La desaceleración de Chile

Una parte importante de la desaceleración que experimenta nuestra economía parece reflejar la internalización de la profunda alteración que el Gobierno y la coalición que lo sustenta buscan introducir al marco institucional en que ocurren las decisiones de inversión de recursos humanos y financieros en nuestro país. (...)

Más allá de los matices, la coalición oficialista avanza hoy hacia propuestas que debilitan el derecho de propiedad, como en relación con los derechos de aprovechamiento hídrico, en la supresión de reemplazo de trabajadores en huelga, o en la discrecionalidad para impedir desarrollos energéticos ante presiones ciudadanas; que elevan desproporcionadamente los impuestos, como lo hace la reforma tributaria o las propuestas para concentrar en el Fonasa las cotizaciones para salud; o impiden la participación competitiva de entidades privadas con fines de lucro, como en la provisión de servicios educacionales o en concesiones. (...)

Es evidente que en este modelo el rol para la iniciativa privada es restringido, desincentivado con alta tributación, cuando no estigmatizado como motivado por “lucro”. (...) No es probable una nueva bonanza externa, por lo que las esperanzas oficiales, en el corto plazo, se depositan en la capacidad reactivadora del gasto público, mientras se publicitan subsidios para la capacitación, empleo o cesantía. Es dudoso que ello pueda tener efectos significativos. En una perspectiva de más largo plazo, resulta indispensable corregir profundamente las políticas que hoy están inmovilizando la iniciativa privada en el país.

Santiago, 16 de agosto.