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La investigación de Virgin Galactic se centra en un posible error humano

El sistema de repliegue de las alas se activó antes de tiempo

Pablo Ximénez de Sandoval
Investigadores del NTSB junto a los restos de la nave.
Investigadores del NTSB junto a los restos de la nave.AP

La posición de las alas de avión espacial SpaceShipTwo, de la compañía Virgin Galactic, centra en estos momentos la investigación sobre el accidente que el pasado viernes costó la vida a un piloto de pruebas y provocó heridas de gravedad a otro. Justo cuando la nave alcanzaba su máxima velocidad, el copiloto accionó una palanca que desbloquea el funcionamiento de las alas y pocos segundos después el aparato se desintegraba sobre el desierto de California. Son apenas conclusiones preliminares apuntadas durante el fin de semana por los investigadores del Consejo de Seguridad de Transportes de Estados Unidos (NTSB). El informe final puede tardar unos 12 meses.

El SpaceShip Two es una pequeña nave con capacidad para ocho personas, seis pasajeros y dos tripulantes, que es remolcado hasta los 15.000 metros de altitud por un avión nodriza llamado WhiteKnight. A esa altura, se separa, enciende sus propios cohetes y sube a 4.000 kilómetros por hora hasta que se sitúa justo por encima de los 100 kilómetros, la frontera del espacio.

El avión llevaba seis cámaras grabando todas las operaciones, además de otra desde tierra y tres más en la nave nodriza

Tras completar su paseo por el borde del espacio, las alas del SpaceShip Two se pliegan hacia arriba y se quedan en posición vertical para volver a entrar en la atmósfera, en un proceso llamado feathering. La investigación se centra en la posibilidad de que esa función se activara antes de tiempo. El NTSB no ha descartado un fallo del copiloto, que no sobrevivió al accidente. Sin embargo, los investigadores no han relacionado directamente el movimiento de la palanca con el inicio del feathering de las alas.

Christopher Hart, director del NTSB, explicó el domingo que la palanca se debe activar cuando el avión alcanza la velocidad Mach 1.4, pero el viernes el copiloto la activó antes, cuando estaban a Mach 1. “No digo que esta sea la causa del fallo. Tenemos meses y meses de investigación para determinar cuál fue la causa”, dijo Hart.

Desde el principio, el NTSB ha destacado que tiene mucha información a su disposición para determinar exactamente qué ocurrió el viernes por la mañana en el desierto de Mojave. Precisamente por tratarse de un vuelo de prueba, el avión llevaba seis cámaras grabando todas las operaciones, además de otra desde tierra y tres cámaras en la nave nodriza.

La palanca se debe activar cuando alcanza la velocidad Mach 1.4, pero el viernes el copiloto la activó antes, cuando estaban a Mach 1

Gracias a eso se dispone de la cronología exacta del accidente. La nave se separó del remolque a las 10.07 y 19 segundos de la mañana del viernes, hora de California. Los cohetes se encendieron dos segundos después. Alcanzó la velocidad Mach 1 a las 10.07 y 31 segundos. En ese momento se movió la palanca de desbloqueo y el mecanismo de feathering comenzó a ejecutarse. A las 10.07 y 34 segundos la nave desapareció.

Virgin Galactic fue la compañía pionera en intentar llevar turistas al espacio, un proyecto en el que lleva una década de trabajo y que debía culminar a finales de este año o el que viene con el primer vuelo privado al espacio. Los seis asientos en la nave se iban a vender a un precio de 200.000 euros a millonarios a cambio de unos minutos de ingravidez y de una vista de la Tierra propia de astronautas. No está claro cuánto puede retrasar este accidente los planes de Virgin, cuyo presidente, Sir Richard Branson, ha prometido seguir adelante.

El informe final puede tardar unos 12 meses

La especulación sobre las causas del accidente provocó el lunes la reacción airada del multimillonario. Branson se quejó de las "dolorosas" especulaciones de los expertos. En un principio, pareció que un nuevo tipo de combustible plástico, una combinación que se probaba el viernes por cuarta vez en vuelo tras haber sido probada en tierra, podía estar relacionada con el accidente. Al fin y al cabo, las imágenes muestran la nave desintegrándose segundos después de encender los cohetes. "Nunca he visto una insinuación tan irresponsable y dañina", dijo Branson en la cadena Sky ante las especulaciones de la prensa británica. "Los tanques de combustible estaban intactos, prueba de que no hubo explosión".

Tanto los investigadores como los testigos del accidente han destacado esta circunstancia. Los restos, aunque esparcidos en una línea de unos ocho kilómetros, no presentan signos de explosión. El aparato simplemente se hizo pedazos a 15.000 metros de altitud.

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Sobre la firma

Pablo Ximénez de Sandoval
Es editorialista de la sección de Opinión. Trabaja en EL PAÍS desde el año 2000 y ha desarrollado su carrera en Nacional e Internacional. En 2014, inauguró la corresponsalía en Los Ángeles, California, que ocupó hasta diciembre de 2020. Es de Madrid y es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense.

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