Timar: engañar a alguien con promesas o esperanzas. Timo: acción y efecto de timar.
Fue para esa pregunta –¿nos han timado?– para la que he buscado respuesta durante más de dos años de mi vida. Un tiempo que he invertido en investigar, en escuchar y en escribir la novela Nosotras que lo quisimos todo (editorial Planeta). Una ficción plagada de realidades que surgió de observar qué estaba pasando, qué nos estaba pasando, a las mujeres de la generación con más derechos y libertades de la historia. Entonces yo ya había sido madre y vivía en una burbuja a punto de estallar un día sí y otro también. El mundo se agrietaba bajo mis pies sin que encontrara ningún sólido asidero al que agarrarme. Aquello que a mí me pasaba no difería mucho de lo que me contaban otras amigas y conocidas que, como yo, estaban siendo víctimas del mismo timo. Fue ese y no otro el motivo por el que decidí investigar si aquellos síntomas tenían una explicación racional, si alguien se había encargado de poner palabras a los sentimientos que no cuadraban con la lógica de nuestra generación.
La investigación fue desmontando el timo y demostrándome a mí misma su complejidad. Es poliédrico. Tiene mil aristas. Algunas invisibles. Se empezó a gestar hace cientos de años, ha ido heredando viejas querencias sociales, antiguas connotaciones culturales que no se han actualizado al mismo ritmo que nosotras. Nosotras, las mujeres del siglo XXI, hemos hecho los deberes. Tenemos niveles de formación equiparables a los de los hombres. Nada nos hace diferentes ni menos capaces. ¡Todo lo contrario! Sin embargo, corremos más despacio. Nos cuesta llegar a la meta. Algunas ni siquiera lo consiguen. No hemos cometido errores, hemos seguido el guión. En todo caso no nos avisaron lo suficiente de la magnitud del reto de querer hacerlo todo sin renunciar a nada. Nadie nos advirtió de lo duro, lo durísimo, que es ser madre y profesional. Ser mujer con hijos y ambiciones. Pero, ¿es sólo una cuestión de advertencia previa? ¿Solucionamos así el problema? ¿Tenemos un problema?
Los fríos datos indican que sí, que tenemos un problema serio de natalidad, por ejemplo, de conciliación y de confección de nuestras carreras profesionales. No es una prescripción universal triunfar y tener hijos, pero la que quiera tiene que poder hacerlo sin llegar exhausta a la meta. Sin atiborrarse a ansiolíticos y sin que nos persiga ese sentimiento de culpa que parece atenazar sólo a las mujeres.
¿Es una quimera querer hacerlo todo sin renunciar a nada? Ahí está el verdadero debate. Me resisto a pensar que lo sea, pero tenemos que replantearnos cómo lo conseguimos. Y, sobre todo, a costa de qué y de quiénes.
El nuestro no es un problema de libertades o derechos sino de gestión de esos derechos y esas libertades. Y ahí, nosotras tenemos que tomar la iniciativa, desmitificar determinados enunciados sociales que nos acompañan y, en muchas ocasiones, nos rematan. Tenemos que cambiar la manera masculina de ver y estar en el mundo, revalorizar las tareas del cuidado y empezar a gestionar nuestro tiempo. O, como mínimo, a buscar nuevas fórmulas .
¿Hay partido? ¡Claro que lo hay! Las experiencias de jornadas intensivas en empresas grandes, en multinacionales, están dando excelentes resultados. Los porcentajes de productividad aumentan, las bajas disminuyen y el absentismo laboral apenas se registra. Si funciona esa fórmula, ¿qué impide extenderla? ¿Qué nos impide, en definitiva, parecernos más a esos países del norte de Europa a los que observamos con envidia?
Junto a esa, existen otras iniciativas que ponen en valor la maternidad de las mujeres profesionales. El Consejo del Poder Judicial, por ejemplo, ha aprobado un sistema que, por primera vez, considera un mérito en las oposiciones a su cuerpo de letrados haber cuidado de los hijos. La Comisión europea ha regulado el teletrabajo para los funcionarios europeos y ha puesto en marcha el sistema “flexi-time”, que convierte las horas extra en tiempo libre.
