Doce frases célebres sobre la elegancia, replanteadas
El glamour se redefine cada día y del estilo siempre se dicta silogismos. El diseñador Juan Avellaneda se enfrenta 12 de ellos
¿Qué es un jetsetter décontracté? Tal vez se podría decir en español, pero no sonaría igual de bien. Y la sofisticación es uno de los pilares del credo estético de Juan Avellaneda (Barcelona, 1982), un joven diseñador de moda masculina que hasta el próximo mes de octubre presenta algunas de sus piezas en un pop-up store instalado en el sancta sanctórum del lujo catalán, la boutique Santa Eulália. Desde luego, no es un mal lugar para una marca que, con apenas dos años de vida, ha logrado llamar la atención de una escogida selección de clientes que comulgan con el lujo clásico (y, en el buen sentido, algo decadente) de Avellaneda. En cualquier caso, el suyo es un caso entre un millón. Mientras sus compañeros de generación abrazan la deconstrucción y el unisex como autopistas creativas hacia la celebridad estilística, Juan Avellaneda apuesta por el lujo más gentleman, el de la peletería y los pañuelos de seda, la sastrería y las prendas para lucir en el yate. Produce en España, reivindica el valor de la peletería responsable y reconoce que sus colecciones, al principio más conservadoras, van incorporando poco a poco sutiles salidas de tono. Sin complejos ni medias tintas. Por eso, como sabemos que tiene las ideas claras y bien ordenadas, le hemos pedido que comente para nosotros algunas de las sentencias que articulan la elegancia masculina desde hace décadas.
“La elegancia consiste en olvidarse de lo que uno lleva” (Yves Saint Laurent)
Totalmente de acuerdo. Si sales a la calle pensando en lo que llevas puesto, es imposible que lo defiendas. Algo tan simple como ponerte un calcetín de color si no lo has hecho nunca puede hacerte sentir enormemente incómodo.
“Un hombre nunca debe hablar de su sastre” (Nick Cave)
No me parece tan desacertada. Hay piezas que hablan por sí solas. No hace falta ir diciendo qué marcas llevas. También es verdad que si te preguntan es bueno decirlo, más que nada por los diseñadores.
“A veces golpeo mis trajes nuevos contra la pared hasta quitarles la rigidez de lo nuevo” (Fred Astaire)
Me encanta la frase. Aunque hay gente que define mis diseños como clásicos, yo los hago pensando en alguien que huye de la rigidez. La odio. También odio las poses. Hay que adaptar las piezas a tu forma de ser. Tienes que hacerlas tuyas.
“Si la gente se vuelve a mirarte cuando vas por la calle, no vas bien vestido, sino demasiado rígido, demasiado ajustado o demasiado a la moda” (Beau Brummell)
No estoy muy de acuerdo. Hay personas capaces de defender un estilo muy personal, y no hay nada malo en volverse a mirarlas.
“La moda es una forma de fealdad tan intolerable que tenemos que alterarla cada seis meses” (Oscar Wilde)
Es cierto que la tendencia extrema no se puede aguantar durante mucho tiempo, porque acaba aburriendo, pero va en contra de mi filosofía. Yo hago piezas que aspiran a perdurar.
“Nunca se puede ser demasiado educado ni ir demasiado arreglado” (Oscar Wilde)
Si vas hecho un pincel pero ese pincel responde a tu forma de ser, me parece fantástico. Pero si lo haces porque socialmente toca, ahí veo un problema. La moda no puede suplir tus inseguridades.
“En tiempos difíciles, la moda siempre es extravagante” (Elsa Schiaparelli)
La moda da un punto de luz, de ilusión, de soñar. En tiempos de crisis, la moda es un buen recurso para hacer soñar a la gente. Eso sí, en la moda masculina todo suele ser más contenido, no porque queramos los diseñadores, sino porque es lo que demanda el público.
“Cualquiera puede arreglarse y tener mucho glamour, pero lo más interesante es el modo en que la gente se viste en sus días libres” (Alexander Wang)
A todos los diseñadores les divierte ver a las personas disfrutando con las prendas. Cuando un hombre tiene libertad para vestir como quiere es cuando se pone cierto tipo de abrigo o de calzado, cuando puede llevar un abrigo de mouton invertido, unas alpargatas o unas botas moteras.
“La moda debería ser una forma de escapismo, y no de constricción” (Alexander McQueen)
Para mí no es escapismo, pero sí una forma de expresión.
“En caso de duda, ponte algo rojo” (Bill Blass)
No lo tengo tan claro. Loubotin estaría encantado con esta frase, pero en mi caso no. Si tengo que salir con un jersey rojo o un pantalón rojo, aparte de incómodo, lo transmitiría. Ante la duda, unos jeans.
“Nunca hay que confundir la elegancia con la pedantería” (Yves Saint Laurent)
Totalmente de acuerdo. Conozco el caso de la madre de una amiga que cuando comenzó a trabajar como modelo no podía permitirse según qué trajes, iba a fiestas con un camisón y la gente se pensaba que era un vestido de alta costura, porque veían encajes y seda. Lo que contaba, en su caso, era la elegancia natural, porque lo más importante es la naturalidad. La pedantería aburre.
“Tener demasiado buen gusto puede ser muy aburrido” (Diana Vreeland)
Cuando tienes demasiado buen gusto puede que no te arriesgues a experimentar lo suficiente.
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