociedad en general. "Tenemos que dejar de querer vernos como lucíamos una década atrás. Tenemos que dejar de codiciar eso. Lo mejor es abrazarnos al ahora. Es muy fácil de decir, pero lograr hacerlo no lo es tanto", ha declarado Halle Berry en una entrevista al portal Yahoo!

La controversia no es nada nueva. Ya en el pasado Amanda Hess, de la revista estadounidense Slate, arrancaba su reflexión sobre la pasada ceremonia de entrega de los premios Oscar con una fuerte afirmación: "Hollywood puede que valore la juventud por encima de todo, pero como aprendimos la pasada noche, no hay nada más triste que una mujer mayor que intenta parecer más joven". Premisa que comparte Berry, de 48 años. “La presión es horrible. Cada vez hay más personas a tu alrededor haciéndolo. Te lleva al punto de pensar: ‘Para seguir viva en esta industria necesito hacerme una cirugía’. Sería mentira si te digo que nunca me ha pasado por la cabeza hacerme algo. Sobre todo porque hay mucha gente sugiriéndote que te des algunos retoques: ‘Lucirías mejor si te subes esto, bajas aquello’, etcétera”, ha confesado la actriz.

El afán por lucir más joven ha llevado a actrices a cambiar casi por completo su rostro o a quedarse sin expresión facial por el exceso de bótox, además de ser trending topic mundial durante varias horas y no precisamente por comentarios favorecedores, sino más bien por todo lo contrario. Lo que fue concebido como una manera de mantener su estatus en la industria del cine y la moda, ha terminado siendo un caldo de fuertes críticas por parte del público y ha provocado que las actrices incluso tengan que salir en defensa de su cambio, eso sí, sin aceptar que fueron presas del bisturí. “Estoy contenta de que la gente me vea diferente. Estoy viviendo una vida feliz y diferente, más plena, y estoy encantada de que se note”, afirmaba Renée Zellweger a la revista People tras las críticas recibidas por los retoques estéticos en su rostro. “Durante mucho tiempo no hice un buen trabajo. Llevaba un horario que no era realista y que no me permitía cuidarme”, añadía Zellweger sin concretar posibles operaciones.

Berry sabe que vive bajo la lupa de los paparazis y que al ser una figura pública es un modelo a seguir para muchos. Por esta razón asegura que “intenta recordarse a diario que la belleza que realmente vale es la mental”. “Envejecer es algo natural y nos va a pasar a todos. Pienso en mujeres como Lena Horn o Jane Fonda, no sé qué se han hecho o no, pero me gustaría llevar la edad como ellas. Siempre quiero lucir como yo, no importa si es una versión más vieja de mí”, contaba en la misma entrevista. La actriz no tuvo problemas para confesar que, al igual que “todas las mujeres de su edad”, ella también tiene ojeras, o que un día se levanta y se da cuenta de que ha envejecido un poco más. “Uso todo tipo de productos para hidratar mi rostro y cubrir las imperfecciones”.

Al igual que Berry, la afamada actriz Meryl Streep critica la obsesión de las estrellas por mantenerse jóvenes a costa de todo. "Casi todos en Hollywood tienen un aspecto grotesco", dijo la actriz, de 65 años, al dominical alemán Welt am Sonntag. "Hoy la gente se repara permanente la cara para mantener el aspecto juvenil", se quejó. Y es que la oscarizada actriz, junto con Sally Field, es de las pocas celebridades en la industria de Hollywood que están catalogadas dentro del grupo exclusivo de mujeres que envejecen "con gracia".