Todas esas iniciativas forman parte del plan C. Un plan C para mujeres y hombres, que reside en cada una de nosotras y fuera de nosotras, en esa sociedad que se resiste –no sé por qué– a actualizar sus contratos sociales.
Lo más importante, a mi juicio, es no tirar la toalla. No rendirse antes de tiempo. Cada vez que una mujer abandona, hay una fuga de talento, una mirada valiosa que se pierde y que las sociedades no deberían permitirse. María Teresa Fernández de la Vega, primera mujer que presidió un Consejo de Ministros en España en sustitución del Presidente Rodríguez Zapatero, dijo en una ocasión que “cuando una mujer da un paso, todas avanzamos”. Cuantos más pasos demos, más avanzaremos. Por eso, sólo por eso, no podemos irnos.
lo que muchas mujeres no quieren aceptar es que ser madre es en sí un trabajo durísimo para el que no hay sustitutos, solo lo puede hacer la madre. Y claro es muy difícil llevar dos trabajos a la vez a pleno rendimiento. Muchas mujeres con las que hablo, amigas, se sienten estafadas por este mantra que repiten una y otra vez los medios. El sector privado es muy competitivo y triunfar en él exige plena atención y una actitud proactiva todo el día, lo diga o no el contrato, así es el mundo de la alta dirección y de la empresa.
Totalmente de acuerdo con Pangeat. No han timado a nadie. Es que no hay tiempo para todo y lo que muchas mujeres llaman conciliar coincide peligrosamente con una chavalina cuidando a los niños por tres duros para que la madre pueda, según parece, realizarse. No es cierto, no hay tiempo para todo. Uno decide lo que es más importante para él y actua según eso.
Han timado al total de las mujeres. Porque mirando desde mi punto de vista, soltera y sin hijos, también a mí me timan. Cuando tengo que hacerme cargo del trabajo de una compañera de baja maternal, o con reducción de jornada. Eso, que tendría que pagarlo la empresa, lo pagamos las demás. No estoy diciendo que me parezcan mal las bajas ni las reducciones, de hecho creo que son insuficientes, pero al final recae siempre sobre los mismos: los trabajadores.
El problema radica en cómo se hace carrera en las empresas puramente capitalistas (diferencia hecha con las cooperativas), y el cómo depende profundamente de las relaciones sociales. Aún con flexi-time si tienes que cuidar del hijo después del cole te quedas sin hacer after-work que es donde se forjan las complicidades y acuerdos con los jefes intermedios, amén de fiestas y viajes (team-buildig) de fin de semana donde se intercambian fluidos por ascensos. Esa es la realidad. Por tanto, la mujer con ambiciones debería renunciar a tener hijos, así de claro, pues el capitalismo exige, para llegar a la cima, que entregues tu tiempo, tu ética, tu dignidad y hasta tu humanidad, y porqué no tu maternidad, por supuesto. Espero no haber ofendido a nadie con el crudo realismo de mis palabras.
¿Pero de qué timo hablan? La mujer que quiera avanzar en su carrera profesional no tiene más que hacer lo que hacen los hombres: Delegar el cuidado de los hijos y priorizar la vida laboral. Tan sencillo como eso, señoras. Trabajo o familia. Y no, no hay una "y". Sean valientes, elijan y asuman las consecuencias.
¿Cómo que ser madre no tiene sustitutos? Defina usted madre, porque los hombres han sido padres y han tenido éxito en sus vidas profesionales. Madre no es la que limpia el culo. Madre no es la que hace el puré ni la que pone las lavadoras. Así que defina usted esa labor tan misteriosa que resulta insustituíble y cuántas horas diarias exige esa labor.
