La millonaria moscovita (a la derecha) es amiga de Dasha Zhukova (la novia del magnate Roman Abramovich) y una de las presencias más ubicuas en las primeras filas de los desfiles. Tiene 730.000 seguidores en Instagram (200.000 más que Medvédev, primer ministro ruso) y ha montado su propia plataforma digital, Buro 24/7, centrada en desgranar tendencias de lujo para mercados como su país de origen u Oriente Próximo. Combina su fabuloso estilo de vida con un perfil solidario: ostenta su propia ONG, Peace Planet, y es portavoz de la iniciativa Chime for change promovida por Gucci.françois guillot (getty)Se le atribuye ser de las primeras grandes inspiradoras para los fotógrafos de streetstyle (que retratan looks de gente en la calle). La milanesa (a la izquierda, junto a estas líneas) maneja información privilegiada de primera mano. Fue asistente de Franca Sozzani (Vogue Italia) y Anna dello Russo (Vogue Japón), editora de moda en L’Uomo Vogue y modelo y consultora para Dolce & Gabbana. Hoy sigue ejerciendo de estilista superestrella. Su mareante currículo se completa con su vida personal: fue pareja de Vladimir Restoin Roitfeld, hijo de la exdirectora de Vogue París.dominique charriauLa británica (arriba, a la izquierda) ejemplifica el salto desde la cultura MTV. Y también encarna el ideal de talento integral al que aspiran las marcas: es presentadora, modelo, DJ, ilustradora, periodista y se busca novios rockeros (mantuvo una relación de cuatro años con Alex Turner, cantante de Arctic Monkeys). Desdice el tópico de que toda it girl inglesa debe provenir de una estirpe acuñada a base de libras y fama: es de clase media y viene de un pueblito del Sur. En un guiño irónico, en 2013 publicó el libro It, una revisión de todo lo que supone pertenecer a este mundo.david m. benettEjerce como it girl española con mayor proyección internacional. La sobrina de Adolfo Domínguez (a la izquierda, junto a estas líneas) estudió moda en Saint Martins, en Londres, y se radicó allí hace una década. En su blog (Amlul.com) se presenta como Internet celebrity. Comenzó con él en 2007, “como un hobby”, y tomó posiciones cuando el fenómeno se profesionalizó a partir de 2010. Fue entonces cuando firmas como Mango o Loewe la equipararon a otras prescriptoras puramente famosas. No se considera un fenómeno de masas, sino “alguien a quien acude gente con cierta cultura de moda”.Rindoff Petroff
