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Migrados
Coordinado por Lola Hierro

¿Trabajo infantil o ayuda familiar?

Una niña en el campo de refugiados de Dadaab. / Oxfam
Una niña en el campo de refugiados de Dadaab. / Oxfam

Cuando un niño africano cumple 14 años tiene que empezar a ayudar a sus padres. En nuestra cultura, es un choque que los europeos digan que hay que luchar contra el trabajo infantil y que lo metan todo dentro del mismo saco. Aquí puede parecer eso pero, en África, un matrimonio con cuatro hijos a lo mejor solo gana 30 euros al mes. Si la mujer se va al mercado y vende unos cuantos tomates, pimientos, etc, quizá gane cinco euros más. ¿Crees que una familia puede educar a cuatro niños con 35 euros al mes? Imposible.

Por eso, cuando el niño cumple 14 años, tiene que ayudar a su familia a llevar dinero a casa. No es un trabajo que el niño haga para cobrar y dárselo a otra familia, no es un trabajo que beneficie a un extraño, no. Es un trabajo para ayudar a sus padres, a su casa. Existen 168 millones de niños trabajdores, según la Organización Internacional del Trabajo. Son víctimas de la esclavitud, la servidumbre y el trabajo forzoso, por no hablar de la explotación sexual. Todas estas prácticas son absolutamente condenables, pero no estoy hablando de esta lacra.

Cuando yo tenía diez años, tenía que hacer una tarea antes de entrar al colegio. La maestra nos daba un bollo amasado, como un dónut; los niños cogíamos 30 o 40 cada uno y nos íbamos por ahí a venderlos. Mi padre tenía 10 chicos y cinco chicas, imagina que cada uno de nosotros vendía unas 20 unidades: era mucho dinero para la familia. Por eso, en mi casa nos hemos educado todos. Además, yo he cocinado para una familia de 15 personas desde los nueve años, y es algo que me gusta mucho aún hoy. Ahora no lo hago por respeto a mi mujer, que le gusta encargarse de esos asuntos, pero me gusta más lo que yo cocino.

En Europa le hubieran dicho a mi padre que estaba abusando de los niños. Pero no entienden que allí hay otras reglas sociales. Aquí, enfermas y el médico es gratuito, hay ayudas sociales… Pero allí no hay nada de eso, así que tienes que procurarte dinero para todas esas cosas.

También por esto, todos esos niños que, ya adultos, saltan la valla de Melilla para llegar a España (a Europa), no van a volver nunca a casa. Llegan con un solo objetivo, y no es solo para su propio beneficio. Tienen una responsabilidad muy grande en su país porque allí se quedaron sus padres, que lo mejor son viejos, sus hermanos y hermanas, que quieren estudiar y prosperar… Y él es el que ha tenido la suerte de salir de allí. Nunca se va a quitar de la cabeza cómo encontrar la manera de ayudar al resto. Es mi caso. Si yo no hubiera venido a España, quizá mis hijos de Ghana no tendrían la educación que tienen, pero todos han estudiado en la universidad gracias al dinero que mandé mientras trabajaba.

Más información:

* El mapa del turismo sexual infantil

* "Aquí los niños quieren trabajar"

* Las joyas sucias de la India

* FOTOGALERÍA: La vida en una ladrillera

Comentarios

Dificil dilema, la verdad es que 14 y si no es un trabajo estenuante tampoco pasa nada. Me alegro por ti, por haberle podido dar educaciin a tua hijo.
Dificil dilema, la verdad es que 14 y si no es un trabajo estenuante tampoco pasa nada. Me alegro por ti, por haberle podido dar educaciin a tua hijo.
Dificil dilema, la verdad es que 14 y si no es un trabajo estenuante tampoco pasa nada. Me alegro por ti, por haberle podido dar educaciin a tua hijo.
Dificil dilema, la verdad es que 14 y si no es un trabajo estenuante tampoco pasa nada. Me alegro por ti, por haberle podido dar educaciin a tua hijo.

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