No está mal el comentario de ¿¿¿¿Comorrrrr?????. Ha sido mi caso, yo he delegado el cuidado de mi hijo en su madre (no vivimos juntos) por razones externas a mi persona. Ella tiene flexi-time y yo curro de tarde y noche (jefe de cocina). Así que es un caso flagrante de como los imperativos laborales condicionan la vida familiar de forma absoluta. Vivo en el citado norte de Europa que miramos con envidia. Según la blogera ME HAN ESTAFADO. Ahora ella está frustrada porque no puede centrarse en su carrera (yo la comprendo) y yo estoy frustrado por no estar con mi hijo. CAPITALISMO ¿Quién da más?
Yo creo que lo que hay plantearse es por qué consideramos la competitividad algo bueno. En principio parece que sí lo es, pero si luego vemos el precio a pagar por ser competitivos (las personas, las empresas, las naciones), vemos que no trae cuenta. El timo es la competitividad.
Antes sólo trabajaba el hombre y con el sueldo vivía toda la familia, la madre quedaba al cuidado y amor de sus hijos. Hoy trabajan los dos jornada completa para sobrevivir, los niños quedan aparcados todo el día en el colegio, y estamos más endeudados que nunca. Así salen los niños, tapados de juguetes, faltos de afecto e individualistas a la fuerza. Lo ideal sería que ambos trabajen y se desarrollen media jornada, aún a costa de ganar menos, y repartir la otra media jornada para estar en familia. Lo voy a plantear a la empresa a ver si me lo autorizan.
No es un problema de las mujeres en exclusiva. Con jornadas de 9h a 19.30h, -Madrid, sector construcción, p.e.- que cuando llegas a casa son fácilmente las 20.00h o las 20.30h, nadie puede tener una vida decente. Ni mujeres ni hombres, ni nadie. Eso sí, cuentas con 2 horas para comer en la oficina, aunque te sobre 1 y media. Yupi.
La respuesta es sí: os han timado. Y lo lamento. Pero ese cuento infantil de que "no hemos cometido ningún error" que os lo compre quien se lo crea. Quien crea que nunca comete ningún error no sabe de lo que habla o simplemente está loco/a.El feminismo está bien, pero como todo, cuando se convierte en religión militante acaba degenerando y justificando cualquier cosa por algo intangible y abstracto, sea Dios, la Igualdad, la Humanidad o las Mujeres.Si las mujeres feministas pretendéis que los hombres os apoyen en vuestra causa, lo último que deberíais hacer es insultarlos y culpabilizarlos de la desigualdad social entre hombres y mujeres. No hay nada más contraproducente, absurdo y, sobre todo, estúpido que pretender que los catalanes se queden en España mientras se les llama egoístas, secesionistas, insolidarios... Y quien dice esto, puede cambiar ese ejemplo por este otro: "pretender que los hombres os apoyen mientras se les trata de egoístas, machistas, patriarcales y hasta maltratadores sociales o cosas peores". Si consideráis que eso no es un error, pues nada, seguid por ese camino. Os auguro muy mal final por esa senda. Y no es, desde luego, el único error cometido. Pero sí el más flagrante y llamativo. Tan llamativo es que me resulta desconcertante que las mujeres, que en general sois vivas para percibir sensaciones ajenas, no os hayáis dado cuenta todavía de ello. Pero bueno, no es desde luego problema mío.
El problema es que la paternidad responsable sigue siendo a gusto del consumidor, variando desde bajar a los niños al parque una vez a la semana hasta ser un padre de verdad que quita los mocos a sus hijos y les viste por las mañanas. Es políticamente correcto decir que "madre no hay más que una". Esto relega al padre a un papel secundario, para beneficio o no de la madre según se mire, ya que se acaba quedando la gloria y también la carga. Mientras la igualdad no sea real, no dejaremos de tener problemas por ser hombres o mujeres. Los unos y las otras. Exigir un papel de supermadre arrincona al padre y por tanto le discrimina. Acomodarse a un papel de padre meramente observador, acaba limitando a la madre (aunque a veces sea con su propia aprobación) y por tanto la discrimina. La sociedad es demasiado tolerante con elecciones personales que acaban en derivando en a perpetuación del sexismo.
