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Nuestras trampas mentales y cómo superarlas

Tengo una mala y una buena noticia, como en los chistes. La mala, tu mente te engaña. La realidad la observas con unas gafas que llevan unos determinados filtros. Dichos filtros hacen que ante un mismo acontecimiento (un cambio, una mala noticia o un ruptura), haya personas que lo contemplen como una maravillosa oportunidad y otros, que se ahoguen en un vaso de agua. Los filtros son tan potentes, que actúan como trampas, que nos atrapan y que nos introducen en emociones no siempre agradables. Por eso, dependiendo de tus filtros o de tus trampas, sufrirás o disfrutarás con lo que haces. Ya lo hemos dicho: la mente es capaz de engañarse a sí misma hasta jugando al solitario. Ahora bien, la buena noticia es que eres capaz de cambiar los filtros y contemplar la vida de un modo más amable. La realidad no puedes modificarla (si te han despedido, te han despedido; si te han abandonado, te han abandonado…), pero sí puedes modificar la interpretación de la misma y, con ello, transformar tus emociones (tengo oportunidad de comenzar un proyecto de trabajo que me ilusione o existen nuevas experiencias en el amor que puedo comenzar a vivir…). En definitiva, puedes escaparte de tus propias trampas, aunque no sea fácil, como ya decía el gran Albert Einstein:

¿Qué sabe el pez del agua en el que nada toda la vida?

¿Qué sabe el pez del agua en el que nada toda la vida?

Como verás, hay trampas de todos los colores. En el fondo, una trampa es cuando generalizamos la realidad (“siempre tengo mala suerte”), la distorsionamos con interpretaciones extrañas (“la gente piensa que soy raro”) o porque solo contemplamos una parte de ella (“a nadie le ha gustado la conferencia”). Si eres capaz de observar tu trampa mental y de aterrizarlo, serás capaz de sufrir menos y, por tanto, de ser más feliz. Sin duda, es un buen deporte para practicar.

Imagen: Licencia Creative Commons, Retinal Fetish

Comentarios

Lo que pasa es que el "pensamiento positivo" muchas veces no deja de ser otra ilusión, o sea, otra trampa. Si estás jodido estás jodido y no vale de nada echarle azúcar. Hay que apretar los dientes y el culo y tirar para adelante lo mejor que se sepa. Menos mal que la mayoría de las personas estamos la mayoría del tiempo mejor que peor.
Uff... En la penúltima y un poco la última también, soy toda una experta... Estoy repitiendo patrones que no debería y siento que si no lo hago yo habrá conflictos y el equilibrio de la casa caerá por su propio peso... ¿Cómo lo cambio?
En el apartado de "debería", quizá, más que "necesitar" es el querer. "¿Quiero esta relación'". La vida se facilita un poco, cuando se cambian los deberes por los deseos. Es una perspectiva que cambia mucho el punto de vista de una situación.
Buenas Pilar y gracias por tu artículo,Me gusta ya que ejemplificas los tipos de pensamientos en que podemos caer, de esa forma al identificarlos estamos un paso más cerca de aportar acciones diferentes que lleven a cabo otro resultado. Este proceso de exploración de la realidad es uno de los primeros pasos para detectar la manera en como observamos el mundo y así poder tomar cartas en al asunto y modificar pensamientos/comportamientos.Sin embargo, quiero añadir que el proceso de toma de conciencia no es suficiente si no hay compromiso de acción y acción concreta en un tiempo determinado. Veo en procesos de coaching como la persona que viene puede "escaparse" de hacer cosas diferentes si no hay compromiso con ella/él mismo. Allí quiero añadir que esta toma de conciencia solo se dará si la persona está dispuesta y además quiere llegar a superar esas trampas.Agradecerte que publiques, pues acercar este conocimiento a otras personas ayuda, según mi punto de vista, como dices a generar cambios en las personas para que puedan ver el mundo de manera más amable.Alberto Díaz
Es bien difícil, pero no imposible tratar de verle el lado positivo a los acontecimientos que nos ponen de cabeza. En mi experiencia propia había días que estaba por tirar la toalla y pensar que las cosas por pensarlas de otra fora cambiarian. Pero es real cuando las vemos desde otra óptica la vida comienza a tomar forma y nos reimos de aquello por lo que tanto sufrimos. Gracias
Es dificil pero no imposible...almenos debemos tratar de no caer en esas trampas.
Hay que ser positivos, siempre pensamos que todo va mal cuando no es así.
Lo que no se puede hacer es desperdiciar lo bueno que haya en tu vida por estar lamentando te y sufriendo por lo malo. Dado que podemos centrar nuestra atención en las partes de nuestra vida que más nos interesen mejor no perder el tiempo con cosas que no aporten felicidad y centrarse únicamente en las que si lo hacen. Y si no las hay se buscan o inventan nadie nos lo impide. Pero es que a algunos parece que les gusta sufrir. Tal vez una forma de buscar atenciones haciéndose la víctima.... pero se hace porque se quiere.
Jose, totalmente cierto. Por eso, lo peor para la felicidad es negar las emociones, como hemos comentado alguna vez. Si estás mal, estás mal. Ahora bien, hay pensamientos que ayudan más otros.Helena, en el Laboratorio vamos contando claves. Una de ellas es aceptar nuestra vulnerabilidad y no sentir que el mundo necesita ser salvado, por ejemplo. Sentirse pequeños es un buen consejo.María, cuando cambiamos las palabras, se ayuda más, ¿verdad?Alberto, qué razón tienes. Saberlo no es suficiente si uno no se pone manos a la obra. Saber sin hacer, no sirve de mucho.Gracias, Elisabeth, Dani, por compartir vuestra experiencias.Zztap, estoy de acuerdo. Los víctimistas buscan sentirse protagonistas pero en ese intento, dan la espalda a su propia felicidad.
Una trampa mental muy sutil es creer que la "realidad" consiste en que "te hayan despedido" o que "te hayan abandonado".
Bueniiiiisimo articulo!!lo comparto con tu permiso....y que me decis de la trampa "hay que..." Que muestra falta de compromiso y de responsabilidad absolutas? Gracias me ha gustado un monton y he aprendido mucho!
Excelente! Hay que aprender a valorar cada detalle de las bendiciones que tenemos en nuestra vida, no todo va a salir como deseamos y es difícil aceptarlo. Pero somos los únicos que podemos luchar en contra de nuestros pensamientos negativos. Vale la pena esforzarnos para vivir de una manera más tranquila y positiva.

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