No bajemos la guardia
Cuidado con lanzar las campanas al vuelo porque haya descendido el número de fallecidos en accidentes de tráfico en las carreteras españolas entre julio y agosto respecto del año anterior. No son sólo estadísticas y sí personas. Y, como siempre, siguen siendo demasiadas víctimas directas. Además de tratar de seguir con la política de concienciación sobre la velocidad y continuar mejorando vías y vehículos, creo que, especialmente, debe seguir la lucha de las Fuerzas de Seguridad del Estado y de la justicia contra aquellos irresponsables conductores que juegan a la ruleta rusa con ellos y con los demás, yendo a propósito a velocidades de riesgo y conduciendo bajo los efectos del alcohol y de las drogas.
Tolerancia cero y endurecimiento de las penas contra aquellos potenciales suicidas peligrosos que, en una buena parte de los accidentes, por su impresentable e injustificable conducta, se terminan convirtiendo en causantes directos de muchas muertes de inocentes.— David García.
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