Ingnacio, ignacio de mi vida. Ni en el post ni en los comentarios se hace alusión a lo que comentas con tanta rabia. Pero sí llevas razón en una cosa, el feminismo se equivoca. Se equivoca luchando por la igualdad entre hombres y mujeres pues esa dialéctica está encuadrada en un sistema socio-económico desigual por naturaleza. Al final el sistema gana: todos contra todos y a seguir remando.
Yo no veo timo, por lo menos, no creo a ninguna mujer le llegase un folleto a casa en el que se viese a exitosas directivas de multinacionales, paseando a sus tres o cuatro críos de la mano de su también exitoso marido, un día laboral a las cuatro de la tarde...El problema es que el capitalismo pide sangre y el proceso igualar a hombres con mujeres, se ha hecho mal; es decir, se ha hecho que las mujeres puedan ser iguales a los hombres en su "entrega" al trabajo, cuando lo que mejor nos hubiese venido como humanos, hubiese sido, que los hombres nos hubiésemos entregado un poco (bastante) menos al trabajo y las mujeres hubiesen entrado en el mercado laboral igualándose a esos hombres menos entregados a Don Dinero.Una pena
Para pangeat. ¿Y el padre no puede hacer lo mismo que la madre?
Fernando, tu prisma interpretativo me encanta. Muy acertado, amén.
"NO HEMOS COMETIDO ERRORES, hemos seguido el guión. En todo caso no nos avisaron lo suficiente de la magnitud del reto de querer hacerlo todo sin renunciar a nada. Nadie nos advirtió de lo duro, lo durísimo, que es ser madre y profesional. Ser mujer con hijos y ambiciones. Pero, ¿es sólo una cuestión de advertencia previa? ¿Solucionamos así el problema? ¿Tenemos un problema?".Excelentísimo personaje Akagami, le adjunto más arriba la reproducción exacta de lo que usted coolmente llama post. Con unas letritas en mayúscula, para ver si por fin usted las ve, cosa que ya empiezo a temer que sea imposible. La próxima vez que acuse a los demás de mentir, le ruego que al menos se lea primero el post. Más que nada para que no mienta usted.Saludos.
Y en todo este embrollo no sé, porque no soy mujer, cómo encaja en el ideario femenino de mujer ejecutiva de éxito tener a la abuela viviendo en casa. No no no no, joé, mejor pagar una asistenta que es más cool, más de cosmopolitan. El problema es cómo concilia entonces la vida familiar la asistenta. Piensen en ello.
El problema reside en la sociedad que tenemos. Nos han vendido la igualdad de la mujer y es mentira. Nos callan con las cuotas, convirtiéndonos en meros floreros en ocasiones y con modificaciones del lenguaje absurdas e incorrectas. Pero lo principal.....no cambia. La sociedad no acepta todavia que la maternidad es un hecho social y compete a toda la sociedad, no solo a la mujer, sino a los hombres, al estado, a las empresas....Todavía hoy se pegunta a las mujeres si en entrevistas de trabajo si van a tener hijos, todavía hoy las mujeres retrasan su maternidad para no ser despedidas o que no se corte su carrera profesional ¡es indignante! . Nos queda mucho, mucho por avanzar .
Ignacio, yo me refería a tu alusión a los insultos que recibimos desde el feminismo militante. Y yo no pretendía mentir, sólo ha sido un error, te pido disculpas. Pero sigo opinando que tus comentarios destilan rencor y a veces ese rencor no deja ver la verdad razonada que no es otra que el feminismo se equivoca, te di la razón antes y te la doy otra vez. Pero no te dejes manipular, aunque ellas nos tuvieran de su parte la realidad seguiría siendo la misma.
