Hepatitis sí, meningitis no
Celebro sinceramente la decisión del Ministerio de Sanidad de incluir el fármaco contra la hepatitis C en la financiación pública. Como madre, agradecería que el Ministerio aceptase, así mismo, que las farmacias puedan vender la vacuna contra la meningitis B, una enfermedad letal en el 10% de los casos y que en el 20% provoca gravísimas secuelas a quienes más la padecen: los niños menores de cinco años; secuelas tan terribles como amputaciones, parálisis cerebral, sordera, etcétera.
Si se trata de un problema presupuestario, ni siquiera sería precisa la financiación pública de la vacuna. Bastaría con que se permitiese su dispensación en farmacias, como se está haciendo con la vacuna del rotavirus, una enfermedad que no es mortal y cuya incidencia y gravedad ha descendido significativamente en los países que la han añadido a sus calendarios de vacunación. No hay razones para que un bebé, o un niño sano, mueran o sufran graves secuelas por una enfermedad que se puede prevenir mediante vacunación. Sería irresponsable y difícilmente justificable.— Carmen Vallejo.
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