La Iglesia y la homosexualidad
Pocos días han pasado desde que el Vaticano publicara un documento donde declaraba su apertura a la homosexualidad. Ya era hora. Ha llegado un poco tarde, pero ha llegado. La homosexualidad debería ya estar aceptada plenamente en nuestra sociedad y debería ser respetada por una institución como la Iglesia que, en principio, representa la unidad y la tolerancia.
Con esta declaración no hay ya ninguna duda de que la Iglesia abrió sus fronteras hace más de un año con el pontificado del papa Francisco. ¿Lo suficiente? Deberemos ver cómo se suceden los acontecimientos en el Vaticano. Lo que está claro es que las posiciones católicas más altas han dado un paso adelante necesario y parece ser que integrador.— Laia Moragriega Farrés.
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