Akagami, ¿destilan rencor por reproducir la realidad que sucede? Pues un honor que así sea. Nada más.
esta claro que el peor enemigo de una mujer es otra mujer. Y por eso nunca avanzaremos.- "lo que mejor nos hubiese venido como humanos, hubiese sido, que los hombres nos hubiésemos entregado un poco (bastante) menos al trabajo" - se refiere Usted menos entregados al trabajo y mas a la labor de hogar y los crios. Un 50/50 no?.- "La sociedad es demasiado tolerante con elecciones personales " - y que vamos a hacer, leyes para regir tontunas diarias?. No habria que intentar desde la familia y la educacion cambiar esas elecciones?."No es un problema de las mujeres en exclusiva" - esta claro. Menos mal que alguien atina."Antes sólo trabajaba el hombre y con el sueldo vivía toda la familia, la madre quedaba al cuidado y amor de sus hijos. Hoy trabajan los dos jornada completa para sobrevivir" - muchos si, otros no tanto porque mas que sobrevivir es conseguir mas y mas y mas. La madre quedaba al cuidado y amor de sus hijos porqu eno le quedaba otra. Era su responsabilidad." una madre no tiene sustitutos". mejor me callo lo que pienso aqui."La mujer que quiera avanzar en su carrera profesional no tiene más que hacer lo que hacen los hombres: Delegar el cuidado de los hijos y priorizar la vida laboral" - trabajo (oye si mi marido me reemplaza y se queda con los crios en casa, de p.m, yo tan feliz)"El problema radica en cómo se hace carrera en las empresas puramente capitalistas...... acuerdos con los jefes intermedios, amén de fiestas y viajes (team-buildig) de fin de semana donde se intercambian fluidos por ascensos. Por tanto, la mujer con ambiciones debería renunciar a tener hijos." - no, no es ofensa en realidad es mas de lo mismo y mentalidades que no permiten avanzar. Yo creo que es mejor idea (pero no se termina de conseguir) cambiar como funciona la empresa y sus politicas asquerosas. Team building y fiestas. Los companeros de trabajo y jefes te tocan, los amigos se eligen y lo del team building es el timo de la estampita. Que team building cuando la realidad del trabajo diario es puteo constante?. Yo la hora de acabar e irme a casa no me la quiza ningun team building. Este comentario para mi es el puro resumen de por que no se avanza. Felicidades!. "soltera y sin hijos" pregunta - culpas a la empresa o a la madre?. Pregunto para no juzgar de mala manera y sin razon de antemano. "No han timado a nadie. Es que no hay tiempo para todo y lo que muchas mujeres llaman conciliar coincide peligrosamente con una chavalina cuidando a los niños por tres duros para que la madre pueda, según parece, realizarse. No es cierto, no hay tiempo para todo. Uno decide lo que es más importante para él y actua según eso." - muchos hombres si lo tienen. Los machistas claro. Otros son maravillosos y doy fe."lo que muchas mujeres no quieren aceptar es que ser madre es en sí un trabajo durísimo para el que no hay sustitutos, solo lo puede hacer la madre" - jajajajaja, perdon. Pobrecitas, que se queden en casa que la alta direccion es trabajo de hombres....Felicidades de nuevo!.
Para sileuro. La familia y la educación cambian las elecciones, es cierto. Pero la opinión de la sociedad también importa ¿Por qué es políticamente correcto elegir quedarse en casa a cuidar de los hijos y no es criticable? Parece como si la sociedad tuviera una máxima: "la libertad de como criar a los hijos en inquebrantable". Quedarse en casa supone desigualdad de géneros (pésima para la educación de un niño en igualdad), pero no se puede criticar. Sin embargo, sí nos hemos puesto de acuerdo en que ir al colegio no es algo opcional. ¿Donde ponemos las barreras?
A ustedes no las han timado. Ahora son ustedes iguales a los hombres. Se les ha acabado el collo y echarle jeta a todo. C'est fini.
Bravo María: Para educar a tu hijo en igualdad, la solución es dejarlo en manos de terceros. Plas, plas, plas, plas!!!! Ole!! Niégale el amor y la atención de sus padres y tendrás un hijo igualitario. ¡JA!
