Tés que huelen a respeto y justicia
Por Susi Vidal, de Oxfam Intermón
Degustar una taza de té me ayuda a ralentizar los ritmos y a descubrir una historia fascinante. Se cree que el té, la bebida más consumida en el mundo después del agua, empezó a tomarse en 2737 a.C.. Casualmente cayeron hojas de té en el agua del emperador chino Shen Nung y, se dice que empezó a sentir un bienestar reconfortante al beberlo. Ésta es una de las numerosas leyendas ligadas a la planta del té, a su cultivo y a su ceremonia. Hasta tres horas dura una ceremonia en Japón de la bebida que “ayuda al espíritu a encontrar la paz”. Todas, ceremonias y leyendas cuyo denominador común es la armonía entre personas y naturaleza, el respeto, la pureza y el bienestar.
Pero estos principios difícilmente se encuentran en las plantaciones donde se cosecha la mayor parte del té. Plantaciones establecidas durante la época colonial en India, Sri Lanka y África del Este. Hoy en día, el 85% de la producción mundial del té está en manos de 7 transnacionales que poseen estas plantaciones. Emplean alrededor de 50 millones de personas y la situación de las familias trabajadoras que viven en las plantaciones es altamente precaria. Poseen el 90% del comercio occidental, lo que les permite monopolizar las subastas y determinar los precios que fluctúan exageradamente.
Y aquellos valientes que cultivan el té por su cuenta venden su cosecha a intermediarios, plantaciones o fábricas que lo transforman. Tristemente ven como la calidad de su té no es valorada y va disminuyendo a medida que va salvando todos los obstáculos del camino desde la pequeña y recóndita aldea hasta la unidad de transformación.
En este panorama, un tanto desolador, el comercio justo constituye una alternativa y esperanza para los pequeños campesinos. Lo vi claramente en Sri Lanka visitando el proyecto SOFA-BIOFOODS, un proyecto que fascina. Un proyecto por el cual Oxfam Intermon apuesta con esta nueva gama de tés e infusiones. Gama que combina la función de las infusiones con el placer del té y que se encuentra en nuestras tiendas físicas y en la online. Una opción BIO y de comercio justo con todo el sabor.
Hablar de SOFA-BIOFOODS es hablar del Doctor Sarath Ranaweera. Biólogo entusiasta del cuidado de la tierra, del té y de la agricultura ecológica creó en 1993 la empresa transformadora y comercializadora de té BIOFOODS. Ese era el primer paso para establecer un modelo de desarrollo sostenible.
El segundo, identificar tierras abandonadas que pertenecían a pequeños productores en las montañas centrales de Sri Lanka cuyo clima es ideal para el cultivo del té. Los productores habían sido explotados por los intermediarios, muchos tenían que trabajar como jornaleros en plantaciones y algunos habían tenido que dejar la agricultura. Con la pasión que le caracteriza, Doctor Ranaweera logró convencer a algunos valientes para participar en un proyecto donde Biofoods les apoyaría a convertir su cultivo a orgánico, a incrementar la producción y a mejorar la calidad de su té. Biofoods también garantizaba la compra del té a precios justos para procesarlo en una fábrica recuperada y comercializarlo.
Y el tercer paso del plan Ranaweera fue instar a los productores a que se unieran en una organización democrática donde pudieran tomar sus propias decisiones. Así nació en 1997 SOFA (Small Organic Farmers Association).
Hoy en día BIOFOODS-SOFA es uno de los modelos de Comercio Justo más exitoso. Tiene un alto impacto social, económico y medioambiental en la vida de unas 2.000 familias campesinas y mantiene una orientación a la mejora continua de la calidad y del acceso a nuevos mercados. SOFA-BIOFOODS supone para muchas personas su medio de vida, su voz y su escudo en esta jungla de los mercados.
Doctor Sarath, como es llamado en Sri Lanka, y su equipo siguen sin parar dando pasos pues lo bueno de esta historia es que no acaba. Sin embargo, cuando llega la hora del té todo se detiene, se prepara el agua, sin que llegue a hervir apenas, se deja infusionar el té el tiempo justo que cada variedad necesita y se toma una humeante taza de té con la tranquilidad que requiere. Un té de calidad, ecológico, y cultivado con esmero por pequeños productores. Un té aromatizado con los principios de respeto y justicia. Y como dice Doctor Sarath, solo así podremos volver a disfrutar de la verdadera “esencia del té”.
Fotografías: Campesinos de SOFA-BIOFOODS (c) Susi Vidal / Oxfam Intermón
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