Claridad para todos

Parece obvio (...), pero para François Hollande (...) es una novedad: el segundo Gobierno Valls será, promete, el de la “claridad”. Ningún ministro discutirá la línea oficial. (...) Y ya era hora.

Si quiere evitar nuevas catástrofes, hace falta que Hollande se aplique a sí mismo la claridad que exige de su equipo. (...) Que el jefe del Estado diga, por fin, (...) toda la verdad a los franceses, empezando por describir sin tapujos la situación financiera del país. Al ritmo que van las cosas, (...) el déficit público alcanzará el 4,3% del PIB este año, al igual que el anterior. Este agujero alimentará aún más una deuda abismal (dos billones de euros) sobre la que estamos perdiendo el control. Sea lo que sea lo que piensen Arnaud Montebourg y sus amigos, sin parar de inmediato esta máquina infernal, Francia estará atada de pies y manos a sus acreedores

¡Que Hollande diga por fin las cosas sin ambages! Si la coyuntura económica se para, si el paro vuela, eso no tiene nada que ver con la intransigencia presupuestaria de la señora Merkel o con los caprichos de Bruselas. La realidad es que nuestra economía se ahoga bajo el peso del Estado (...) y de una Administración tentacular. Mientras los gastos públicos (...) supongan, tanto para las familias como las empresas, una carga fiscal desmesurada, es inútil esperar la menor remisión.

En algunos días, esto estará en el corazón del debate presupuestario, que promete rudas puñaladas. (...) El Gobierno tiene el imperioso deber de actuar raudo y veloz... con toda claridad.

Gaëtan De Capèle

París, 27 de agosto