No es cuestión de timo.Es el mismo derecho que yo ,mujer tengo a trabajar,como tú hombre.Hacer las tareas domésticas entre los dos e intentar compartir la educación de los hijosEl estado no garantiza ese derecho para nada,pura mentiraDonde están los planes concilia tan pregonados por los gobiernos pasados y actuales.No interesa chicos hay muchos intereses creados,y pocos compromisos..Echad una mirada a las sociedades nórdicas
¿Pero quién te niega el derecho a trabajar, Torre? ¿Y desde cuando un padre se han desentendido de la educación de sus hijos? Primera noticia que tengo. Mi madre fue ama de casa y mi padre trabajaba más horas que un mulo y siempre fue él quien me orientó en los estudios. No iba a hablar con los profes. Ya iba mi madre. Y fíjate... ¡Mi madre le contaba lo que había dicho el profesor! ¡Y mi padre me castigaba si el informe era malo! Para mí, eso es compartir la educación, no ir los dos como borregos a hablar con el profe cuando con uno basta.
@Fernando, muy de acuerdo con lo que dices. A mí me parece muy triste que habiendo cada vez más y más hombres que quieren ejercer de padres no hay una defensa por parte de los hombres a favor de la conciliación; lo que para las mujeres si es una obligación (bien sea por la sociedad, las costumbres o la propia manera de ser de las mujeres), cuidar de los hijos, para los hombres esta todavía muy por detrás en su lista de prioridades.
Hacéis de este un tema como si solo os afectase a vosotras y no es así. Es fácil escudarse detrás del sexo como excusa... Conozco perfectamente las dos caras de la moneda: Hubo una época en mi vida en que tuve un progreso laboral fuerte y fue así porque de la casa y los hijos se ocupaba fundamentalmente mi esposa - funcionaria -. Ello me permitía viajar por trabajo, hacer las horas que hicieran falta y ofrecer un compromiso con la empresa que se aprecia mucho en puestos directivos. Ser directivo es como ser padre: No tiene horarios. Un hijo se despierta con fiebre a las dos de la mañana y no le dices que espere a mañana, que ese es tu momento de dormir. Cuando eres responsable de una empresa, es lo mismo. Y no me desentendía de mis hijos. No pasaba con ellos todo el tiempo que quisiera pero los momentos que estaba con ellos eran muy fructíferos para ambos. No era un desconocido para ellos ni ellos para mí. Seguía sus avances al dedillo. Entonces su madre nos abandonó. Podría haber delegado en terceros para sus cuidados pero decidí ser yo su principal cuidador. Abandoné la carrera ascendente y me coloqué en un puesto sin apenas responsabilidad. Ahora compatibilizo como puedo el trabajo y su cuidado. Y asumo que, aunque quisiera ascender, sería imposible. No puedo atender a la empresa como exige un puesto de mayor responsabilidad. No puedo - no quiero - viajar. No quiero trabajar fines de semana. No quiero quedarme trabajando hasta las dos de la mañana. No puedo atender urgencias. Y tengo la cabeza en otra parte. Tengo la cabeza en casa, no en la empresa. Y no me lamento. Ha sido mi elección y ese es el precio a pagar. Me parece natural. Tuve que elegir - como elige todo el mundo - y estas son las consecuencias. Si quisiera ascender, sé lo que tendría que hacer: Buscar a alguien que se ocupe de mis hijos. Pero no me da la gana. ¿En qué me diferencio de vosotras? En que asumo las consecuencias de mis decisiones y no me quejo. Disfruto de mi elección. Y soy bastante feliz, la verdad.
En parte hemos equivocado la batalla. Hemos olvidado que cada minuto de vida que dedicamos a algo supone un minuto que dejamos de dedicar a otra cosa. Así, si estoy con mi hijo, no estoy estudiando ni trabajando para mi empresa, y eso tendrá un precio en lo laboral. Pero si trabajo muchas horas, el coste de no estar con mi hijo puede ser muy alto, ya que ese tiempo no me será devuelto. Y eso sucede sea uno hombre o mujer. El reto, por supuesto, es obligar a esta sociedad nuestra a considerar también un éxito optar por estar con los hijos, y repartir los horarios y las cargas de otra manera, para que la renuncia sea libre, no obligada en razón de sexo de uno, y sea la mínima posible. Pero con nosotros han usado mucho el divide y vencerás. Si nos descuidamos, seremos todos esclavos y esclavas. No es un asunto de mujeres timadas, ese discurso nos hace vulnerables, a todos y todas. Un saludo desde la padresfera.
