11 fotosLa vida en una ladrilleraFamilias enteras sobreviven faenando en ellas. Algunos niños consiguen unas horas lectivas al día; otros ni eso Lima - 11 jun 2014 - 19:05CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceNiño trabajando junto a su padre en una ladrillera de Huachipa (Lima). Mientras el menor coloca el barro en la gabera para dar la forma de ladrillo, su padre los coloca al sol.Fernando del BerroNiño amoldando el barro en la gabera. Obtendrá cuatro piezas que pesan alrededor de 15 kg. Ladrillera de Huachipa (Lima).Fernando del BerroJuan Huachaca voltea ladrillos para facilitar su secado.Fernando del BerroUn niño juega al escondite entre los ladrillos. En ocasiones, la ladrillera se convierte en espacio de juego.Fernando del BerroJuan Huachaca descansa unos minutos en su puesto de trabajo en la ladrillera de Huachipa (Lima).Fernando del BerroHermana pequeña de Juan Huachaca. En la ladrillera de Huachipa los niños se familiarizan con las herramientas desde muy pequeños.Fernando del BerroLa familia de Juan Huachaca llegó a Lima hace 10 años procedente de la región andina de Huancavelica. Todos colaboran en la fabricación de ladrillos.Fernando del BerroDos niños muestran sus cuadernos escolares. Unos 100 niños trabajadores reciben clases de apoyo escolar gracias a la ONG ADEVI.Fernando del BerroUna niña y un niño se asoman desde el exterior a una de las aulas de apoyo escolar de ADEVI. Esta ONG no puede ayudar a todos los niños y niñas de Huachipa, pero al menos un centenar de ellos pasan cada año por sus aulas.Fernando del BerroVarios niños realizan tareas escolares en el interior de las aulas de ADEVI. Además se realizan juegos y actividades lúdicas.Fernando del BerroVarios niños pasan el rato durante un descanso en el exterior de las aulas de apoyo escolar de la ONG ADEVI.Fernando del Berro