_
_
_
_

Tres joyas nostálgicas para conocer a tres jóvenes promesas

Tres emergentes de la música electrónica demuestran su arte 'versioneando' clásicos para la última fragancia de Hugo Boss

Kate boy, un grupo que dará la vuelta a un clásico para conferirle un sonido electrónico
Kate boy, un grupo que dará la vuelta a un clásico para conferirle un sonido electrónico

“Era adolescente, tenía puesto un programa de radio y, de repente, por la noche, escuché algo completamente diferente, algo que nunca había oído antes; fue tan fascinante que me enamoré desde el primer momento”. La productora y DJ moscovita Nina Kraviz, atractiva y carismática, rememora así el inicio de su romance con la música electrónica, que le ha reportado una carrera sólida y alguna que otra crítica por aparecer muy sexy dándose un baño de burbujas en un vídeorreportaje (¿es que no nos han enseñado Madonna y todas sus discípulas que música y sexualidad son aliadas poderosas?).

Nina Kraviz, que se enamoró de la música electrónica una noche siendo adolescente
Nina Kraviz, que se enamoró de la música electrónica una noche siendo adolescente

El danés Kasper Bjørke colecciona arte y le habría gustado ser curandero o arquitecto, pero terminó siendo DJ de prestigio. Dio la espalda a la seguridad de su trabajo como director de arte en una agencia de publicidad para dedicarse a la música. Hoy pincha discos en los clubes más prestigiosos del planeta. “Nunca me he arrepentido de esa decisión”, redunda, recreándose en lo evidente.

“Automático, orgánico, minimalista” son los tres adjetivos con los que Kate Akhurst, Markus Dextegen y Hampus Nordgren Hemlin definen su grupo, Kate Boy. Aunque proceden de nacionalidades diferentes, tienen en Estocolmo su base de operaciones y en todo el mundo su campo de batalla electrónica. Todos escriben, producen y tocan, de ahí que el nombre elegido para el grupo sea un nombre propio: Kate Boy. Tal como apuntan en el portal Pitchfork, se trata de un miembro más de la banda. “Una persona andrógina, casi como un personaje”, explica Akhurst, acaso dando a entender que quizá se trate de un espectro que los une.

Lo que tienen en común estos chamanes del sintetizador es su participación en un proyecto en colaboración con Hugo Music, la nueva fragancia de edición limitada de Hugo. La iniciativa se llama Music turned upside down (Música dada la vuelta) y el objetivo es que los tres artistas pasen por el filtro de su estudio sus canciones predilectas para crear una versión adaptada a su estilo (léase, electrónica de primera división).

Kasper Bjørke se atreverá a versionar 'Betty Davis eyes'
Kasper Bjørke se atreverá a versionar 'Betty Davis eyes'

Nina Kraviz elige la mítica Africa, canción que los californianos Toto convirtieron en clásico en los 80 y que la belleza rusa pone en su coche mientras piensa que “la vida es preciosa”.

También Kasper Bjørke se va a un número uno ochentero estadounidense y elige Bette Davis eyes, de Kim Carnes, un corte que en su momento ganó los Grammy a la mejor canción y a la mejor grabación del año. Un tema del que se declaran fans tanto la propia Bette Davis como el danés que ahora le dará la vuelta con un toque electro para la marca alemana.

Y por último, Kate boy. Si existiese algo así como una Santísima Trinidad de la música electrónica, probablemente los componentes de este grupo serían potenciales candidatos a Padre, Hijo y Espíritu Santo (escucha Northern lights y entenderás por qué). Son ellos los únicos que versionan una canción europea: A girl like you, del británico Edwyn Collins.

La responsable

El epicentro del proyecto es esta fragancia, Hugo Man Music, que mezcla tonos de papaya, manzana verde y nectarina.

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_