Un patito de goma no apto para bañeras
La icónica escultura hinchable del holandés Hofman Florentjin atraca en el puerto de Los Ángeles
En el puerto de Los Ángeles ha desembarcado un coloso. Y no se trata de un crucero repleto de turistas, sino del pato de goma más grande del mundo. Con casi 20 metros de largo, esta obra del artista holandés Hofman Florentjin pretende convertirse en un icono para la unión de todas las culturas del mundo. Y aunque no ha dejado de recorrer lagos y puertos de todo el mundo desde 2007, esta es su primera escapada del verano. Un privilegio para los asistentes a The Tall Ships Festival, en la ciudad estadounidense. El simpático patito, no apto para bañeras, recibe las miradas de incredulidad de todo aquel que ha estado cerca de él, siendo el centro de atención allá donde viaja. Aunque no todos lo reciben igual. Y es que las aves de la bahía de Taiwan no lo debieron ver con buenos ojos y su reacción fue lanzarse al ataque, pinchando su cubierta, que no tardó mucho en deshincharse.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.