Pero bueno por favor! Es que hemos perdido el sentido común? Claro que una mujer puede ser alta directiva y tener hijos! Es que los padres no pueden ocuparse de ellos? Es que es exclusividad de la madre? Estamos en el siglo XXI! Lo importante es que los hijos sean criados por alguien que realmente los quiera, sea su madre o su padre. Me canso de ver a madres que han renunciado a su carrera laboral y están con sus hijos amargadas, siempre enfadadas con ellos. Los hijos son responsabilidad del padre y de la madre y los dos deben ocuparse de ellos y renunciar a una parte de su carrera laboral, pero en ningún caso debe renunciar uno sólo. No entiendo el debate...
"Un padre normal" no has entendido nada. No se trata de tomar esa decisión y quejarse, se trata de que en el caso de las mujeres lo que tú hiciste no es una opción, es la obligación.
Gamusina, no has entendido nada. Siempre es una elección, nunca una obligación. Lo que es una obligación es pagar las facturas. Eso sí que es una obligación.
La realidad de la mujer ha cambiado mucho de 25 o 30 años hacia acá; cada vez se ha ido incorporando más y más al mercado laboral, no sólo por elección sino también por necesidad; antes, por lo general, con el sueldo del marido una familia podía vivir aunque fuera de una forma sencilla, los hijos cuando empezaban a tener más necesidades buscaban trabajo y ahorraban y ayudaban al núcleo familiar, se iban haciendo de lo que necesitaban para luego formar ellos una nueva familia; todo eso cambió con el tiempo, las mujeres empezamos a estudiar y nos fuimos incorporando más y más al mundo laboral, lo que unido a un mayor crecimiento económico dio lugar a que otro tipo de mujeres, más de la clase obrera, ya no pudieran quedarse en casa como era lo habitual antaño que el marido trabajaba y llevaba el sueldo a casa, sino que se ha producido un desajuste económico en el que por necesidad han tenido que buscar trabajo la mujer de clase obrera para poder ayudar a la economía familiar; por lo tanto, desde mi punto de vista ha habido dos clases, en rasgos generales, de mujeres trabajadoras en estos años, por un lado las que han estudiado, que luego han tenido una profesión más o menos buena desde el punto de vista económico y, por otro lado, las mujeres que no han estudiado que se han visto forzadas a trabajar para mantener la economía de la familia; en el primer caso, puede ser más fácil conciliar la vida profesional con la laboral aunque ambos, me refiero al matrimonio, dediquen muchas horas a trabajar porque sus sueldos les permite que sus hijos estén asistidos sin problemas aunque tengan poco tiempo para verlos, eso en el caso de que los dos echen muchas horas, si uno de los dos, sea el padre o la madre, disponen de más horas para estar con la familia, pues es estupendo ya que permitiría poder dedicar más tiempo a los hijos y al otro cónyuge dedicar el tiempo necesario a su trabajo.El verdadero problema de la cuestión lo tienen las familias con menos recursos; en el caso en que los dos tengan que trabajar a jornadas completas, o incluso mayores, el problema de los hijos es un verdadero problema, no moco de pavo, pues se ven en la necesidad de que si no hay buenas coberturas sociales en cuanto a guarderías u otros sistemas públicos para que los padres puedan trabajar y los niños estar recogidos hasta que ellos los vayan a buscar, tener que hacer malabares para cuidar esos niños o, generalmente la mujer por el hecho de que sus sueldos en estos casos son más pequeños, verse obligada a trabajar a media jornada o trabajos por horas, dejarlos con alguien, etc...Creo que un país que necesita mano de obra para salir adelante, también debe poner los medios para que las familias puedan funcionar sin miedo cuando los miembros de ellas se encuentren trabajando.
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