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Migrados
Coordinado por Lola Hierro

La increíble historia del primer tibetano español (II)

Lola Hierro
Thubten Wangchen. / Casa Tíbet de Barcelona
Thubten Wangchen. / Casa Tíbet de Barcelona

Esta es la segunda parte de la historia de Thubten Wangchen, monje tibetano, fundador de la Casa Tíbet de Barcelona y diputado en el exilio del Parlamento del Tíbet en el exilio. La primera parte se puede leer en este enlace

El Dalai Lama me había dicho que aprendiera todo lo que pudiera de la cultura y del idioma de España. “No intentes convertir a nadie al budismo, cada uno tiene su religión, respeta”, me dijo. “Si alguien está interesado, explícale la teoría y la práctica, pero respeta otras religiones”. “No hagas follón en España”, llegó a decirme.

Hice muchos amigos en España. Viajaba a Ibiza, Mallorca, Menorca, Alicante, Madrid, Bilbao, Barcelona... Hicimos cursos de meditación, explicábamos qué es el budismo, la meditación, los mantras… Íbamos donde la gente nos llamaba.

Los tres años pasaron muy rápido, así que le pedí al Dalai Lama uno más. Me recibió en Dharamsala y le pregunté si tenía que volver al monasterio de India o ir a otro país. “En Suiza y América ya hay muchos tibetanos, a India no vuelvas”, me respondió. “Ahora no tienes problemas de papeles en España, quédate allí. Serás el primer tibetano que vive en España. Enseña a gente a través de la cultura tibetana, pero no como budista, no es necesario, porque tú eres un turista en un país católico”, continuó. “Da a conocer tu cultura, habla de la solidaridad del ser humano, enseña lengua tibetana, arte y meditación, y no tanto budismo”.

Así fue como volví con la intención de montar un centro para difundir la cultura tibetana, pero pronto vi que no iba a ser una empresa fácil. No tenía dinero ni el apoyo del Gobierno español ni del catalán.Todo el mundo hablaba bien del Tibet pero nadie quería gastar dinero ni donar. Un centro cultural no mueve nada si no tiene un local donde realizar sus actividades, así que, al cabo de varios años, decidí volver a India, pues no salía nada de aquí. Sentía que perdía el tiempo, así que regresé y me puse a dirigir un proyecto que consistía en grabar en vídeo a todos los lamas y sus enseñanzas, pero a los dos años el Dalai Lama me llamó y me dijo que el trabajo de grabar estaba bien pero era muy sencillo para mí. Que enseñara a grabar a unos monjes jóvenes y que me volviera a España, a Barcelona, para intentar de nuevo fundar el centro cultural.

Llegué de nuevo a España, pero en esta ocasión ocurrió algo diferente: me hice un amigo alemán que tenía mucho dinero. Cuando supo que el Dalai Lama quería que yo abriera un centro cultural en España, decidió ayudarme económicamente, así que compró el actual piso de la sede y me lo donó. Fue en 1994, año en que vino el Dalai Lama a España para inaugurarlo. Después, Penélope Cruz vino también, aunque en esa época no era tan famosa como ahora.

También fui el primer tibetano en conseguir los papeles. Hace 30 años era bastante fácil tenerlos, igual que la residencia o las renovaciones… O al menos a mí me fue muy fácil. No quería obtener el pasaporte español, y eso que tenía amigos policías de Barcelona que venían a insistirme para que me lo hiciera. Al final, ellos mismos rellenaron los papeles y todo. Yo solo fui a una oficina donde el comisario, en presencia de un pequeño jurado, me preguntó las típicas preguntas de que si quiero ser español, respetar las leyes, si iba a renunciar a mi nacionalidad anterior… A todo dije que sí, fue muy fácil. Ahora es más difícil a pesar de que cada vez hay más inmigración y más refugiados.

Ya han pasado 20 años, 20 años que cumpliremos en diciembre, y ya he enviado la invitación al Dalai Lama para que venga. Él siempre me ha dicho que sí, pero ahora estoy negociando con su secretario. La pena es que, ahora, por la presión del Gobierno chino al español, han reformado las leyes y ni siquiera la prensa se atreve a hablar del Tíbet.Sigue siendo importante recordar que el parlamento tibetano está en el exilio, y por eso yo estoy moviéndome aquí y allá para dar a conocer mi país y para concienciar a la gente, porque no se sabe mucho nosotros.

Más información:

*Los guerrileros olvidados del Tíbet

*Tíbet fuera del Tíbet

*Los testigos del Tíbet

*España ha decidido cambiar los Derechos Humanos por dinero

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Sobre la firma

Lola Hierro
Periodista de la sección de Internacional, está especializada en migraciones, derechos humanos y desarrollo. Trabaja en EL PAÍS desde 2013 y ha desempeñado la mayor parte de su trabajo en África subsahariana. Sus reportajes han recibido diversos galardones y es autora del libro ‘El tiempo detenido y otras historias de África’.

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