El ‘gazpacho’ más célebre del verano

Son 140.000 kilos de tomate para 22.000 personas, pero por suerte no hay que comérselos. El último miércoles de agosto Buñol vive La Tomatina, una tradición que cumple 69 años y que empezó de la manera más improvisada: una pelea junto a un puesto de verduras. Los jóvenes del pueblo, irónicos, decidieron recordarla cada año desafiando la prohibición durante el franquismo. Y así hasta hoy: 80 medios nacionales e internacionales acreditados (con un programa especial de la BBC británica), el permiso a una productora de Hollywood para rodar una escena y dos macroconciertos para entretener en la víspera y esta noche a los asistentes. La de hoy ha sido la segunda Tomatina de pago. 17.000 personas han comprado una entrada por 10 euros para los gastos de organización y de paso impedir que se desborde el aforo. Además, entre los casi 10.000 vecinos de la localidad valenciana se reparten 5.000 accesos gratuitos. Entre los que han pagado, reinan los australianos (12.4%), mientras que la plata es para los británicos (11,79%) y el bronce para los japoneses (10.17%). Les siguen estadounidenses, españoles, indios, holandeses, alemanes, surcoreanos… y así hasta más de 16 nacionalidades. Todos acaban empapados en zumo de tomate y con algún que otro moratón como souvenir de la épica batalla de una hora.