Asesinos de la Filosofía
No salgo de mi estupor desde que leí acerca de la “eliminación” de la Filosofía en el Bachillerato actual. Una disciplina que ayuda a ejercitar la mente, ordenar el conocimiento, iniciar al educando en el espíritu crítico, discernir entre lo verdadero y lo falso, ordenar los pensamientos, ayudar a “conocerse a sí mismo”, etcétera, ha sido desterrada de los planes de estudio, y, con ella, las Humanidades por extensión. ¡Qué vil humanicidio! ¡Qué rubor de Sócrates y Frege! ¡Qué impotencia la de los profesores de esta “reina y sirvienta de las ciencias”! No pretendo que la Filosofía, con Platón, se instale en las almas de los gobernantes, aunque no les iría mal para que, desde su posición, sirviesen de ejemplo a los adolescentes en lo concerniente a principios tan necesarios como los de “Gnothi sé autón” (“Conócete a ti mismo”) o “Sa pere Aude” (“Atrévete a saber”). La Filosofía ha corrido, en la enseñanza media, el destino del destierro. Maldita la hora en la que a algún gobernante se le ocurrió incumplir principios tan intelectualmente sacros como los mentados.— Manuel Castellanos Plaza.
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